Elecciones presidenciales: Celebrar el triunfo

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Los resultados de las elecciones celebradas el domingo 25 de octubre fueron claros. Daniel Scioli se impuso en la primera vuelta, con más de 9 millones de votos. Sin embargo, el oficialismo no festejó su triunfo. Esperaba resolver la pugna presidencial en la primera vuelta y ese objetivo no se logró.

Primero, porque no superó la marca exigida de los cuarenta puntos del total de votos positivos. Segundo, porque la distancia que logró con la segunda fuerza, fue menor a los diez puntos, también exigidos para dar por resuelta la compulsa en esta instancia.

Los números no respondieron a las expectativas que se habían generado de una lectura optimista de las encuestas previas y por eso sorprendieron, aunque estaban dentro de las posibilidades más conservadoras.

Víctima de su propio entusiasmo, el oficialismo vivió el recuento con un sabor amargo. Aupado en el alto prestigio de la Presidenta y en la sucesión de éxitos electorales que lo acompañaron casi siempre en doce años, los hombres y mujeres del Frente para la Victoria descontaron el triunfo en la primera ronda y dedicaron sus mejores esfuerzos a imaginar sus posicionamientos singulares en la próxima etapa institucional.

La inesperada pérdida en la provincia de Buenos Aires y en muchos distritos tradicionalmente gobernados por el peronismo, fue un duro recordatorio de que las elecciones hay que ganarlas en la pelea voto a voto, convenciendo a los electores con la propia propuesta.

Muchos olvidaron que antes de cocinar el conejo hay que cazarlo. Todavía se está a tiempo de hacerlo y se cuenta con una buena base para lograrlo. Pero debe quedar claro para todos los ciudadanos habilitados para votar, qué está en juego en esta elección. Lo dijo Scioli, son dos modelos de país. Incluso de pensar los cambios que se requieren de cara al futuro. “La palabra cambio entusiasma, es muy linda, pero a la hora de la verdad yo sé qué cambio quiero, no un cambio para atrás. Yo sé interpretar, comprender ese reclamo y me voy a esforzar por sumar la mayor cantidad de voluntades”, dijo.

Por eso fue oportuna la inmediata decisión de proponer un debate entre los dos candidatos, aunque no quede claro qué posición pública sumirá Macri, que a última hora viene descubriendo las virtudes del peronismo. Como lo señaló también Scioli  cuando se preguntó con quién debatirᔿCon el que dijo que estaba a favor de pagarle a los fondos buitre y que estuvo en contra de la recuperación de los fondos de las AFJP? ¿Con el que estaba en contra de la recuperación de Aerolíneas y de los ferrocarriles?”, o el que ahora dice que está bien la Asignación Universal por Hijo y que hay que ampliarla.

La lista podría seguir. Pero más allá del debate entre los dos candidatos, importa el mano a mano de los hombres y mujeres de nuestro pueblo, que tienen en su poder la posibilidad de definir esta elección a favor de seguir construyendo más justicia social, más soberanía política y más independencia económica.

Poco más de siete millones de electores votaron en esta primera vuelta por otros candidatos, que ya quedaron en el camino. Ahora pueden definir el resultado final a favor de uno u otro. La mayoría quiere un estado presente en la economía, resolviendo a favor del desarrollo nacional y de los trabajadores. La mayoría sostiene la necesidad de seguir haciendo justicia y no olvidar los crímenes atroces de las dictaduras cívico-militares. La mayoría apuesta a la integración regional para adquirir mayor autonomía frente a los grandes poderes del mundo. La mayoría quiere más derechos y no retroceder ni un paso en los logros de esta Argentina más inclusiva.

Paritarias libres, recuperación ferroviaria, YPF estatal, defensa de la industria nacional, más universidades públicas, refuerzo de la investigación científica, desarrollo tecnológico nacional, freno a los buitres. ¿Quién está en contra de esto? Sólo las minorías antinacionales del privilegio que lucran con el sometimiento nacional y fueron los cómplices civiles de la dictadura. Por supuesto también algunos despistados, que desconocen sus propios intereses.

Interpelar a todos y a cada uno de ellos con argumentos, con alegría y entusiasmo, con firmeza y tolerancia, con ejemplos sencillos de todos los días, no es tarea que pueda hacer Daniel Scioli o cualquier otro candidato. Ese es el lugar del pueblo movilizado, participativo, organizado, que disputará puerta a puerta un futuro mejor para todos.

Lic. Gerardo Codina

Secretario Corriente Nacional Konfluencia Popular

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