Editorial semanal de Tesis 11. HAY QUE PARAR AL NEOFASCISMO

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Nunca antes, en 40 años de democracia, el país estuvo tan cerca de caer en manos de un gobierno de extrema derecha, neofascista.

Las fuerzas de derecha, reaccionarias y antipopulares presentan hoy, dos alternativas para las elecciones del 22 de Octubre. Ambas sostienen explícitamente un programa de destrucción de las conquistas sociales, económicas y de derechos humanos, obtenidas por los trabajadores y amplios sectores democráticos, en decenios de luchas sindicales y sociales.

En un caso Patricia Bullrich pretende completar la gestión neoliberal y entreguista de la soberanía nacional del gobierno de Mauricio Macri, cuyo gabinete integró. Su campaña basada casi exclusivamente en el odio contra el kirchnerismo, y su ambición de destrucción de esa fuerza política, en realidad esconde un plan de avasallamiento de los derechos sociales, políticos, económicos y humanos, logrados en los 12 años de kirchnerismo

Pero, lo sorpresivo en la política argentina es el vuelco de importantes sectores (juveniles y otros) hacia la candidatura de Javier Milei, representante de los más retrógrado y reaccionario de las fuerzas de derecha, reaccionarias y neofascistas.

Esa bronca y rebeldía se estaría canalizando, en proporciones importantes,  hacia este candidato que pregona ser lo nuevo, “la antipolítica” cuando en realidad es representante de las ideas más rancias, conservadoras y reaccionarias de la política en Argentina.  Un hombre que en forma, aparentemente irracional, demagógica y delirante propone destruir todo, desde el Banco Central y la moneda nacional, hasta los derechos humanos y sociales. Con una compañera de fórmula ( Victoria Villaroel, verdadera ideóloga del espacio) defensora del régimen genocida de Videla y cía.y negadora de los derechos humanos defendidos y consolidados en Argentina y ejemplo mundial.

Ellos representan hoy,  un “anarcocapitalismo”. Propugnan un capitalismo sin Estado, reglas, ni leyes que regulen la actividad de los monopolios y encaminado a favorecer decididamente a los sectores financieros más concentrados y reaccionarios de la vida nacional y sobretodo, internacional, con entrega de la soberanía y las riquezas naturales del país.

Su táctica es atraer a sectores desencantados de la política y con rabia por años de frustración, para llegar al gobierno y ejecutar su plan siniestro contra el pueblo.

El cambio de moneda nacional por el dólar, a través de una megadevaluación e hiperinflación, en realidad, empobrecería profundamente a los trabajadores, sería la destrucción del gasto social y la expulsión de empleados públicos en forma masiva, la quiebra de las pymes comerciales e industriales. Es decir, la desregulación absoluta de la vida social, para permitir el libre accionar de los monopolios contra el pueblo. Es decir “la libertad de mercado” como la” libertad en el mar” en la “lucha” entre el tiburón y la sardina. Y, para ello, preparan una represión brutal contra las protestas populares que generará su política reaccionaria y antisocial.

El flagelo inflacionario es usado como ariete para la proposición de sus ideas, basándose en el efecto destructivo que éste, produce sobre el poder adquisitivo de los ingresos populares. Esta es la base real que les permite confundir con sus diatribas incendiarias, sin exhibir sus verdaderas intenciones.

La inflación, es tomada como ariete de su propaganda. Pregonan que  la inflación es causada exclusivamente por la emisión monetaria, producto del déficit fiscal que genera un Estado macrodimensionado, y que, por ende, hay que acabar con el Estado y privatizar la salud, la educación pública y desregular el precio de los servicios públicos (que serán astronómicos e impagables). Una verdadera política neoliberal y antipopular, que ya ha demostrado en Argentina y en el mundo que no sólo no solucionan los problemas del pueblo, sino que los agravan.

Nosotros, desde Tesis 11, hemos sostenido, en cambio, que, entre los verdaderos motores de la inflación en la Argentina, se cuentan :

  •   la escasez de dólares, provocada por una concentración formidable del mercado exportador en manos de grupos agroindustriales que “regulan” la liquidación de las divisas a su antojo y extorsionan de esa manera, a los gobiernos, para conseguir devaluaciones sucesivas.  
  • El dominio de los grupos oligopólicos, nacionales y extranjeros en la importación y producción de bienes y alimentos que “forman los precios” a su voluntad y dominan el mercado, en una “puja distributiva” con los trabajadores que luchan por recuperar sus salarios reales, pero que finalmente termina con nuevos aumentos de precios, en círculos viciosos que se retroalimentan.
  • Y finalmente, que la emisión monetaria, que acompaña todo aumento de precios, no es causa siempre, sino consecuencia de todo lo dicho. Sobre todo,  cuando el Estado quiere amortiguar los efectos producido por los formadores de precios sobre los ingresos populares, sin afectar realmente los intereses de los responsables de la espiral inflacionaria.

Así, entonces, las propuestas para estas elecciones, muestran enfrentados claramente, dos proyectos para el país.

De un lado, lo ya dicho sobre los dos espacios de derecha, sus proyectos de destrucción de derechos. Su pregonado avance significativo sobre el Estado y los ingresos populares y sus conquistas.

Del otro, la UP, la posibilidad de tomar una senda, decididamente en favor del pueblo. Con un programa que sostenga decididamente su orientación hacia mejoras sustanciales en salarios reales, jubilaciones e ingresos del resto de los trabajorxs argentinos. Con mayores derechos sociales y una acción decidida del Estado, en cuanto regulador de la economía y orientador del mercado, evitando desequilibrios perjudiciales para el pueblo y defensor de la soberanía nacional.

Nuestro apoyo al proyecto popular, lleva implícita la expresión insoslayable de la necesidad de unión de las fuerzas sociales, sindicales y políticos, hacia la consolidación de una alianza verdadera en favor de los trabajadores, y con ellos en su conducción. Al mismo tiempo la publicitación masiva de un programa político y económico-social en línea con el ya elaborado por organizaciones sociales como la Utep, la CTA y otras, que requieren ser conocidos y discutidos con el pueblo en forma concreta.

Argentina está frente a una opción. Neofascismo o Democracia. Aumento de la pobreza, la marginalidad y la exclusión social, o un nuevo camino hacia el inmediato mejoramiento del nivel de vida del pueblo y los trabajadorxs . El sometimiento al FMI y sus dictados antipopulares e inflacionarios, o una nueva actitud soberana y de independencia política en todo el ámbito internacional.

Hay que parar al neofascismo y para ello son necesarias todas las fuerzas políticas y sociales que coincidan, aunque sólo sea en este punto. En nuestras manos está el futuro inmediato para recuperar lo perdido y restablecer la confianza del pueblo en proyectos nacionales y populares.

Tesis 11.

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