ALGUNAS DEFINICIONES DEL NUEVO GOBIERNO COLOMBIANO

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Revista Nº 151 (09/2022)

Edición dedicada a América Latina

(américa latina/colombia)

Por Juan Krasner *

El nuevo mandatario de Colombia le dio al país dos contundentes mensajes de cambio con la designación de Gloria Inés Ramírez como ministra de Trabajo, y de Irene Vélez como ministra de Minas y Energía.

Lo que más llamó la atención de estos nombramientos es que el próximo mandatario empezará su gobierno teniendo al frente de la cartera de Trabajo a una sindicalista de izquierda, Gloria Inés Ramirez, reconocida sindicalista y excongresista que ha demostrado afinidad política con gobiernos de izquierda como los de Chávez y Maduro en Venezuela, y el de Evo Morales en Bolivia. Petro la catalogó como “una defensora de los derechos humanos y la reivindicación de los trabajadores. Además, Ramírez dijo que es el momento de acabar con las brechas salariales. “Vamos a hacer una política grande y fuerte para que acabemos con las brechas salariales de género. Le hablo al Fondo Monetario Internacional (FMI)  al que le propuso “cambiar deuda externa por gastos internos para salvar y recuperar nuestras selvas, bosques y humedales”.

Al frente del Ministerio de Minas y Energía designo a Irene Vélez una docente universitaria profesional en Filosofía, quien ha estudiado conflictos ambientales en el país.El nombramiento de esta licenciada en Física y Matemáticas, que ha sido miembro del Partido Comunista, la Unión Patriótica y el Polo Democrático Alternativo, y su férreo activismo sindicalista como el que hizo siendo presidenta del Federación Colombiana de Educadores (Fecode) y en el comité ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) podría entenderse de entrada como una bandera que tendrá esa cartera con ella al mando.

Petro hizo una arriesgada jugada con estas dos designaciones, pues los dos mencionados ministerios son estratégicos para fomentar políticas y estrategias de cara a la generación de empleo y a la autosuficiencia energética del país.

Otro nombramiento, fue el del ministro de Defensa, Iván Velasquez, abogado y defensor de derechos humanos antioqueño quien ha sido un férreo crítico del manejo de las Fuerzas Militares. En su hoja de vida se destaca su experiencia como magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, donde lideró una investigación sobre la parapolítica que terminó salpicando a 43 congresistas, y además fue jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala. De acuerdo a lo que ha revelado Velásquez, entre sus planesestá acabar con el servicio militar obligatorio y dejar de utilizar el término “neutralización” para referirse a las bajas registradas en combate.

Petro habló además de la transición energética, del Acuerdo de Paz, la lucha contra las drogas, la desigualdad social e inesperadamente anunció que dispondrá de los bienes que tiene la Sociedad de Activos Especiales (SAE) en su poder, para impulsar una economía productiva.

La transición energética y el medio ambiente ocuparon gran parte de sus palabras. “Nosotros estamos dispuestos a transitar a una economía sin carbón y sin petróleo”, apuntó añadiendo que este no es un país que emita cantidades importantes de gases de efecto invernadero.

“Son los ricos del mundo quienes lo hacen, acercando al ser humano a su extinción, pero nosotros sí tenemos la mayor esponja de absorción de estos gases después de los océanos: la selva amazónica”,

La propuesta es llamativa, considerando que el país tiene una deuda externa del 48,8% del PIB y supera los 175 mil millones de dólares. De llevarse a cabo su idea, Petro prometió usar el excedente de dicho compromiso monetario para “salvar la vida humana”.

En otra línea, el presidente se pronunció sobre la lucha contra las drogas en el mundo, que, como dijo en campaña, ahora debe tener un nuevo abordaje después de 53 años de “fracaso”.

Pero hablar de drogas necesariamente va ligado a hablar de grupos armados al margen de la ley y, a propósito, Petro sacó a colación la receta de la paz total. En esta, como es sabido, estarían incluidos todos los grupos armados, incluyendo aquellos que no tienen estatus político.

Petro les habló a los ilegales de forma directa invitándolos a renunciar a las armas y dejarlas en “las nebulosas del pasado”.

Prometió acompañar a las mujeres para lograr equidad e igualdad de oportunidades y remuneración, que no exista más la brecha entre hombres y mujeres y que Francia Márquez, como vicepresidenta y ministra de la Igualdad —Ministerio que aún no existe— se encargará de tratar de cerrar.

“No podemos seguir permitiendo que las mujeres (…) ganen menos que los hombres, que tengan que dedicar el triple o cuádruple de horas a las tareas de cuidado, que estén menos representadas en nuestras instituciones”, dijo.

Así mismo, enfatizó en la pobreza de muchos colombianos y en cómo el 10% de la población concentra el 70% de la riqueza del país, lo que calificó de “un despropósito y una amoralidad”. Petro pidió no naturalizar más la desigualdad, evitando mirar a otro lado ante este fenómeno doloroso que aqueja a Colombia.

