La anexión de Cisjordania pone en peligro la seguridad y la democracia de Israel

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Fuente: www.llamamiento.net

Llamado a simpatizantes de JLINK y otras organizaciones judías

*El Llamamiento Argentino Judío adhirió al documento de los patrocinadores, contrario a la anexión de parte de Cisjordania y el Valle del Jordán, tras un fraternal y enriquecedor intercambio.

El Llamamiento Argentino Judío comparte el documento con la convicción de que el propósito del primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu y su gobierno constituye una grosera violación de la ley internacional y de los derechos del pueblo palestino a la autodeterminación, pone en peligro la paz en Medio Oriente y puede tener graves consecuencias para las colectividades judías en el mundo.

En ese sentido depusimos legítimas diferencias en aras de lograr la mayor amplitud posible de todos los que se oponen la anexión. Simultáneamente nos permite vincularnos con más de 50 organizaciones judías progresista de 17 países de todo el mundo para buscar consensos en otros temas comunes de interés mutuo.*

Como miembros y simpatizantes de J-Link y otras organizaciones progresistas judías en el mundo, compartimos urgentemente nuestra profunda preocupación, respaldada por el análisis de expertos diplomáticos y de seguridad, con respecto a la intención del Gobierno de Israel de proceder a la anexión de partes de Cisjordania.

Queda poco tiempo para convencer al Gobierno de Israel de que detenga esta medida desacertada. Con el apoyo de la Administración Trump, el Primer Ministro Netanyahu está perpetuando el peligroso principio de “Hechos consumados” reemplazan el derecho internacional. Este es el momento en que los israelíes, deben considerar las consecuencias para su seguridad y sus relaciones internacionales, como resultado de la anexión unilateral.

Una petición firmada por 220 ex oficiales superiores de las FFAA, el Mossad, el Shabak y la policía, todos miembros de la ONG “Comandantes por la Seguridad de Israel” afirmó que la anexión pondrá en marcha una reacción en cadena sobre la cual Israel no tendrá control, lo que conducirá al colapso de la Autoridad Palestina. Esto, a su vez, requeriría que Israel tome el control total sobre toda Cisjordania y asuma la responsabilidad por la vida cotidiana de 2.6 millones de palestinos.

El acuerdo de coalición firmado por Biniamin Netanyahu y Beni Gantz incluye artículos que permiten al gobierno entrante acelerar el proceso de anexión a partir del 1 de julio. A pesar del incluirse una referencia general a la necesidad de discutir el asunto con la comunidad internacional, el único compromiso vinculante en el acuerdo es la coordinación de la medida con la Administración de los Estados Unidos. Como fue el caso con el plan de paz denominado por el Presidente de los EEUU Donald Trump como “El negocio del siglo”, tampoco acá los palestinos no tienen voz en el asunto.

Vale la pena señalar que el Artículo 28 del Acuerdo de Coalición menciona la intención del gobierno de “luchar por mantener los acuerdos de paz existentes”, indicando que Jordania y Egipto pueden tener influencia sobre esta decisión.

Para el Reino Hachemita de Jordania, muy poblado por refugiados palestinos, la anexión corre el riesgo de desestabilizar y poner en peligro al gobierno y obligarlo a reconsiderar su tratado de paz con Israel. El tratado de paz de Israel con Egipto también se pondría en peligro. Además, las acciones de Israel ya están danando sus relaciones con los países democráticos de todo el mundo.

La anexión unilateral es ilegal según el derecho internacional y contraviene todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU relacionadas con el conflicto israelo-palestino, particularmente la Resolución 2334 del CSNU de diciembre de 2016. Si se implementa, la anexión significará la desaparición de la Solución de Dos Estados y eliminará cualquier posiblidad que el pueblo palestino logre su autodeterminación a través de medios no violentos.

Además, la anexión –que no estaría acompanada por otorgamiento de derechos civiles- convertirá a Israel en un Estado que discrimina oficialmente al pueblo palestino por su origen étnico, poniendo fin a la democracia en Israel tal como la conocemos. La anexión es una sentencia de muerte para las aspiraciones nacionales palestinas y también para los valores fundacionales del Estado de Israel, consagrados en su Declaración de Independencia.

Dicha acción corre el riesgo de provocar una creciente ola de de-legitimación de Israel y ataques antisemitas en distintos lugares del mundo. La anexión también pondrá en peligro las relaciones entre Israel y los judíos del mundo para quienes los derechos humanos, la igualdad y la democracia son principios identitarios esenciales.

Únase a nosotros en nuestro llamado a todos los que se preocupan por el futuro de Israel para que tomen medidas inmediatas para convencer al gobierno y al pueblo de Israel de que el precio que se pagará por la anexión será demasiado alto para que Israel lo cargue.

Firnan esta declaración decenas de organizaciones judías democráticas de Israel, Europa, EE.UU., Canadá, Sudáfrica, Australia y América Latina

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