Editorial semanal de Tesis 11. EL INTENTO DE GOLPE ESTÁ EN MARCHA

Compartir:

Como  ocurre cada vez que la Vicepresidenta se explaya sobre la realidad nacional, un nuevo remezón lo provocó ahora la parcial pero indesmentible enumeración que hizo de pronunciamientos judiciales y llamativas omisiones del Poder Judicial, en particular las de la Corte Suprema. En esta disertación expuso todo un rosario de aberraciones jurídicas y fallos inconstitucionales pero indicativos de un curso que apunta a su inhabilitación política, a su proscripción y la generación de un cataclismo institucional.

Es una conclusión que también avalan personalidades de nota, entre ellos un jurista de reconocimiento mundial y ex integrante de esa Corte, como el Dr. Raúl E. Zaffaroni, que además de erudito en derecho, conoce de primera mano a los personajes involucrados.

De todos modos, este episodio no puede hacernos perder de vista que este mismo poder judicial fue y es sistemáticamente denunciado, y además probado con hechos, ser parte y por eso ser funcional al poder real, el que integra junto con el capital concentrado y las corporaciones mediáticas. No es casualidad que su actual vicepresidente, el Dr. Carlos Rosenkrantz, accedió a ese cargo mediante el decreto firmado por Mauricio Macri, siendo hasta ese instante abogado del multimedios Clarín. Luego, ante la generalizada reacción por lo inconstitucional del procedimiento, hubo que revertirlo, enviando el pliego al Senado. Esto en nada cambia su inhabilidad ética y moral para ejercer el cargo.

Si no perdemos de vista la existencia de esta cofradía antidemocrática y delictiva, concluiremos que es una obviedad el objetivo de las operaciones de los restantes socios y cómplices de esa sociedad.  Todos patean para el mismo lado. Para mayor claridad, ¿quiénes son y para qué se promueven los golpes de mercado, el financiero y el cambiario? Además de aspirar a ganancias astronómicas que se impulsan con una gigantesca devaluación y la retención de cosechas por el equivalente de miles y miles de millones de dólares (declaraciones de Gustavo Idígoras, titular de CIARA-CEC, Cámara de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales), no se liquida parte importante de las divisas por lo ya exportado, y no se detiene la sistemática remarcación de precios. Los precios y la desbocada inflación, además de usarse para apropiarse del excedente generado por el trabajo del pueblo, ahora se demuestra que, en manos de los formadores de precios, es también un instrumento para la lucha política.

Los grandes “popes” del agronegocio, primero despotrican contra las retenciones a la exportación e impulsan junto con otros la ampliación de la inédita brecha cambiaria, y ahora, Confederaciones Rurales y la Sociedad Rural Argentina, por boca de sus respectivos presidentes, pretenden para entregar lo retenido en los silobolsas, se les pague un diferencial que equipare sus precios en términos del dólar paralelo. Presionan, agitan, embolsan fortunas y desestabilizan, sin olvidar lo que contrabandean, sub y sobrefacturan, evaden impuestos y fugan capitales al exterior, lo que no les impide clamar contra el déficit fiscal y el gasto social.

Categórico: han convertido el derecho a la propiedad privada en un instrumento para el terrorismo económico y la subversión política. Ponen en juego la democracia y la paz social.

De lo que tratan es de crear en la ciudadanía y en el actual contexto de una realidad social y económica muy complicada, con una extendida porción de la población en situación de pobreza e indigencia, un estado de angustia, de incertidumbre y de temor al futuro, de convicción de la responsabilidad absoluta y exclusiva de este gobierno y del Frente de Todos por lo que acontece. De desgastar y degradar  la imagen de todos ellos ante las masas. De crear en ellas el deseo de que otros, con otra política, cualquiera sea, será mejor a la ahora imperante. Crear un estado de ánimo en el pueblo tal que le haga desear y bendecir un cambio de gobierno y, si llegara a ser posible, antes de las elecciones, a como dé lugar. Por eso también las campañas de odio y lo simbólico de las mortajas colgadas por las fracciones más ultras en la Plaza de Mayo, junto a la exhibición de una guillotina. Todo vale, incluido los tractorazos y los “lock-out” en la comercialización de productos agropecuarios, poniendo como pretexto hasta dificultades ya resueltas.

Son actos, gestos y discursos que, en aras de los mismos propósitos, el poder real los amolda y adapta a los cambios objetivos que presenta la realidad. Es lo que explica en los tiempos actuales la novedad de las fake news, verdadera avalancha mediática de mentiras, unas tras otras, de fábulas sustituidas por otras nuevas, a veces contradictorias, tan pronto el sustento de aquellas se hace añicos frente a la contundencia de la realidad.

