La subjetivación neoliberal

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Por Ignacio Paz*

Comentarios sobre un artículo de Jorge Alemán en Página 12 el Lunes 05 de junio 2017. Se puede acceder al artículo de Alemán mediante el siguiente enlace: https://www.pagina12.com.ar/42162-que-es-la-subjetivacion-neoliberal

El muy interesante análisis de Jorge Aleman sobre la base de un libro “la pesadilla que no acaba nunca” de Laval y Dardot, está en línea con su profundidad en el enfoque de los nuevos problemas que enfrenta la técnica psicoanalítica en la etapa actual del capitalismo mundial.

Soy un admirador de este pensador marxista moderno, amplio y profundo que enriquece permanentemente el acervo intelectual y político de la cultura de izquierda.

Simplemente se trata de hacer algunos comentarios y preguntas marginales y complementarias desde el ángulo del no especialista en el campo de la psicología, pero con la intención de reflexionar sobre conexiones con las modificaciones que el capitalismo en su etapa actual ha introducido en la vida moderna.

Se plantea en el libro analizado por Alemán que el neoliberalismo no debe ser visto exclusivamente como un mal de los mercados financieros que tendrían como cometido destruir el espacio público.  Dicen que más bien “es un nuevo orden racional que va borrando tendencialmente la diferencia público-privado y que dispone de la potencia de apropiarse de los distintos órdenes de la vida hasta llegar a configurar el modo más íntimo de la vida del sujeto”.

Comenta Alemán que luego, en el capítulo “ la ilimitación de la subjetividad” se reconoce la clara inspiración de la tesis de Lacan y se indaga sobre el modo en que la condición primordial “ilimitada” del neoliberalismo se introduce en la vida de los seres hablantes.  Dice Aleman que “por condición ilimitada, estos autores al igual que Lacan, admiten que el nuevo capitalismo no puede ser intervenido ni regulado por ningún exterior.

Subraya Alemán que los autores insisten que el neoliberalismo ha sabido construir un “imaginario” al que no se le ha podido contraponer un mundo alternativo por parte de la izquierda. Dice que el neoliberalismo ha introducido una lógica de rendimiento y de “autovaloración de sí”, a través de los medios, coaching, etc., que le da su carácter de promesa y seducción, y en donde el individuo solo es una voluntad de acumulación del propio valor.

Se agrega que “en el neoliberalismo los sujetos no sólo venden su fuerza de trabajo bajo la forma de Mercancía, sino que existe algo que compromete al propio ser con un “capital humano” y un “espíritu empresarial” que lleva a la existencia misma a comportarse como una empresa “

Laval y Dardot enmarcan esta operación en la fórmula S-S ´ donde el sujeto se engendra a sí mismo ilimitadamente en capital financiero y el capital financiero en sujeto.

Creo en el hecho que el neoliberalismo ES producto del desarrollo y metamorfosis del sistema capitalista de producción y de vida. En este sentido no es un “mal” de los mercados financieros, sino resultado del proceso contradictorio de acumulación capitalista. Visto éste desde el ángulo del choque permanente, entre el desarrollo de las fuerzas productivas sociales (en la etapa moderna sobre todo la tecnología, la ciencia y el conocimiento) con relaciones sociales que históricamente se convierten en “freno” o impedimento para la expansión de ese capital, que en la época actual y por su nueva “cualidad intrínseca”, es básicamente “capital financiero”.

El neoliberalismo capitalista, sucede a la etapa llamada “Economía del Bienestar”. Etapa del capitalismo producto de las luchas populares y sociales en Europa, de la devastación mundial de posguerra y de la necesidad de competir con un sistema opuesto (el Socialismo) que, pese a su debilidad intrínseca y falencias históricas, se presentaba como modelo antagónico del capitalismo en la sociedad mundial. En esta etapa histórica de efervescencia en las luchas sociales y políticas, la humanidad conoce transformaciones revolucionarias en distintas partes del mundo producto de una preponderancia en el imaginario social (sobre todo de la juventud y de los movimientos populares) de ideales y utopías surgidos luego del triunfo de la primera Revolución Socialista en la Unión Soviética en 1917. En los países capitalistas se obtienen conquistas sociales, económicas y políticas como nunca antes en la historia. El Estado, llamado “benefactor” representaba una herramienta que debía apuntalar estas conquistas.

La implosión y caída del llamado “mundo socialista” libera al capitalismo de la “atadura” que representaba su concurrente socialista que pregonaba un mundo sobre otras bases, y consecuentemente la creación de un “hombre nuevo”.

