En la semana que transcurrió apareció con más claridad la pugna entre los dos proyectos de país. Uno del gobierno, inclusivo, solidario y presente, decidido a proseguir con la política sanitaria, cuidar la salud de los argentinos y poner en marcha medidas de atención de los sectores más vulnerables. Con planes para impulsar la producción, crear trabajo y crecer. Y otro el de una derecha que diseminando miedo y odio se empecina en crear una crisis de legitimidad y afectar la gobernabilidad del gobierno elegido democráticamente. Impulsa, en nombre de la libertad solo con sentido individual, la ruptura de la cuarentena, sabotea el funcionamiento del parlamento y deteriora la democracia. Acción que realiza por mandato y al servicio de los sectores económicos concentrados, junto con los medios hegemónicos y una parte de la Justicia. Estrategia coincidente con los manuales de desestabilización, igual que en algunos otros países de América latina.
Varias son las importantes medidas implementadas por el gobierno. Destacamos algunas:
-El acuerdo logrado con el 99% de los bonistas, que despeja por más de cuatro años los compromisos de pago, que permite destinar fondos a inversiones productivas e impide los juicios por parte de fondos buitres.
-El DNU que declara servicio público a la telefonía celular, internet y la televisión y congela las tarifas de esas prestaciones hasta el 31 de diciembre. De esta manera para aumentar las tarifas las empresas deberán solicitar autorización del Estado y presentar esquemas de costo que lo justifiquen. Se determinará características de una “tarifa básica” que deben ofrecer las empresas, en forma obligatoria.
-Se sigue implementando crédito para las Pymes, con períodos de gracia, tasas bajas, hasta líneas con tasas al 0%.Se continúa con el IFE a familias y otras líneas de ayuda económica y alimentaria para paliar los efectos generados por la pandemia.
-En el día de la Industria, el Presidente Alberto Fernández anunció la decisión de una política de desarrollo industrial. Créditos por 455.000 millones de pesos para reactivación productiva de Pymes y de cambio estructural. La creación de un sistema de Banca de Desarrollo.
-La implementación de planes para el desarrollo científico. La producción en conjunto con México de la vacuna contra el COVID-19. El lanzamiento del satélite nacional Saocon 1B, que involucró la producción de decenas de industrias pymes y que suministrará valiosos datos para la producción, control del espacio marítimo, el seguimiento de catástrofes, como incendios, inundaciones y demás. El anuncio de la ampliación y diversificación del desarrollo satelital.
-El envío para su discusión al parlamento, del proyecto de reforma judicial. Y el proyecto de “aporte solidario extraordinario” sobre las grandes fortunas de las personas. Significa un aporte de cerca de 300.000 millones de pesos, que será dedicado a mejorar el sistema sanitario, infraestructuras de los barrios carenciados, becas, apoyar pymes, financiar el plan PROGRESAR y equipar y hacer obras en YPF.
Mientras el gobierno y sectores preocupados por salir de la crisis y poner en marcha el país, presentan estos proyectos a discusión en el Parlamento, algunos en coordinación con las organizaciones sindicales y sociales, ¿qué hace la derecha? Con sus medios hegemónicos de información, organiza marchas para romper la cuarentena, sabotea la discusión en el parlamento, lanza consignas golpistas y de supuesto caos. Desconoce la voluntad popular expresada en las urnas y pretende mantener sus políticas neoliberales aplicadas por el gobierno de Macri que dejaron un país en crisis total. Hay que hacer oír el repudio popular. Lograr pronunciamientos que avalen las medidas positivas y avanzar en la organización para enfrentar las acciones que pretenden condicionar al gobierno, doblarle el brazo y si pueden voltearlo. Solo la acción y participación popular garantizará un curso democrático y popular.