EFECTO TEQUILA versus SUB-PRIME. O dime cómo enfrentas las crisis y te diré quien eres.

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Dossier sobre la crisis mundial (artículo 7 de 7).

MAIER BERGHOLCZ*

El propósito del autor es el de realizar un ejercicio de cómo surgieron las crisis económicas que asolaron a la región y en especial a nuestro País, cual ha sido la responsabilidad de los respectivos gobiernos en su tratamiento para resolverlas y cuales las consecuencias para el país y en particular para los sectores populares.

PARTE 1

El propósito de esta nota es el de realizar un ejercicio de cómo surgieron las crisis que asolaron a la región y en especial a nuestro País, y cual ha sido la responsabilidad de los respectivos gobiernos en su tratamiento para resolverlas. No está demás recordar que las crisis constituyen un estado normal del capitalismo, ya que mediante las mismas tiende a resolver su contradicción  insalvable entre las fuerzas productivas que tienden a desarrollarse y las relaciones de producción que las contienen. Así, se destacan la denominada gran depresión de EEUU del año 1930, con la consiguiente destrucción de fuerzas productivas y la quiebra del sistema bancario, y la Gran Crisis actual, que se exteriorizó en el año 2008 en los EEUU, cuando los deudores hipotecarios no pudieron pagar las hipotecas de  sus viviendas, otorgadas por los Bancos con los fondos provenientes de la sobrevaloración financiera, o dicho más coloquialmente, de la burbuja financiera, que ha sido la característica de esta gran crisis, que ha arrastrado a la Unión Europea, y en especial a sus eslabones más débiles,  que realizan ajustes en contra del nivel de vida de la población. A su vez, los gobiernos tratan de resolver la crisis mediante la inyección de billones de dólares y euros, para fondear a los Bancos sobrevivientes, y de nuevos préstamos para los Países endeudados,

EN ESTA OCASIÓN, LO QUE TAMBIÉN SE HA DESTRUIDO ES LA SOBREVALORACION FINANCIERA, PRODUCTO DE LA ECONOMIA ESPECULATIVA MUNDIAL, DE LAS GRANDES CORPORACIONES, FRUTO DE LA DESREGULACION FINANCIERA, Y DE LAS CONTRADICICONES INSALVABLES DEL REGIMEN CAPITALISTA.  (ver artículo del Lic Isaac Grober en este número).

Volviendo al objetivo de nuestra nota, queremos analizar, en forma objetiva, con que medidas han sido tratados los efectos de la presente crisis en nuestro país, y comparar con el tratamiento de otras crisis por los gobiernos neoliberales y conservadores, y para ello comenzaremos con el llamado:

EFECTO  TEQUILA

Han pasado 15 años  del llamado “efecto tequila”,  que dejó sus huellas imborrables sobre la economía y el pueblo argentino. En tal sentido vale la pena  confrontar cómo el gobierno de aquel entonces, encabezado por Menen y Cavallo, encaró la crisis, lo que repercutió inmediatamente  en la vida de los trabajadores, sectores medios del campo y de la Ciudad, con cómo encaró el gobierno encabezado por Cristina Fernandez de Kirchner la crisis internacional más devastadora desde el crac del 29, desatada a fines del 2008  y 2009, en los Estados Unidos y en la Union Europea.

1) Breve reseña del  “efecto” Tequila.

Tal como deriva de su nombre, la crisis tuvo su arranque en México, a fines del mes de diciembre de 1994, a 20 días de la asunción del gobierno de Ernesto Zedillo. Es de hacer notar que el gobierno anterior, de Carlos Salinas, había emprendido medidas de corte conservadora, neo liberal,  similar a las tomadas en estas pampas por la dupla Menen Cavallo: Privatizaciones, desregulación total de la economía, endeudamiento, y libre entrada y salida de capitales especulativos. En dicho lapso, el Banco Central de México perdió reservas por 10 mil millones de dólares y, en consecuencia, el nuevo gobierno mexicano,  ante la falta de reservas, resolvió devaluar el peso mexicano, que pasó de $ 3,40 a $ 8 por dólar en una semana. En aquel entonces, para socorrer al Gobierno mexicano y evitar que siga devaluando, el Gobierno de EEUU presta a México 20 mil millones de dólares, aportando el FMI otra suma similar, que conjuntamente con otros aportes redondearon la suma de 75 mil millones de dolares, para “salvar” a dicha economía. Es de destacar que esa crisis no afectó a los países capitalistas centrales, si afectó, en menor medida, a Brasil y Chile, pero  afectó en gran medida a nuestro País.

