Brasil. Un programa para cuidar la salud

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El programa “LA SALUD NO TIENE PRECIO” beneficia a 10,9 millones de personas con una línea de 17 medicamentos gratuitos de uso permanente para diabetes, hipertensión y asma

La mayoría (10,7 millones) son pacientes con diabetes e hipertensión. El total mensual de medicamentos del Programa que se distribuye por la red “Aquí tiene la Farmacia Popular” pasó de 853.000 personas en enero de 2011 a 4,1 millones en agosto de 2012, o sea una ampliación de los que acceden del 383%

Los medicamentos para diabetes e hipertensión son distribuidos gratuitamente a la población desde febrero de 2011, y para asma desde junio de este año. La ampliación tiene el objetivo de aumentar el acceso y disminuir el número de internaciones por asma y puso a disposición del público tres medicamentos para asma, beneficiando a 204.000 personas en tres meses.

En todo el país hay más de 20.000 farmacias acreditadas, entre públicas y privadas, que distribuyen los medicamentos. Para obtener los medicamentos disponibles en el Programa “Salud no tiene precio” el usuario necesita presentar CPF, documento con foto, y receta médica con fecha dentro del plazo de validez. Las personas con más de 60 años o con dificultades de locomoción están dispensadas de presentarse y el medicamento puede ser retirado con la colaboración de familiares y amigos

Farmacia Popular

En el último año el Programa “Farmacia Popular” de Brasil registró un crecimiento de 300% en el número de personas beneficiadas, pasando de 1,2 millones en enero de 2011 a 5 millones en agosto de 2012.

Creado en el 2004 para ampliar el acceso de la población a los medicamentos para las dolencias más comunes, el programa ofrece desde medicamentos gratuitos o descuentos de hasta un 90%. Son medicamentos para el tratamiento de dolencias como colesterol, osteoporosis, mal de Parkinson, además de anticonceptivos y pañales geriátricos.

El número de farmacias también aumentó. La participación de las farmacias privadas acreditadas creció de 14.000 el año pasado a casi 20.000 en el 20l2.

En el mismo período el número de municipios cubiertos con farmacias acreditadas pasó de 2467 a 3353. De esos, 1060 son municipios de extrema pobreza. Eran 578 en 2011; el objetivo es abarcar 1305 municipios de extrema pobreza más, hasta 2014.

Control

Con el objetivo de evitar irregularidades en la venta de medicamentos en las Farmacias Populares, el Ministerio de Salud intensificó el año pasado los mecanismos de fiscalización. Además de controlar las transacciones electrónicas por medio del registro de las computadoras y de los funcionarios, el Ministerio exige una serie de informaciones adicionales sobre el beneficiafio, el medicamento y la farmacia, que complementan el comprobante fiscal.

El sistema de ventas de Farmacia Popular también efectúa el cruce de información con la base de datos del registro de defunciones del Ministerio de Previsión (Sisovi). Ese procedimiento permite identificar individuos registrados como fallecidos, evitando que las compras sean hechas en nombre de esas personas.

El Ministerio de Salud eliminó del registro a 235 farmacias y multó a 569 por irregularidades en todo el país desde 2011. Cuando hay indicios de irregularidades el Ministerio hace intervenir al Departamento Nacional de Auditoría del SUS para que de inicio a una auditoría. Los usuarios de Farmacia Popular deben exigir el cupón fiscal, y la población en general, ante la sospecha de posibles irregularidades debe denunciarlas ante la Auditoría del Ministerio por la línea 136.

Tomado de la Página del PT el 13 /09/2012.

Traducción Amado Heller

Una respuesta a “Brasil. Un programa para cuidar la salud”

  1. Seria bueno comparar (en porcentajes) las prestaciones de este plan con alguno de la Argentina, por ej. PAMI, permitiria tener una noción mas clara de lo que hace el Estado por lo que no están cubiertos por Obras Sociales (Sindicales o Privadas).

    Tambien se podri­an incorporar lo que hacen las “misiones” de Venezuela.

    Una cosa para tener en cuenta es la extensión del artí­culo, cosa que no “conspire” para evitar su lectura.

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