Grecia y Argentina. Dos países. Una encrucijada

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Revista Tesis 11 (nº 114)

(elecciones 2015)

Ignacio Paz*

Grecia que dijo NO  en el referéndum sobre las medidas de ajuste que planteaba la Troika ( FMI, Comisión Europea, Banco Central Europeo), se encuentra nuevamente sometida a un ajuste brutal y ejemplificador por parte de Alemania, que conduce la Troika mencionada.

Argentina, en situación parecida en 2001, supo darse un gobierno que condujo un proceso nacional y popular para iniciar un camino, no corto, en dirección opuesta al neoliberalismo, que hizo explotar el país en dicho año.

El temor a abandonar la zona del Euro, llevó a Tsipras, su premier, a someter al Congreso y hacer aprobar, un nuevo plan de ajuste que no se diferencia en mucho del que fuera rechazado por el pueblo griego en el referéndum.

Grecia, vaciada en su industria naviera, sin industrias básicas y con escasos recursos naturales, sólo cuenta básicamente con el turismo para generar divisas para importar todo lo que necesita para vivir.

Salir del Euro aparece como un salto al vacío, difícil de aprobar por la dirección de Syriza. Pero, al mismo tiempo, la aceptación, de las condiciones impuestas por el capital financiero dominante en Europa , como condición para permanecer en la Eurozona, implica una capitulación que será muy difícil de remontar políticamente por parte de Syriza. Las fracturas internas, por oposición a estas políticas, serían seguidas de nuevas alianzas, que en este caso, sólo podrían correrse hacia la derecha.

No hay dudas que este “castigo ejemplarizador” tiene un alto contenido político multidireccional:

  • Castigar al país que eligió a Syriza, partido político de izquierda y con plataforma cuestionadora del establishment europeo.
  • Modelo ejemplificador de disciplinamiento que impondría el capital concentrado europeo a toda experiencia renovadora, que mira hacia España, Irlanda, Portugal y que incluye a Italia, en caso de atreverse a un cuestionamiento de las “normas” que el grupo dirigente impone, por ejemplo:
  • Reducción drástica del gasto social, y subsidios
  • Reducción del monto de jubilaciones y pensiones
  • Despidos de empleados públicos
  • Venta de inmuebles del Estado, generando un fideicomiso hasta 50 mil millones de Euros a favor de los acreedores.
  • Elevación de la edad jubilatoria
  • Incremento del impuesto al valor agregado incluyendo los artículos de primera necesidad
  • Pero además se ha llegado hasta convertir en “quasi colonial” a Grecia imponiéndole, obligación de consultar con este grupo cualquier decisión de política económica y social, incluso antes de hacerla aprobar por su Parlamento.

A miles de kilómetros en las lejanas tierras de América del Sur, en cambio, soplan aires de renovación desde más de una década que se afianzan con resultados electorales que han reiterado la confianza en los movimientos nacionales y populares, en Bolivia, en Uruguay, en Ecuador. Además del triunfo de Dilma Roussef en Brasil representante del PT.

El pueblo de  Argentina, después de 12 años de transformaciones y con asignaturas aún pendientes,  deberá decidir en Agosto próximo, si sigue y profundiza el proyecto nacional que le permitió salir del “infierno” de la explosión del neoliberalismo en 2001/2, o cede al chantaje y cantos de sirena de la derecha vernácula y retrocede a la vieja política, cuyos resultados aparecen cada día más claros y en todas partes del planeta.

Así como en Argentina, la sucesión de políticas neoliberales, de endeudamiento sistémico, distribución regresiva del ingreso con alta desocupación, aumento de la miseria y la inequidad , llevaron finalmente a la hecatombe de 2001 / 2002,  en Grecia la historia muestra antecedentes similares.

Grecia fue admitida en zona con moneda común, a sabiendas que se habían falseado estadísticas, por parte de la consultora internacional Goldman & Sachs, para que cumpliera con las exigencias del Tratado de Maastricht.

El objetivo central fue y es, la apertura y  ampliación de los mercados europeos para los productos de los monopolios dominantes (superiores en variedad y tecnología) solventados por los grupos financieros predominantes de Alemania, Francia y Holanda, que inflaron la deuda de los estados periféricos.

Esta política, que está en la génesis del Mercado Común Europeo, y la creación de una moneda única (Euro), es la que ha llevado sistemáticamente al aumento de las deudas externas de los países europeos menos desarrollados, incluidas España e Italia.

Argentina, en estos 12 años, ha generado más de cuatro millones de nuevos puestos de trabajo, más de 2 millones de nuevos jubilados y extendido el régimen jubilatorio al 100% de las personas en edad necesaria. El consumo ha sido el pilar del crecimiento del PBI que se ha más que duplicado respecto del inicial.

Los trabajadores y sectores medios han aumentado el consumo de alimentos, electrodomésticos, automóviles y han incrementado el turismo en todo el país e incluso el externo.

En Grecia, las imposiciones de sus acreedores ya hicieron perder en 5 años más del 25% del Producto,  destruyeron un millón de puestos de trabajo  (20% de la población económicamente activa) y  llevaron al endeudamiento de 320.000 millones de euros, que representan casi el 200% del Producto Bruto Interno

España e Italia, además de Grecia, tienen una desocupación superior al 20/25%, que se eleva a más del 50% en el sector de jóvenes entre 18 y 28 años.

Alemania ha generado  empleos de bajísima remuneración. La implementación de “Job Centers“, empleos precarios de 1 Euro, a través del cual sectores vulnerables realizan actividades marginales con salarios que no cubren las necesidades mínimas y que, además, permiten reducir estadísticas de desempleo. El gobierno declara 3 millones de desocupados, mientras que la izquierda denuncia más de 6 millones de personas sin empleos en Alemania, primera potencia europea.

España ha reducido el salario real en aproximadamente el 20% en los últimos 4 años, como medida para reducir el gasto público.

Grecia aparece, hasta hoy, como modelo ejemplificador de disciplinamiento que el capital concentrado europeo impone al intento de resistencia al ajuste salvaje, a través de gobiernos de corte nacional y popular.

Argentina, en pleno proceso electoral, se encamina a revalidar el proyecto nacional, popular y democrático en curso, ejemplificador de una salida a la crisis que el neoliberalismo provoca sistémicamente.

Se hace necesario profundizar las medidas que conduzcan a modificaciones en la estructura económica del país, diseñada como dependiente del capital industrial y financiero internacional.

En plena época de crisis general del sistema capitalista en su conjunto, vemos el despliegue de los grupos financieros más concentrados, y sus fondos buitres , lanzados con rapiña a saquear las riquezas nacionales.

En este contexto,  un proyecto de crecimiento económico con inclusión social como  el proyecto del Frente para la Victoria, en marcha, aparece como la contracara en América del Sur del ajuste neoliberal en curso en Europa que tiene al pueblo Griego en su epicentro.

*Ignacio Paz, economista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11

Una respuesta a “Grecia y Argentina. Dos países. Una encrucijada”

  1. jorge schnitzer dice:

    o Apoyo la versión que sostiene Ignacio Paz absolutamente, tanto en la realidad europea como en la latinoamericana.Felicitaciones.

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