BASTA a los negocios inmobiliarios en CABA

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Buenos días a todas/os, soy Roberto Marafioti DNI, soy vecino de la ciudad, de la Comuna 2. Soy decano del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNM, Profesor Titular de Semiótica.
Vengo a expresar mi rechazo a este proyecto de Ley por incumplir con los art 8, 26, 27, 29 y 30 de la Constitución de la Ciudad que establecen el uso público de las tierras adyacentes al Río de la Plata.
Me sumo a las voces de jóvenes preocupados por el medio ambiente y el cambio climático que han expresado con mucha idoneidad profesional el despropósito de este proyecto de ley. Ojalá el colectivo de arquitectas junto a otros colectivos como “La ciudad somos quienes la habitamos”, entre otros, consoliden una oposición para derrotar a un proyecto político que no ha dejado desastres por cometer.
Algunos de los que me precedieron solicitaron la renuncia de la ministra Acuña. Por supuesto, que lo suscribo, pero si hacemos memoria, no hay sorpresas. Tuvimos un ministro de Educación incapaz que hizo afirmaciones tan aberrantes y ridículas como las de Acuña. Lo mismo sucedió con Vidal: aseguró que los humildes no tendrían éxito en las universidades. Todo esto corroborado por el ex presidente que no entendía para qué había tantas universidades.
Ellos, a quienes hay que sumar a la ex ministra Bullrich y otros funcionarios hoy cobijados en el gobierno de CABA forman parte de la misma matriz ideológica, política y cultural. Humillan y descreen de las mayorías, agreden a los humildes. Y sobre todo, nos endeudan.
Rodríguez Larreta es Macri. Son lo mismo, son idénticos. Esto solo se cambia ganando elecciones. Los jóvenes se están despertando. La pandemia dejó como lección que la agresión al medio ambiente tiene consecuencias desastrosas para la especie.
He escuchado muchas exposiciones a lo largo de estos días. Los primeros planteos oficialistas estuvieron plagados de afirmaciones capciosas, insostenibles desde la razón cotidiana. Nadie puede pensar en el Metrobus como opción seria y estratégica.
No se construyeron en 13 años los kilómetros prometidos de subte. El transporte público es un problema. No puedo creer que urbanistas y arquitectos se resistan a ver las diferencias con otras ciudades latinoamericanas y europeas.
Las postales de los años 20 hasta los 60 incluyen la costanera como espacios en donde las familias disfrutaban del fin de semana. Paulatinamente se produjo un repliegue. El río se volvió esquivo. Basta recorrer la Reserva ecológica para acceder a un paisaje conmovedor. Hay horizonte, hay cielo, hay río en Buenos Aires. Eso es lo que hoy nos quieren quitar. Nuevamente el cemento haciendo estragos, alterando el sistema, cambiando el clima, subiendo la temperatura. Nuevamente la inmobiliaria del gobierno de la Ciudad cómplice de negocios que avanzan sobre lo público para privar a los ciudadanos de sus derechos.
El tema que nos ocupa corresponde a una zona próxima al Aeroparque donde ya se produjeron los accidentes de los bailarines del Teatro Colón y de LAPA.
¿Es razonable que en una zona con un nivel máximo de contaminación auditiva, se promuevan edificios de lujo?
Todos los que usamos el Aeroparque sabemos que el transporte es deficitario. El gobierno de la Ciudad solo atinó a ordenar los taxis y remises.
¿En 13 años no pudieron pensar en un transporte público rápido y efectivo? Otra vez ineficiencia y desidia.
La pandemia dejó al descubierto el funcionamiento del sistema de salud y seguridad social en los barrios vulnerables. Las cloacas, el agua corriente, la electricidad parecen lujos porteños restringidos. Ramona Medina, referente de la Garganta Poderosa murió en mayo por coronavirus, denunciando las condiciones inhumanas de la villa 31. Mi homenaje pues a esta militante.
Nos enteramos del Dictamen de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) desautorizando el emplazamiento del emprendimiento inmobiliario en la Costanera con las alturas proyectadas. Enhorabuena.
Los legisladores deben ser representantes de la voluntad no solo de sus partidos sino también de los vecinos de la ciudad. Son jurídicamente responsables.
Apoyo la construcción de un Parque costero sin edificios, con acceso a la ribera, con servicios públicos y seguridad.
Apelando a la Constitución de la Ciudad que nació con un espíritu de respeto hacia el sistema ecológico, y al más profundo sentido de solidaridad con las generaciones futuras, solicito el archivo de este proyecto de Ley y la preservación de la totalidad de las tierras públicas a través de un parque para el disfrute de todxs.

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