La relación Capital-Trabajo

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Revista Nº 138

(teoría)

Ignacio Paz*

Algunas reflexiones propuestas por la escuela económica del Capitalismo Cognitivo. Traducción del texto de Carlo Vercellone, sobre este tema, correspondiente a su libro “Capitalismo Cognitivo (el conocimiento y las finanzas en la época posfordista)”. Abril 2006.

Introducción de Ignacio Paz

Las ideas que vamos a reproducir se inscriben en la compleja e históricamente cambiante relación Capital –Trabajo, contradicción basal del modo de producción capitalista y del sistema en su conjunto.

Estas ideas, si bien expresadas desde la óptica teórica y analítica de la Economía Política del Capitalismo, tienen como objetivo ingresar de pleno en el debate sobre un posible mundo poscapitalista. Este debate adquiere características siempre renovadas, y en el caso del momento actual se agregan a la crisis general del sistema capitalista generada por sus contradicciones  genéticas los efectos devastadores que la pandemia del Covid 19 ha provocado en el mundo, agravando aún más la crisis económico social y política existente, exacerbando la mencionada contradicción Capital –Trabajo.

La relación Capital-Trabajo, piedra angular del modo de producción capitalista ha atravesado distintos momentos históricos, con un común denominador, la subordinación del Trabajo al Capital. A esa subordinación los economistas y filósofos han llamado “subsunción” (subsunción que significa “subordinación” pero también “inclusión”)

En la etapa del capitalismo mercantil, previa a la manufactura como proceso dominante, el artesano, dueño de su capacidad de hacer, dependía del dueño de las herramientas, que proveía además los insumos y demás elementos, para concretar el trabajo. Pero esa subordinación o subsunción era “formal”, ya que era el artesano el que fijaba las características de su trabajo, los tiempos, su diseño. La instalación de la manufactura industrial y a posteriori, los métodos, llamados fordistas, de planificación, sectorización y división social del trabajo, alejaron cada vez más a los trabajadores del producto de su trabajo, de su diseño, de los modos y técnicas de producción. Esta nueva etapa fue denominada de “subsunción real”. Ya no eran los productores quienes decidían qué, cómo y cuándo hacer, sino que la nueva división social del trabajo distinguía entre el aspecto manual (a cargo de los obreros) y el intelectual (a cargo de una élite pensadora que elabora desde el diseño hasta los modos, técnicas y sectorización) cuya actividad está regida por los intereses del capitalista. Es decir una subordinación real.

La tesis del pensamiento denominado “capitalismo cognitivo”, expresada por Carlo Vercellone, uno de sus fundadores, es que el desarrollo histórico del conocimiento y su difusión ha seguido un proceso, de alguna manera previsto por Carlos Marx en su obra, en el que el General Intellect (o intelectual colectivo), ha puesto nuevamente el conocimiento en manos de los productores (en realidad en sus cerebros) y dichos conocimientos han pasado a convertirse en una fuerza productiva directa. Nueva fuerza cuyos portadores se amplían cada vez más, para la conversión en una fuerza social poseedora del saber (como era el caso histórico de los artesanos pero, dialécticamente, en un nivel superior). En esta nueva instancia, el trabajadxr “lleva en su cerebro sus conocimientos y no es factible de ser despojadx de ellos. ¿Desaparece entonces la subsunción? ¿Es nuevamente formal?  La lucha de clases asume nuevas formas. El saber se difunde, se hace social, pero la propiedad sigue siendo privada. El conjunto de lxs trabajadorxs actúa con y sobre el conocimiento todo el día. Se borran las divisorias entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio. ¿Cuál es el tiempo de trabajo necesario? ¿Cuál es tiempo excedente? El capital se apropia de los resultados del conocimiento, bajo distintas formas (licencias, regalías, derecho de propiedad intelectual), pero ya no será una subsunción real. Hacia allí se desplaza un nuevo escenario de la lucha de clases. Sería una suerte de subsunción formal, o tercera fase de subsunción, en donde el saber (hoy difuso) y depositado en manos del productor (hoy la sociedad en su conjunto), no le puede ser enajenado al poseedor. Pero éste, al igual que el antiguo artesano, queda ligado al capital por razones monetarias en el proceso de circulación.

