Editorial semanal de Tesis 11: Lecciones aprendidas

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La solución política que dio el gobierno nacional al conflicto de la policía bonaerense, supuso una derrota para el proyecto destituyente que fogonean sectores económicos concentrados, medios hegemónicos, parte de la oposición política y una densa trama de intereses coaligados en el odio al movimiento popular. La decisión del gobierno desactivó en lo inmediato un grave conato de sublevación que podría haber trascendido los reclamos gremiales.

Pero ese éxito político inmediato no debe ocultar el dato estratégico de que operan activamente en nuestro país, como en toda la región, intensas fuerzas antipopulares que no se resignan a ceder sus privilegios y están dispuestas a jugar todas las cartas, incluso la ruptura del orden institucional, para alcanzar sus objetivos.

Trump lo expone crudamente. China es el rival geoestratégico y Estados Unidos debe actuar enérgicamente para contenerlo. Uno de los terrenos de esa disputa es nuestra región, de la que China es hoy el principal socio comercial y mayor inversionista directo, lo que amenaza en los hechos el predominio histórico norteamericano sobre el continente.

Por eso, ahora se da el paso de colocar al frente del BID un hombre de la derecha yanqui, violando la tradición de que estuviese en cabeza de un latinoamericano, con el objeto declarado de instrumentarlo en función de la recomposición de la influencia yanqui en nuestra América. Un designio frente al cual nuestro gobierno antepuso otra agenda infructuosamente.

Desde Tesis 11 hemos recapitulado en reiteradas ocasiones los componentes, motivaciones y condiciones que promueven la actividad de la coalición destituyente, que tiene tolerancia cero frente al gobierno popular. Es tiempo de dar otro paso. La hipótesis de un golpe no es un desvarío de un personaje senil, sino algo que debe considerarse seriamente a la luz de los acontecimientos de la última semana. Más allá de Duhalde y la policía bonaerense, un jefe de ejército de gira por las guarniciones para conmemorar a los caídos en el combate a la subversión, es un dato que no puede soslayarse.

Y, como advierten muchos dirigentes del campo popular como Yasky, Daniel Menéndez, Grabois o Catalano, no se trata solo de pronunciarse frente a esos manotazos, sino de ganar la calle para defender lo que tanto ha costado conseguir. La conformación ahora de una instancia de coordinación en defensa del orden democrático en la que se elabore colectivamente un plan de acción que se pueda poner en marcha de inmediato ante cualquier desborde, debería ser la lección que brinde este conato policial abortado.

Cuando se desata el aluvión suele ser tarde para ver cómo atajarlo y el tiempo juega a favor de los que tomaron la iniciativa. La inacción y las dudas se transforman en sus aliados objetivos, aunque no lo sean. Aprendamos de Bolivia y no demos nada por sentado. Vienen por el gobierno democrático. Si no nos organizamos hoy para defenderlo, mañana podemos lamentar su pérdida.

Una respuesta a “Editorial semanal de Tesis 11: Lecciones aprendidas”

  1. Adriana Maria Gaviorno
    Sin duda es así. Y lo de la “vacancia” en Perú?

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