Milei, su visión neoliberal y el liberalismo de Hayek

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Carlos Mendoza*

Análisis de las propuestas pretendidamente liberales de Milei, confrontándolas con las ideas de uno de los principales economistas liberales en quien dice inspirarse: el austríaco Friedrich Hayek.

Los problemas generados por las negativas políticas del gobierno Macri, particularmente el grave endeudamiento con el FMI, las consecuencias negativas de la pandemia, la guerra en Ucrania y la sequía record de los últimos 100 años, más limitaciones y falencias del actual gobierno, aun cuando en ese contexto tan difícil haya tenido sus aciertos, han provocado, entre otros efectos, el surgimiento de un personaje tan particular como Javier Milei como candidato a presidente.

Aparte de las particulares características de la personalidad de Milei, que han dado lugar a diversos análisis, es muy importante analizar el fundamento de sus ideas programáticas de gobierno que, según él, están basadas en las ideas de diversos ideólogos liberales, cuyos aportes se destacan desde el siglo XVIII hasta mediados del XX, entre los que menciona particularmente al renombrado integrante de la denominada “Escuela Austríaca de Economía”, Friedrich Hayek (8-5-1899, Austria; 23-3-1992, Alemania).

El problema de fondo es que Milei quiere aplicar en esta época de un capitalismo ampliamente dominado por oligopolios, en Argentina y en todo el mundo capitalista, ideas económicas que los ideólogos liberales elaboraron para épocas en que todavía predominaba la libre competencia, con multitud de empresas por cada rama de la economía. Por eso, proponer aplicar esas ideas actualmente, no es considerado liberalismo sino neoliberalismo.

Más aun, al confrontar las ideas de Milei con las de aquellos ideólogos economistas liberales, podemos ver que las ha incluso deformado de una manera retrógrada.

En efecto, es muy ilustrativo confrontar ciertas propuestas básicas de Milei con las ideas de Hayek, particularmente las de liberar completamente la economía, eliminando prácticamente el rol del Estado, dejando así el control de la economía en manos de los oligopolios. Para ello citaré algunos de los conceptos de Hayek, expresados en su famoso libro “Camino de Servidumbre” (publicado por primera vez en marzo de 1944 en Inglaterra). Incluyo al final de este artículo el enlace para ingresar al texto del libro de Hayek publicado por ElCato.org y Liberty Fund, Inc.**. Al final de cada cita señalo la página donde se encuentra en el citado texto. Todas las citas están en cursiva y entre comillas.

Milei toma mecánicamente, como ciertas para siempre, las propuestas que los economistas liberales escribieron para la realidad de su época y que, lógicamente, las cambiarían en función de los profundos cambios habidos en el capitalismo desde entonces. Esto ya lo advertía Hayek cuando decía lo siguiente:

“No hay nada en los principios básicos del liberalismo que haga de éste un credo

estacionario, no hay reglas absolutas establecidas de una vez para siempre.” (59)

A lo que agregaba:

“Probablemente, nada ha hecho tanto daño a la causa liberal como la rígida insistencia de algunos liberales en ciertas toscas reglas rutinarias, sobre todo en el principio del laissez-faire” (59)

Milei propone la liberalización irrestricta de la economía y eliminación de la intervención estatal. Pero esto contradice el pensamiento del liberal Hayec, que al respecto advertía lo siguiente:

“…una situación que no puede satisfacer ni a los planificadores ni a los liberales: una especie de organización sindicalista o «corporativa» de la industria, en la cual se ha suprimido más o menos la competencia, pero la planificación se ha dejado en manos de los monopolios independientes que son las diversas industrias.” (73). (NT: en el léxico de esa época al decir “industrias”, se refiere a empresas en general).

Y para enfrentar este creciente problema, Hayek propone lo siguiente:

“…la única alternativa para volver a la competencia es el control oficial de los monopolios, una intervención que, si ha de ser efectiva, tiene que hacerse progresivamente más completa y minuciosa. A esta etapa nos aproximamos rápidamente.” (73)

Obsérvese que, contrariamente a lo que Milei no considera, ya en la primera mitad del siglo veinte Hayek advierte que el sistema capitalista se aproximaba “rápidamente” a la necesidad de enfrentar la monopolización de la economía como “única alternativa” para “volver a la competencia”.

Milei propone eliminar el Banco Central y que el gobierno renuncie así a gestionar la política monetaria. Además de renunciar, claro, a controlar a los monopolios. Sin embargo, Hayek tenía estas tareas en cuenta, entre las que había que asumir ya en su época:

“Existían muchas evidentes tareas, tales como el manejo del sistema monetario, la evitación o el control del monopolio y aun otras muchísimas más.” (60)

Milei propone que servicios esenciales, tales como educación y salud, queden librados a que los solucione el mercado”. Veamos que advertía Hayek de este asunto, ya en aquella época:

“Allí donde, por ejemplo, es imposible hacer que el disfrute de ciertos servicios dependa del pago de un precio, la competencia no producirá estos servicios; y el sistema de los precios resulta igualmente ineficaz cuando el daño causado a otros por ciertos usos de la propiedad no puede efectivamente cargarse al poseedor de ésta.” (72)

Agregando en otro párrafo que:

“Tampoco son incompatibles el mantenimiento de la competencia y un extenso sistema de servicios sociales.” (71)

Otra de las propuestas de Milei es la eliminación de subsidios del Estado a los sectores vulnerables de la economía, dejando la suerte de los mismos a lo que pueda resolver espontáneamente el “mercado”. La opinión de Hayek sobre esto es la siguiente:

“…pero es indudable que un mínimo de alimento, albergue y vestido, suficiente para preservar la salud y la capacidad de trabajo, puede asegurarse a todos.” (123)

Milei es contrario a que el Estado intervenga para defender el salario, a pesar de la creciente influencia contraria de la oligopolización de la economía. Hayek vió este problema, por ejemplo expresando lo siguiente:

“Lo que entendemos por un precio justo o un salario equitativo es… el precio o salario que existiría si no hubiera explotación monopolista.” (118)

Las propuestas económicas de Milei, para esta época de hegemonía de la economía por oligopolios, que ni siquiera proponían los economistas liberales para la época de libre competencia, hace ver lo disruptivo e irracional de las mismas.

Pensando en las características personales de Milei, de inestabilidad emocional, intolerancia y agresividad, y en sus disruptivas propuestas, creo oportuno terminar este artículo con la siguiente cita de Hayek:

“Del virtuoso defensor de un solo ideal al fanático, con frecuencia no hay más que un paso.” (83)

*Carlos Mendoza, ingeniero, especializado en temas políticos y económicos, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

**camino-de-servidumbre-libro-electronico.pdf (elcato.org)

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