Es aquí, donde ingresa Vercellone, diagnosticando una nueva etapa histórica, ya abierta y con futuro, que ubica al conocimiento en el centro de la escena, como nueva fuerza productiva directa, que habrá de modificar sustancialmente la calidad de la relación Capital-Trabajo.

Los dejo con Carlo Vercellone, quien, sobre la antinomia Capital-Trabajo, escribe lo que sigue, como parte del libro citado, en 2006:

“En el libro 1º. de El Capital, Marx circunscribe su análisis de las transformaciones de la división social del trabajo a las etapas que conducen de la cooperación simple y de la manufactura a la gran industria.  Este esquema, podría erróneamente, ser considerado como un juicio sobre el carácter ineluctable de la tendencia a la subsunción real. Si así fuera, esta interpretación de El Capital, favorecerá una lectura del límite del desarrollo capitalista de las fuerzas productivas que pone el acento sobre la anarquía del mercado provocada por la contradicción generada por los conflictos que atraviesan la división capitalista del trabajo. No obstante, en toda la obra de Max, la crítica de la división capitalista del trabajo y el análisis de los conflictos de los cuales ella es el eje, representan el corazón de su aproximación a la crisis y a la dinámica que habrían de conducir al Capital a actuar en el sentido de “su propia disolución en cuanto forma que domina la producción” (Grundisse. El capítulo del Capital. VII. Tr franc 1980. Pag188)”

“…En su lectura acerca de la división capitalista del trabajo, Marx reconoce un rol central a la lucha por la socialización de la instrucción, cuya finalidad (“abolición de la vieja división del trabajo”) es diametralmente antitética a la dinámica de la subsunción real (ibidem pag 535) (Esta visión anticipa el concepto gramsciano de “hegemonía” y la problemática de su conquista por parte del asalariado.)  En este sentido es posible afirmar que, para Marx, el desarrollo de una escolarización de masas era una de las condiciones esenciales que habrían de permitir a los asalariados acumular un saber “tecnológico teórico y práctico” adecuado al nivel alcanzado por el desarrollo capitalista de la división técnica y social del trabajo y en condiciones, al mismo tiempo, de emprender su superación.”

“En realidad es bajo el empuje de una dinámica conflictual y no sólo por la necesidad de adaptar el sistema de la formación a las exigencias del mercado de trabajo, que el Estado ha sido conducido a desarrollar progresivamente la enseñanza pública, socializando una parte de los costos de la reproducción de la fuerza de trabajo por fuera de la lógica mercantil.  La escolarización de masas y el desarrollo de una intelectualidad difundida, harán de hecho del sistema educativo un lugar central de la crisis de la relación salarial fordista. El rol clave atribuido a la temática del desarrollo de un sector “socializado y gratuito” de la enseñanza en los conflictos inherentes al control de la “potencia intelectual de la producción”, es, entonces, en nuestra opinión, un elemento esencial de la elaboración marxista de la hipótesis del General Intellect.

Marx analiza las implicancias de la subsunción real que reduce el trabajo de los obreros a una “simple abstracción de actividad”.

“No obstante, en los Grundisse, contrariamente a lo que se deduce del Libro 1º.de El Capital, continúa considerando la dinámica de la división del trabajo, susceptible de llevar a una recomposición de la ciencia y del trabajador colectivo. En esta perspectiva sugiere cómo, la profundización misma de la lógica de la subsunción real puede crear ciertas condiciones favorables a una reapropiación colectiva de los saberes en la medida en que el trabajo vivo tiende a convertir una parte de su plus trabajo en tiempo libre.” “… El aspecto que aparece importante subrayar es que el punto de partida del análisis del General Intellect reenvía a una transformación preliminar de la calidad intelectual del trabajo vivo, o sea a la formación de una intelectualidad difundida. Esta nueva configuración de la relación Capital-Trabajo da impulso al inicio de una nueva fase de la división del trabajo en la cual “el desarrollo del capital fijo, muestra en qué medida el saber social general, el conocimiento, se ha transformado en fuerza productiva inmediata y entonces, hasta qué punto las condiciones del proceso vital de la sociedad han pasado al control de la inteligencia general, y remodeladas de acuerdo a ella.”(Marx 1857-58 trad. fr 1980 pag. 194). Estas mutaciones ponen en discusión los principales pilares sobre los cuales se apoya la economía política del capitalismo industrial.”

