El adiós a un poeta. Ernesto Cardenal

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Revista Tesis 11 Nº 133 (04/2020)

(homenaje/poesía)

Horacio Ramos*

Cálido homenaje al querido, admirado y respetado Ernesto Cardenal. Sacerdote, poeta, militante revolucionario y paradigma del hombre nuevo.

Había nacido en 1925 en Granada (Nicaragua), pero se crio en León, ciudad de la infancia de Rubén Darío. Esto reafirma lo que siempre rescata la leyenda popular: Nicaragua es tierra de poetas. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 1952 fundó la Editorial “El Hilo Azul” y también una librería, desde la que dio un serio impulso a la poesía nacional. Pleno de ideales libertarios, en 1954 participó del movimiento armado contra la dictadura de Somoza (padre), en la denominada “Rebelión de Abril”. A mediados de los años `60 ingresa en la abadía trapense “Nuestra Señora de Getsemaní”, en Kentucky, Estados Unidos. Allí, tuvo como maestro de novicios al reconocido escritor y sacerdote Tomás Merton, quien influyó decididamente en su formación humanística.

En 1965, ya convertido en sacerdote, fundó la comunidad cristiana de pescadores y artistas en una de las islas del archipiélago de Solentiname. Por esos años viajó a Cuba y en 1972, escribió su hermoso libro “En Cuba” en el que cuenta su experiencia en la tierra de José Martí, circunstancia que le provocó esta reflexión: “Cuba, es el Evangelio puesto en práctica”. En la etapa que oscila entre 1970 y 1980, fue uno de los ideólogos de la Teología de la Liberación, junto con el celebrado cantante Carlos Mejía Godoy; al respecto, es necesario recordar que su incorporación al Frente Sandinista de Liberación le ocasionó la condena de Juan Pablo II que lo privó de su ejercicio sacerdotal, prohibición que fue remediada por el Papa Francisco, quien le restituyó aquella función pastoral. Al asumir el poder la Revolución Sandinista en 1979, fue nombrado Ministro de Educación, cargo que ocupó hasta 1987. Ernesto Cardenal falleció el 1 de marzo de 2020 a los 95 años, en Managua, capital de Nicaragua.

Ernesto de Nicaragua

(poema)

Horacio Ramos

Como surge de lo escrito por San Lucas

Jesucristo les dijo a los Apóstoles

“el que tiene dos túnicas, dé al que no tiene;

y el que tiene qué comer, haga lo mismo”.

Por eso fue que en tierra de Sandino,

Ernesto Cardenal de gorra y barba,

con el aire recoleto de la Tapa de Getsemaní

(donde Kentucky se recuesta al oeste del Misissipi)

descubrió que los hombres no serán hijos de Dios

si antes no son hombres plenamente es decir

se trata de que reine en serio la Igualdad

como en la epístola a los Corintios sermonea San Pablo;

pensó entonces que allí en Solentiname isla pequeña

(cuyas piedras alumbran el Gran Lago)

podría modelarse la comuna ideal pura de pureza

donde la propiedad privada durmiera en el museo

las clases sociales se estudiaran como parte del pasado

y los hermanos compartieran el pan, la miel, la leche,

y juntos gozaran los silencios y la paz reflexiva

esto es, lograr el paraíso prometido en este mundo

y celebrar la Epifanía con San Juan de la Cruz,

mientras el sueño esperanzado que aún vive

en Carlos Marx

regresa en la oración que alumbra con el alba;

pero Somoza y sus gorilas made in usa

(eso sí, en nombre del occidente cristiano)

en salvaguarda de las buenas costumbres

la moral, la familia y otras yerbas,

invadieron la isla destruyeron el Cristo de los Pobres

preocupados en prohibir el Evangelio subversivo.

A partir de aquel día, el bueno de Ernesto,

agregó para siempre al final de sus rezos,

un nuevo amén que pronuncia sosteniendo la sangre,

con lágrimas que duelen cuando borran la risa de los niños,

o sea, simplemente, patria libre o morir.

*Horacio Ramos, escritor, poeta, periodista, cofundador y colaborador de Tesis 11.

Una respuesta a “El adiós a un poeta. Ernesto Cardenal”

  1. Sentido y hermoso poema y manifiesto de Horacio Ramos, escritor, poeta y amigo de la Ciudad de Avellaneda. Un abrazo a la distancia de Alberto fortunato

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