Argentina. Hacia un pueblo artífice del cambio

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Por: Isaac Grover

Un grupo de dirigentes de sindicatos de peso integrantes de la CGT  junto con representantes de movimientos sociales y populares de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), presentaron en sociedad su Plan de Desarrollo Humano Integral destinado a “impulsar un nuevo contrato social que reduzca los privilegios y amplíe derechos,  apostando a la reconstrucción de la Argentina bajo nuevos paradigmas.” con eje en la promoción del trabajo como ordenador social

Sustentado en una planificación de obras ambiciosa, no fragmentada, gestionada desde una unidad ejecutora centralizada y con el respaldo de un programa financiero concebido con el propósito  de satisfacer el objetivo de progresividad, el Plan, con un horizonte de 4 años, se propone:

  • Crear 4 millones de puestos de trabajo social y 170 mil empleos registrados, regulados todos  por convenio colectivo, reconociéndoles el acceso a derechos laborales como el de obra social, Aseguradora de Riesgos de Trabajo, aportes jubilatorios y derecho a sindicalizarse, actuando el Estado como empleador en ocupaciones socialmente valiosas que serán remuneradas con un salario complementario.
  • Promover la integración urbana de los barrios populares, el acceso al suelo y la vivienda social.
  • Repoblar la Argentina a través de nuevas ciudades, pueblos jóvenes, comunidades rurales organizadas y cinturones hortícolas protegidos; que por una parte provean alimentos sanos y baratos y sirvan por el otro de atractivo para descomprimir las grandes ciudades, contribuyendo así al reordenamiento poblacional.
  • Desarrollar nuevos emplazamientos industriales a través de una planificación territorial que contemple nuevos esquemas de transporte multimodal;
  • Encarar la transición energética y desarrollar formas no contaminantes de producción para avanzar hacia un programa de ecología integral.

Con esta visión los mentores del Plan estiman una inversión promedio anual de 2.5 % del PBI (750 mil millones de pesos) parte de los cuales ya está cubierto por programas existentes  como Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentaria; parte se obtendría por la mayor recaudación derivada de la natural reactivación; además conciben la creación de fondos de ahorro voluntario y remuneradoy una reforma impositiva orientada a una redistribución progresiva del ingreso.

Es un programa que en mayo ya había sido llevado al Presidente Alberto Fernandez y más recientemente fue tema en una charlaque la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner  mantuvo con referentes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). Está en carpeta además, debatirlo con la militancia, dirigentes sociales, sindicales y políticos con la mira puesta en enriquecerlo consus aportes  y lograr un consenso y sólido respaldo.

Al  margen de  cualidades técnicas, lo resaltable es su perspectiva política. Que el Plan Integral  surja de una tarea conjunta de múltiples organizaciones que son parte de la base social, que actúan con la mira puesta en la reconstrucción del país tras el nefasto legado macrista, potenciado luego por las repercusiones de la pandemia y todo en el contexto de una feroz disputa por el excedente, conlleva – si son perseverantes y consecuentes – a la elevación de la conducta combativa de las mayorías y la de su conciencia y con ello,a convertirse en los hechos en verdaderos agentes del cambio Es un aporte a la participación de las mayorías en la toma de las decisiones, en la conformación de una verdadera democracia. Una democracia participativa.

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