“Desde el momento en que el saber y su difusión, se afirma como principal fuerza productiva, la relación de dominio del trabajo muerto sobre el trabajo vivo, entra en crisis y “el trabajo no se presenta ya más como incluído en el proceso productivo, en cuanto es, más bien el hombre, quien se ubica como supervisor y regulador con relación al proceso productivo mismo” (ib trad fr p.193)

“…El principal capital fijo es el hombre mismo al decir de Marx ( ib pag 725) que anticipa una lógica de desarrollo accionada desde el saber  con una aproximación mucho más rica y compleja que aquella de la representación reduccionista de las “nuevas teorías del crecimiento endógeno…”.

“La ley basada sobre la medición de los tiempos de trabajo inmediatamente dedicados a la producción, entra en crisis” “…es el desarrollo del individuo social lo que se presenta como gran pilar de la producción y la riqueza”  “ …En el interior de esta transformación el trabajo, en particular bajo la forma de saber, subsiste no obstante como la principal fuerza creadora de riqueza, pero no puede ser medida sobre la base del tiempo de trabajo directo dedicado a la producción.”

“En aquello que podremos llamar el pasaje histórico del valor tiempo de trabajo al valor saber, la tradicional oposición entre trabajo y no trabajo, pierde todo fundamento en cuanto “el tiempo de trabajo inmediato en sí mismo, no puede más continuar en antítesis abstracta con el tiempo libre…tiempo libre que actúa como máxima fuerza productiva sobre la fuerza productiva del trabajo” (ib trad fr p.199).”

“Luego de la subsunción formal y la subsunción real, la emergencia histórica de la figura del trabajador colectivo del General Intellect, puede entonces ser interpretada como punto de origen de un nuevo estadio de la división y de una crisis de transición muy compleja marcada por dos contradicciones: la primera resultado de la contradicción entre la mutación de  la noción de trabajo productivo ligada a una economía fundada sobre el rol motor del saber y (la segunda ip) la lógica del capital por la cual “la tendencia es siempre, por una parte aquella de crear tiempo disponible, y por la otra de convertirlo en trabajo excedente” (ib trad.fr.p196)

“…Al mismo tiempo, prolongando el pensamiento de Marx, se puede afirmar que el desmoronamiento de las fronteras tradicionales entre trabajo y no trabajo, ligado al carácter siempre más inmaterial e intelectual del trabajo, conduce a una extensión de los mecanismos de extracción del plusvalor sobre el conjunto de los tiempos sociales que participan en la producción social.”

“…De este modo, la subsunción del trabajo es nuevamente formal, en el sentido que se apoya esencialmente sobre la relación de dependencia monetaria del asalariado dentro del proceso de circulación” “…Esta subsunción del Trabajo al Capital, es nuevamente formal, desde el punto de vista del proceso laboral. Pero, a diferencia del saber-hacer de los antiguos artesanos, los saberes vivos de la intelectualidad difusa no pueden hoy ser “expropiados”, desde una lógica smithiana (se refiere a Adam Smith padre de la economía política clásica. IP) de la división del trabajo, que ha encontrado su culminación en los principios taylorista y fordistas de organización del trabajo. “…Y una expropiación de ese género no se podría efectuar sino al precio de una rebaja del nivel general de formación de la mano de obra. Nivel que es reconocido como la fuente de la riqueza de las naciones y de la competitividad de las empresas.”

“…En el trabajo cognitivo productor de saber, el resultado del trabajo permanece de hecho incorporado en el cerebro del trabajador y por lo tanto, inseparable de su persona. Esta es la razón de las presiones ejercidas por las empresas para obtener un reforzamiento de los derechos de propiedad intelectual y reciclar una nueva fase de acumulación primitiva del capital, y de los mecanismos sociales de circulación del conocimiento.