2) Cómo afectó a la Argentina

Es dable recordar que en los primeros años de gobierno del menemismo, la estrategia esbozada por su Ministro de Economía estrella, Domingo Cavallo, había establecido el régimen de convertibilidad, por el cual el dólar se mantenía por Ley a un peso, facilitando las importaciones a granel, siendo su consecuencia inmediata la desaparición de sectores industriales de la pequeña y mediana industria.  Este régimen se mantenía fundamentalmente con el endeudamiento externo,  el ingreso irrestricto de capitales financieros especulativos,  los ingresos del resto del desguazamiento del estado mediante las privatizaciones, y el congelamiento de paritarias y jubilaciones, factores que mantenían la inflación con valores cercanos a 1.6% anual.

2.1 Surgen las AFJP

Un factor importante a tener en cuenta, como causa inmediata de la crisis, ha sido   que, en julio de 1994, entró a regir el régimen de las AFJP, o sea la privatización del sistema jubilatorio, mediante la capitalización individual de los fondos de jubilación, por el cual su aplicación privó de los aportes  de  los trabajadores a la “caja” ( Anses),   desfinanciando al estado,  al tener este que hacerse cargo del pago de las jubilaciones normales,  y a la vez transfiriendo  pingues beneficios a los sectores mas concentrados de la economía, en especial a la banca, seguros y demás conglomerados  monopólicos, mediante un doble efecto: Por un lado, invertían dichos fondos en títulos públicos, con altas tasas de interés, endeudándose el estado con sus propios fondos, y valorizando ficticiamente capitales de sus empresas, como ocurrió en el caso  de Clarín, que de una valuación de sus acciones en  30 pesos,  pasó a costar $ 6, con la consiguiente pérdida de los fondos de los jubilados Por otro lado, mediante las  comisiones de un 35% que cobraban por sus “servicios”,  de los  aportes  de los  trabajadores,  constituyendo una verdadera confiscación al bolsillo del aportante. En una palabra,   se iba acumulando un coctel explosivo, que se manifestaba por un gran endeudamiento externo e interno,  un desfinanciamiento del estado, una disminución del poder de compra de los asalariados,  jubilados, y clases medias, una desocupación creciente.  etc.  En ese marco llegó el efecto tequila, que provocó la salida inmediata  de los fondos especulativos,  (hoy se llaman  fondos buitres).

Quedando expuesta en forma explícita  la deuda externa acumulada, para mantener el régimen de convertibilidad.

RESUMEN DE SUS CONSECUENCIAS

Veamos sus consecuencias en la Argentina. Para eso apelaremos al economista Daniel Muchnik, cuyas conclusiones aparecidas en el Diario Clarín el 18 de agosto de 1996, fueron definitorias:

“Los efectos del tequila en la Argentina:

1)     El PBI, en 1995, cayo el 4.4% y en el primer trimestre de 1996, descendió al 3.2%.

2)     Se fugaron 8.000 millones de dólares, y el País tuvo que ser socorrido mediante préstamos internacionales, que elevaron el endeudamiento público.

3) Aumentó 3 puntos el iva (pasó del 18% al 21%) y se tuvo que armar una red de seguridad del sistema bancario nacional.

4) Aumentó el desempleo, ascendiendo a 4.000.000 los desocupados y subocupados. (Según el Indec, en 1995 la desocupación alcanzaba al 18,4% y 16,6%, en los respectivos semestres).

5) Hubo una cadena de convocatorias y de quiebras empresariales.

6) Descendió  bruscamente el consumo, y la inversión mermó el 15.9%.

7) Reapareció el déficit fiscal con toda su fuerza…..agregando que fue una valla al crecimiento, y un motor de nuevos endeudamientos externos.”

SE DEBE RETENER EN EL ANÁLISIS, QUE LA CRISIS COMENZÓ EN MÉJICO CON UN ENDEUDADAMIENTO DE 75.000 MILLONES DE DOLARES.

MEDIDAS PROPUESTAS ENTONCES PARA SUPERAR LA CRISIS.

