Nunca más

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¿Dónde están mis hermanos,

dónde están?

                                                                                                            Horacio Ramos

Quiero besar de nuevo sus latidos,

descubrirles la sangre, país de su orfandad.

Yo no pido un color para el olvido,

apenas la memoria, tan sólo la verdad.

Los perros de la noche, sin apuro,

mutilaron sus alas, sostén de la inocencia.

Fue un azote de pájaros heridos,

un tumulto de brumas, la inclemencia.

Voy a sentarme en el umbral de las palabras,

para esperar a un dios que escarbe en los escombros,

y nos revele, al fin, el curso de la gracia,

el salmo de justicia, albergue del asombro.

Allí estaré, náufrago del gris, a contraviento,

como frágil trinchera, exilio sin piedad.

Estoy avergonzado de abrazar interrogantes,

porque duelen ausencias y abruma la crueldad.

¿Dónde están mis hermanos,

dónde están?

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