“…En la medida que, en los bienes intensivos en conocimientos, el tiempo de trabajo directo empleado en su producción, resulta insignificante o extremadamente bajos, estos bienes deberían ser cedidos gratuitamente. En cambio, la solución hallada por el capital es de relanzar los derechos de propiedad intelectual a fin de retirar anticipadamente rentas de monopolio. Esta estrategia contradice los principios mismos sobre los cuales los padres fundadores de la economía política habían justificado teóricamente la propiedad privada y la eficiencia de un orden concurrencial (para lograr la abundancia de bienes IP). De hecho, es a partir de ahora, que la propia creación de la propiedad es la que genera la escasez.”  “…Sería lo que Marx (e incluso un economista clásico como Ricardo) calificarían como una modalidad artificial para mantener la supremacía del valor de cambio (que se basa en las dificultades de la producción), contra la riqueza, que se funda, en cambio, sobre la abundancia y el valor de uso, y en consecuencia sobre la gratuidad.”

“En el capitalismo del General Intellect y del valor-saber, la relación Capital-Trabajo es expuesta a dos nuevas fuentes de conflicto: por una parte y en razón del desmoronamiento de las fronteras tradicionales entre la esfera de la reproducción y aquella de la producción directa, la explotación del valor de uso de la fuerza de trabajo se extiende sobre el conjunto de la jornada social;  por la otra parte, la tentativa del capital de mantener en vigor la ley del valor-tiempo de trabajo directo, pese a su crisis, conduce a la desocupación y a la desvalorización de la fuerza de trabajo. De ahí, la paradoja actual de la miseria en el seno de la abundancia, en una economía en la cual la potencia y la difusión del conocimiento entra en contraste con una lógica de acumulación en la cual se diluyen las fronteras entre renta y ganancia, mientras las nuevas relaciones de propiedad sobre el saber, obstaculizan el progreso a través de la creación de una penuria artificial de los recursos.”

“En conclusión, en el capitalismo cognitivo, la relación Capital-Trabajo, se presenta como la oposición de dos lógicas entre las cuales, parece no posible, ya, restablecer una dialéctica de lucha-desarrollo:

  • Por una parte, la lógica de la acumulación del capital que en su tentativa de mantener artificialmente en vigor la ley del valor, asume una naturaleza siempre más parasitaria, hasta llegar a bloquear las fuentes mismas del proceso de difusión y de acumulación del saber
  • Por la otra, la lógica de una nueva figura del trabajador colectivo, la intelectualidad difusa, en cuyo cerebro existe todo el saber acumulado de la sociedad, y que contiene el conjunto de los prerrequisitos de una autogestión de las condiciones y de la finalidad social de la producción.”

*Ignacio Paz, economista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

Una respuesta a “La relación Capital-Trabajo”

  1. Compartimos un comentario sobre la nota, enviada por un amigo-lector, vía mail:

    “Ciao Ignacio,
    ho letto il testo è la tua presentazione come la scelta degli estratti mi sembra davvero perfetta. Non so davvero come ringraziarti, è il tuo messaggio e questa pubblicazione sono per me davvero un prézioso regalo di Natale in questo periodo un po’ difficile da tutti i punti di vista.”

    (He leído el texto de tu presentación como elección extractada que me parece verdaderamente perfecta. No sé realmente, como agradecerte, y tu mensaje y esta publicación son para mi, verdaderamente, un precioso regalo de Navidad en este período un poco difícil desde todo punto de vista.)

    “Se scrivi una presentazione della “Legge dell’economia della conoscenza” sarei davvero felice di averla. Ho cercato anche un po’ su Internet e, se ho capito bene, il suo dispositivo pricipale è un sistema d’incitazioni fiscali alle imprese, ma sarei felice di poter leggere qual’è il punto di vista di Tesis.”
    (Si escribís una presentación de la “ Ley de la economía del conocimiento” estaría verdaderamente feliz de tenerla. He buscado incluso un poco en internet y, si he comprendido bien, su dispositivo principal es un sistema de promoción fiscal para las empresas, pero sería feliz de poder leer cual es el punto de vista de Tesis.)

    Tanti auguri di Buon Natalee di un felice annop nuovo a te e ai toi cari,
    Carlo

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