“Con voluntad, políticas de redistribución y un programa de justicia vamos a hacer una Colombia más igualitaria y con más oportunidades para todos y todas”, enfatizó, dijo que su idea es avanzar hacia un país en donde sea posible crear riqueza para todos y todas los ciudadanos y distribuirla más justamente.

Debido a lo anterior, se refirió a su propuesta de una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento, antecedida de una reforma tributaria que traiga justicia para la población. Esta ley, la primordial para el Gobierno Petro, tendrá el objetivo de “llevar parte de la riqueza de las personas que más tienen y más ganan, para abrirle las puertas de la educación a toda la niñez y la juventud”.

Sumado a eso habló sobre la soberanía alimentaria y la meta de llegar a tener hambre cero en el país. 

Hoy el principal objetivo de los cuerpos de inteligencia del Estado es combatir la corrupción”. Esto es fundamental y fue uno de los puntos clave de su pronunciamiento posterior en la Casa de Nariño: habrá cero tolerancia con la corrupción. Aparte de eso, anunció el cumplimiento en su totalidad del Acuerdo de Paz y de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad.

El presidente anunció asimismo la designación del exsenador Armando Benedetti como nuevo embajador de Colombia ante Venezuela, con lo que avanzó en su intención de normalizar las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Nicolás Maduro.

Gustavo Petro sacó a 52 generales para conformar su cúpula. Es la renovación más grande del generalato en la historia reciente del país. Quiere una tropa libre decorrupción La remoción en la Cúpula sucedió con rapidez.  Petro hace esta intervención en el día seis de su administración.

Si bien la renovación fue acelerada, terminó consiguiendo el visto bueno de integrantes de la tropa y soldados en retiro porque, afirman, siguió la norma de no tener investigaciones en proceso.

Y es que nunca antes en la historia del país se había visto una barrida de generales tan grande como la que acaban de hacer el Presidente y su ministro de Defensa, Iván Velásquez.

El problema ahora puede ser para el Ministro y para el Presidente el haber subido a la generala Yackeline Navarro Ordoñez   a la subdirección de la Policía,la segunda mujer que llega a ese nivel.

Una promesa que volvió poner en discusión, es otro asunto que esta entre sus prioridades para eliminar barreras entre oficiales (los que se forman para comandar) y suboficiales (quienes siguen las órdenes).Así que, si cumple con ese objetivo, la cirugía apenas está por comenzar.

Petro pretende una Fuerza Pública “más democrática” en la que el mérito sea el único criterio de ascenso y la educación guíe la profesionalización de sus integrantes.

 Después de que el presidente Gustavo Petro les advirtiera a los policías y militares que cualquier masacre en su jurisdicción iba a “afectar su hoja de servicios” la oposición y las organizaciones de militares retirados cuestionaron sus declaraciones.

La postura del jefe de Estado se enmarca en lo que él ha denominado la “seguridad humana”, que busca remover los cimientos del sector defensa en Colombia, lo cual ha tocado fibras sensibles dentro y fuera de las Fuerza Militares y de Policía.

Ejemplo de esto es la decisión, que según Velásquez ya está tomada, de sacar a la Policía del Ministerio de Defensa.

Petro y Velásquez quieren que la Fuerza Pública enfile baterías hacia la paz total, que busque el cese de hostilidades con grupos armados irregulares como el ELN, el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc.El primer mandatario incluso ha dicho que deben cambiarse los criterios bajo los cuales se mide la seguridad.

Las vidas salvadas serán nuestro principal indicador de éxito”, dijo el jefe de Estado en su discurso de posesión.

“El poder militar tiene que estar subordinado al poder civil. Cuando uno piensa que las Fuerzas Militares se van a ver sentidas, dolidas o tristes, están analizando las cosas al revés. La Fuerza Pública tiene que estar subordinada”. Y señaló que las Fuerzas Militares y la Policía son las únicas instituciones con subordinación “absoluta” frente al Ejecutivo.

La intervención de Petro a la Fuerza Pública trasciende los nombramientos, porque ahora él reclama una tropa que sirva para el desarrollo económico creando nuevas capacidades industriales y comerciales. En otros discursos también planteó fortalecer sus labores humanitarias y de salud, lo que deja ver que serán más las transformaciones que se apliquen a los hombres y mujeres que tienen las armas del Estado.

 “El éxito no está en el número de muertos, sino que estribe en que disminuyan sustancialmente los muertos y las masacres y aumenten los derechos y las libertades de las personas”, prometió el mandatario. Sobre la remoción el mandatario consideró que no hay “decisiones perfectas, siempre hay grados de injusticia y yo tengo que agradecer a todas las personas que salen del servicio por su labor”. Y es que para celebrar los nuevos ascensos tuvo que aplicar una cirugía a la lista de generales que seguían en la línea de mando, por su antigüedad en la institución y experiencia al servicio de la patria.

* Juan Krasner es integrante de la comisión de América Latina de Tesis 11.

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