En este aspecto apelaremos a los documentos de la época, siendo el más relevante el informe de la Economía Argentina en 1995, producido por el Ministerio de Economía, en el cual hace referencia al Memorándum de Política Económica ante el Fondo Monetario Internacional, para la obtención del apoyo crediticio de esa Institución, durante 1996 y 1997, prometiendo el gobierno  alcanzar una tasa de crecimiento del 5% en 1996, en el marco de la convertibilidad y la estabilidad de precios, y afianzar el sistema financiero mediante la acumulación de reservas libres. Es importante destacar que en el mismo informe se reconoce que el sistema financiero argentino sufrió la pérdida de un quinto de los depósitos, “fenómeno de proporciones similares al que afectó a la economía de EEUU a lo largo de tres años durante la gran depresión”

Dicho crecimiento pretendido del 5% se basaba, según el informe, en disminuir la desocupación o sub ocupación, mediante ”la eliminación de“ las barreras que obstaculizan el fluir de la fuerza laboral y disminuir los costos laborales. En tal sentido iba la política de disminución de la “carga tributaria sobre el salario” mediante la rebaja de las contribuciones  patronales (tan necesarias en estos días) para financiar el 82% de la jubilación mínima. El programa fiscal se basaba en la contención del gasto público, y el aumento de la recaudación tributaria de la Nación, mediante la ampliación de impuestos regresivos, como el IVA, que pasó del 18 al 21 %, y la creación del famoso impuesto al cheque. Por supuesto, sin apertura de paritarias ni de aumento a los jubilados, y con el agregado a la reforma del régimen de salud, para evitar cargos mayores al estado.

Todas estas medidas, tomadas sobre la espalda de los trabajadores del campo y la ciudad, de las clases medias urbanas y rurales, con nuevos endeudamientos, con mega canjes, con sometimiento al FMI, le permitió al menemismo ir superando dicha crisis puntual, pero a la vez, ese tipo de medidas incubaba una de las  crisis más devastadoras. Esta iba a estallar en el siguiente gobierno de la Alianza, que había continuado con las mismas recetas del FMI, llegando al extremo de rebajar los sueldos de la administración pública, y de los jubilados, en un 13%, y además, suprimir los “gastos improductivos”, que en buen romance significaba no hacer nada para reducir la pobreza, y mejorar la inclusión social, llegando al extremo de confiscar los depósitos bancarios de los sectores medios de la población, y de llegar al default de la deuda externa, que había alcanzado un 160% del Producto Bruto Interno.

Resumiendo, podemos decir, que la metodología, que han tenido los gobiernos que adhirieron  al neoliberalismo, y al llamado Consenso de Washington, ha consistido en  deprimir el mercado interno, mediante el congelamiento de sueldos y salarios, en desregular la economía, disminuyendo el rol del estado, en sufragar el déficit fiscal permanente mediante  endeudamiento externo, sometiéndose a las recetas de los llamados Organismos Internacionales de Crédito, en facilitar la apertura de la economía, en detrimento de la industria local.

Con el estallido de la crisis en el 2001, se abrió una nueva etapa en nuestro país, que desarrollaremos a continuación.

PARTE II

La crisis del año 2001/2002 que asoló nuestro país, ha dejado una impronta en la mayoría del pueblo difícil de olvidar. Ha significado una transferencia brutal de ingresos de los trabajadores urbanos y rurales, de las capas medias  urbanas y rurales, a los sectores monopólicos  más concentrados de la economía,  mediante la llamada pesificación asimétrica, y del robo de los depósitos de los pequeños y medianos ahorristas. Muchos de los grandes depositantes  habían sido avisados  para que retirraran sus depósitos, antes de la instalación de los tristemente  populares “corralito” y “corralón”. , y lo más desastroso  ha sido  la desaparición de miles de  puestos de trabajo de la noche a la mañana. Decimos que es difícil de olvidar, pero los grandes medios periodísticos, se están encargando de que el pueblo se olvide, para que no se puedan comparar las realizaciones actuales con el punto de partida para medir una gestión, y sobre todo de los políticos, que fueron directamente responsables. de las consecuencias de sus políticas neoliberales y conservadoras, y que vuelven a ser blanqueados en la actualidad, para que puedan realizar las mismas políticas que nos llevaron al desastre.