El mundo como mercado mundial único representó una nueva oportunidad para el sistema capitalista que, demolidas las bases del bienestar, comenzó a arrasar con las conquistas sociales y populares en aras de un objetivo: crecimiento de la tasa y de la masa de ganancias para el sector dominante monopolizado del sistema.

Se consolida “ un nuevo liberalismo”  que a diferencia del clásico del siglo XIX, de Smith y de Ricardo, se propone romper con el carácter atomizado del mercado, de su transparencia y de la libertad de los sujetos intervinientes, para pasar a imponer un “nuevo orden”, un “neoliberalismo”  que sobre la base del dominio de la propiedad privada monopólica de los medios de producción, y distribución de bienes y servicios opere sobre los salarios hacia su baja, creando recesión como control antinflacionario y liquidando a sectores de burguesía media y pequeña para concentrar absolutamente en pocas manos el dominio social.

Este neoliberalismo no ataca lo público, sino que lo utiliza para favorecer sus intereses.  El Estado está a su servicio. No estoy convencido, como dice el artículo, que sea éste un nuevo orden “racional” que vaya borrando las diferencias entre lo público y lo privado. Más bien creo que en la etapa actual de capitalismo cognitivo, el neoliberalismo se apropia de lo público para acrecentar el caudal de lo privado. La expansión del conocimiento que cada vez más es parte de lo común, se utiliza para el aumento de las ganancias monopólicas y cada vez menos revierte sobre el nivel de vida de los trabajadores, técnicos y científicos.

El sistema se reproduce en forma “aparentemente” eterna, cayendo en crisis perpetua pero manteniendo los pilares de dominación y acumulación cada vez más concentrados. Esta situación se reproduce en el imaginario social como proceso ineluctable y único (más aún con la desaparición del mundo socialista y su conversión al capitalismo).

En un sistema capitalista basado en la acumulación financiera, con destrucción de aparatos productivos y sometimiento creciente de las masas populares a condiciones de vida inferiores, dicha acumulación de capital se realiza en forma de “burbujas”.  Si el capitalismo se fundaba en la evolución de M-D-M a D-M-D´ para luego ser D-D´-D¨. Es decir que del trueque de mercancías a través del dinero, se pasó a un sistema que aparentaba arrancar con dinero que a través de la mercancía, se convertía en dinero incrementado para llegar hoy a que pareciera que el Dinero “per se” produce más y más dinero. Y que toda la acumulación se valoriza en forma financiera casi con exclusividad.

Como no podía ser de otra manera, este “fetichismo del dinero” que ya analizaba Marx en El Capital, se reproduce en el imaginario social. La lógica dominante del capital inocula permanentemente a través de sus medios masivos dominados y dominantes, la concepción del “hombre hecho solo” del modelo norteamericano, y de la voluntad empresarial como dinámica necesaria para el progreso. Los valores de la competencia destruyen a los de la cooperación. Ese hombre, que Marx decía el capitalismo convierte en un “lobo”, se asume como “capital”.  S-S´ (dice Jorge Alemán explicando a Laval y Dardot) se convierte en la expresión del individuo engendrándose a sí mismo ilimitadamente como capital financiero, y el capital financiero en sujeto.

Si esto es así, el capitalismo financierizado, el neoliberalismo se “introduce” en el interior del individuo y reformula la subjetividad. Sería algo así como una estructura socioeconómica que formatea una superestructura psicológica que luego, dialécticamente, interactúa consolidando esa estructura que le dio origen.

Pero, para finalizar estas ideas, también cabría pensar en la temporalidad histórica de esta situación. No sabemos cómo habrá de evolucionar la contradicción permanente entre la acumulación financiera monopolizada y la degradación en las condiciones de vida del resto de la sociedad.  Tampoco si el círculo vicioso se cortará por el lado de la estructura o de la superestructura ideo política y psicológica, pero la historia del desarrollo humano enseña acerca del carácter temporario de los modos de producción y el ascenso vertiginoso del conocimiento es cada vez más una herramienta poderosa en manos de sus creadores.

El final de esta historia está abierto.

*Ignacio Paz, economista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

Junio 2017

Una respuesta a “La subjetivación neoliberal”

  1. como siempre tan claro y necesario el significado del neoliberalismo como apropiacion de lo público para acrecentar lo privado. La experiencia que vivimos cada día con el aumento de las ganancias monopólicas y la desvalorización de trabajadores y científicos.Tener claro la causa de la pesadilla será tal vez la forma de cortar el círculo maldito que nos ahoga cada vez más….tal vez en estas elecciones podriamos valorar si se está consolidando una mayoria popular contrahegémonica al poder gubernamental ,seguiré leyendo Tesis 11..gracias por brindar tanta información y ayudar a pensar

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