En todo esto no somos originales. Antes, por caso en Brasil, con un golpe parlamentario derrocaron a Dilma Rousseff, encarcelaron a Lula y encumbraron a Jair “Messias” Bolsonaro. Rafael Correa, en Ecuador, fue enjuiciado y ahora exiliado en Bélgica, ni le permiten inscribirse como candidato. A Evo Morales hasta le fabricaron un hijo y deslegitimaron por fraude, nunca comprobado, su reelección. Hoy Lula y Gustavo Petro, el presidente electo de Colombia, están obligados por su seguridad a utilizar chaleco antibalas. Y si algo faltara para tener certeza de quienes son los autores y socios de estas aventuras, revisemos las recientes confesiones de John  Bolton, ex consejero de Seguridad Nacional durante la presidencia de Donald Trump, pero ocupado desde hace añares de estas mismas tareas.

Por si todo lo dicho fuera poco, ahora saltó a escena, volviendo por sus fueros, el ex carapintada Aldo Rico que, mediante un video, llamó a ex militares y miembros actuales de las FF.AA. a que se levanten contra el gobierno y den un golpe de Estado.

Es un proyecto, el golpista, al que también contribuye Juntos por el Cambio, brazo político del poder real. Testimonio de ello es la confesión de Luis Juez, senador por Córdoba, quien, interrogado por las propuestas de su espacio, con posterioridad a las elecciones de medio término, muy suelto de cuerpo aseguró que “no vamos a proponer nada. Lo que vamos a hacer es no dejarlos gobernar. Rechazar todo lo que propongan”. Por eso las mil vueltas para reunir quórum y avanzar en la sanción de leyes. Por eso esta derecha repudia abiertamente todo intento de diálogo, tal como lo han expresado abiertamente sus figuras más conspicuas: Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, los radicales Mario Negri y Alfredo Cornejo. Para Carrió todo consenso equivale a “traición”. Entre compinches, todo tiene que ver con todo. Nada es casual en el marco de un objetivo estratégico. Desembozadamente ahora reclaman “anticipar las elecciones”.

Es que no se trata sólo, para esta asociación ilícita y antidemocrática, de acumular en un solo puño la formalidad del poder político unido al poder real, sea por medio de un golpe o las elecciones, lo mismo da. Lo que no admiten es la disputa de poder con el pueblo y la existencia de representantes de los sectores populares en ninguno de los tres poderes del Estado. Gobernando dentro de ese marco, imponer de hecho y de derecho las leyes del “mercado”, que no son otra cosa que las leyes y el “sentido común”, las reglas. la subjetividad y la ética consustanciadas con el interés del capital concentrado. Quien  postule una concepción distinta, es descalificado por “populista”. Que nada ni nadie interfiera y se oponga a su poder y a su voracidad ante la posibilidad de ganancias. Lo reconoció Mauricio Macri: en caso de volver seguirán el mismo rumbo que el desplegado durante su gobierno, pero más rápido.

Para que lo descrito no quede en lo meramente testimonial, vale interrogarse sobre el qué hacer, cómo parar este proyecto de hecatombe para las mayorías, en particular las más vulnerables. Cómo revertir este rumbo.

Y aquí, como lo prueba la historia humana, no existe alternativa a la necesidad de construir un contrapoder popular, fuerza que alcanza su madurez cuando las organizaciones populares expresadas en  sindicatos, movimientos sociales, de Derechos Humanos, religiosas, de intelectuales, de artistas, de profesionales, de pequeños y medianos empresarios de la ciudad y del campo, en definitiva de todos los castigados y amenazados por el neoliberalismo, se involucren en la lucha por sus reivindicaciones más sentidas, junto al debate ideológico y cultural, y así eleven su conciencia. Actuando unidos y coordinadamente en contra del enemigo principal, que no es el actual gobierno, aún con sus falencias; peleando por sus derechos, los vigentes y los que faltan conquistar, por la vigencia y profundización de la democracia, por la participación del pueblo, porque le incumbe, en la toma de decisiones de interés público.

Mucho ayudaría el propio gobierno si impulsara con mayor decisión y más firmeza y premura las medidas que atiendan la emergencia, convocara a la movilización popular en respaldo de su política y recurriera con más frecuencia a la cadena oficial de medios para ilustrarla. Que ante la evidencia, la derecha y el poder real queden al desnudo y desairadas. Es imprescindible que los gobernantes de raíz popular terminen de asumir que, en el momento actual, los cambios necesarios son ineludiblemente confrontativos. Ya es suficiente con la experiencia de estos dos años y medio acumulada.

Resumiendo, organizar y orientar todo de modo tal que la voz de las organizaciones populares se imponga por sobre los intereses oligopólicos y sus expresiones políticas, mediáticas y judiciales.

Con vistas hacia este objetivo democrático y popular, es para celebrar la convocatoria de las centrales sindicales programadas para el próximo 17 de agosto. Sólo discrepamos con los laxos enunciados sobre los propósitos invocados, la falta de precisión sobre los responsables contra quienes nos enfrentamos y la extensión de tiempo fijada para llevarla a cabo. El clima está muy caldeado, hay mucha bronca y el hambre y la desesperación no  esperan. El enemigo, tampoco.

TESIS 11.

Deja una respuesta