A PARTIR DE 2003 SE REMONTA LA CRISIS

Todos los sectores económicos han reconocido que, a partir del año 2003, se ha ido superando la crisis autóctona del año 2001, los sectores que responden al neoliberalismo  atribuyen el resurgimiento de la economía al famoso viento de cola de las exportaciones agropecuarias, restándole todo mérito a la acción del gobierno.  Quisiera detenerme brevemente en este aspecto. Si lo quisiéramos simplificar, podríamos decir que, sin subestimar el tema de las exportaciones agropecuarias, el éxito del gobierno en remontar la crisis, estuvo centrado en realizar políticas totalmente diferentes de las realizadas por los gobiernos de la década del 90 y de los del período 2001/2003. A saber:

1)     Negociar la restructuración de la deuda externa, mediante una quita de un porcentaje significativo, que abarcó en todo el ciclo hasta el 91% de los acreedores.

2)     Se abrieron inmediatamente las convenciones colectivas de trabajo, se restituyó el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que estuvo congelado durante todo el periodo menemista y de la Alianza, se comenzaron a incrementar paulatinamente las jubilaciones y pensiones, se devolvió la quita del 13% de las jubilaciones y sueldos estatales.

3)     Se perfeccionó el aparato recaudatorio de la Afip, estableciendo todos los años records de recaudación. Esto permitió contar con superávit fiscal, y comenzar a acumular reservas en el Banco Central.

4)     Se ejecutaron  los presupuestos con una mayor erogación de “gastos improductivos”, llámese dinero destinado a la inclusión social.

5)     Se amplió considerablemente el presupuesto de educación.

6)     Se realizaron obras públicas en distintas provincias.

7)     En grandes rasgos, se volcó abundantes masas de dinero destinadas al consumo interno. Este resumen no agota las medidas tomadas durante el lapso 2003-2007, pero es importante destacar que las mismas fueron tomadas sin estar subordinadas a las directivas neoliberales del FMI, ya que no sólo no se tomaron nuevos préstamos, sino que se cancelaron las deudas que se tenían con el mismo. En este sentido, tenemos que decir que el tiempo ha probado que ha sido una medida correcta, pues al liberarse el País de sus imposiciones, ha sido clave para implementar políticas de desarrollo del mercado interno, y de exportar bienes con mayor valor agregado. Podemos resumir que en esta etapa, se comenzó a revertir algunos de los efectos negativos de la crisis del 2001.

PARTE III

LAS NUEVAS CRISIS

EL País había crecido  hasta principios del 2008, con las medidas detalladas, a tasas “chinas”, o sea al 8 o 9% anual. Pero una medida de gran trascendencia, como fue la de querer establecer las retenciones móviles de los productos agropecuarios, en especial la soja, pero sin medir la correlación política y el papel de los medios, con una mala comunicación y con deficiencias en la implementación, terminó frustrando una medida justa, habida cuenta que se gravaba la renta diferencial de la tierra. Esto en el contexto de altos precios especulativos internacionales que, incluso en el caso de bajar, dichas retenciones hubiesen bajado de manera tal que no perjudicaría a pequeños y medianos productores, como se probó en los meses siguientes, asunto que hoy está siendo discutido por la Federación Agraria. Esta situación derivó en una derrota política del Gobierno en las elecciones del 28 de junio del 2009, además de producir  efectos inflacionarios y repercusión en el nivel de empleo.

Por si fuera poco, a comienzos de octubre del 2008, aparece en el escenario mundial la crisis de gran envergadura, surgida  en los EEUU, y sucesivamente en la Unión Europea, descripta más arriba, que ha enviado al desempleo a millones de personas, a la pérdida de sus viviendas a miles y miles de familias, a la quiebra de Bancos y Cías de Seguros, que se consideraban inexpugnables, siendo la misma  superadora con creces  a la Gran Depresión del  año 30. Esta crisis la tratan de paliar con la inyección de billones de dólares y euros. (Recordemos el tequila, en que la crisis se originó por una deuda de “solo” 75.000 millones). Para medir los efectos de la misma, me parece oportuno hacerlo con la tasa de desempleo, que pasando del último trimestre del 2007 de un 7,5, durante el 2008 tuvo picos del 8.4 y en el tercer trimeste del 2009 llegó al 9.1, comenzando a bajar en las últimas mediciones al 7.8. Por supuesto que la nueva crisis afectó a la Argentina, sobre todo con las limitaciones de las exportaciones, la incertidumbre sobre el futuro, que se expresan en las limitaciones de las compras, y todas las consecuencias de la misma. Hoy en día los parámetros económicos muestran una recuperación sorprendente, que nadie osa desmentirlos, hasta tal punto que la economía no constituye agenda en los medios. ¿Como fue posible esta realidad? En primer lugar, a mi criterio,  ha sido el papel  del estado, al desarrollar políticas activas tendientes a preservar y crear nuevas fuentes  de empleo, a continuar con el desendeudamiento del país, a expandir el gasto “improductivo”, a seguir invirtiendo en Obras Públicas, en descomprimir las deudas de las Provincias, a nacionalizar empresas  como Aerolíneas Argentinas, pero, sobre todo,   una medida  fundamental como fue la estatización de las AFJP, que analizaremos a continuación.

LA ESTATIZACION DE LAS AFJP terminó con la sangría de los aportes de los trabajadores hacia manos de los monopolios, y permitió canalizar su fondo de garantía con  el cambio de sus inversiones a áreas más productivas, para apuntalar y otorgar créditos  para compras de bienes durables, para socorrer a la General Motor, lo que le permitió seguir operando en Santa Fe, mientras su casa central preparaba su cierre. Esta medida, muy criticada por algunos sectores progresistas, permitió no solo mantener la fuente de trabajo, sino ampliarla con nuevas inversiones, habiendose cancelado antes de tiempo gran parte del crédito otorgado. Pero, sobre todo, a permitido la jubilación de más de 2000.000 de personas, que hubiese sido imposible hacerlo con la vigencia del sistema de capitalización, y que, desde el punto de vista económico, vuelca al consumo una masa de dinero que contribuye a mantener fuentes de trabajo, con el consiguiente aporte de los trabajadores en actividad al sistema.

La frutilla del postre ha sido la ASIGNACION UNIVERSAL POR HIJO

de todos los trabajadores, ya sean ocupados o desocupados. Esta medida, única en América latina, es de una gran importancia económica, que va en el sentido más justo de enfrentar la crisis, al permitir la reducción de la Pobreza y la marginación, yendo en el sentido económico de desarrollar el mercado interno.

Otra medida importante ha sido EL PAGO DE DEUDA CON RESERVAS. Si bien el análisis de la misma excede esta nota,  podemos decir que la medida va en el mismo sentido de las medidas anticrisis enunciadas mas arriba, porque permite reemplazar una masa excedente de reservas, con muy bajo rendimiento, por fondos del presupuesto que se podrían emplear así en gastos “improductivos”, o evitar tomar prestamos en el exterior con la consabida tasa del 14 % o 15%.

MEDIDAS A COMPLETAR

Para finalizar esta nota, considero que lo realizado hasta el momento es muy importante, pero no suficiente para salir totalmente de la crisis y emprender  la salida definitiva de la pobreza y la marginación, que todavía  impera en grandes sectores de la población.

En tal sentido, está pendiente una Reforma Tributaria Integral, que permita una redistribución de la riqueza, que apunte a gravar las mayores rentas, comerciales, industriales y agropecuarias, y disminuir la presión sobre el consumo. Una reforma tributaria que además restituya aportes patronales sustraídos durante los gobiernos neoliberales y conservadores, y otros ingresos que permitan ampliar los ingresos de jubilados y pensionados.

Es necesaria una REFORMA FINANCIERA, que establezca que la banca sea un servicio público, que permita el acceso al crédito con tasas de interés razonables a todos los sectores de la población.

Es necesario reformular la política de concesiones para la explotación minera.

Es de gran importancia también enfrentar el serio problema inflacionario, generado principalmente por la monopolización de sectores básicos en la formación de precios, mediante acuerdos económico sociales entre el estado, la patronal, los sindicatos y las organizaciones de consumidores, que comprometan a los propios trabajadores en el control de este problema a nivel de las empresas.

Hay otras medidas que se encuentran ya en discusión parlamentaria, como la necesidad de declarar a la producción de papel para diarios de interés público.

Todo esto se tendrá que abrirse paso en lucha contra los sectores monopólicos y sus empleados políticos.

*MAIER BERGHOLCZ, CONTADOR PUBLICO.

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