Editorial semanal de Tesis 11. AMERICA LATINA Y EL CARIBE, UN TERRITORIO EN DISPUTA

Compartir:

En América Latina y el Caribe, con la pandemia, se evidenció la magnitud de la crisis general del capitalismo y el rotundo fracaso de las recetas neoliberales para resolver los problemas que la convirtieron en la región con más desigualdad del mundo. Se agravó la miseria, la desocupación. La falta de sanidad, educación y vivienda digna para todos. Sus recetas produjeron, ya, una crisis sanitaria, económica, ambiental y política de gran envergadura. Creció la incertidumbre y la falta de perspectivas. Una crisis de carácter civilizatorio. 

Para defender sus intereses, la nave insignia del capitalismo, los Estados Unidos, desató guerras. Impuso bloqueos para intentar doblegar a gobiernos populares. Con sus medios hegemónicos de información y parte de los Poderes Judiciales   desprestigió y detuvo a dirigentes populares (lawfare). Su objetivo, asegurarse gobiernos que le entreguen sus riquezas y lo apoyen en sus políticas para no perder el dominio geopolítico, en especial en su lucha contra China y Rusia.

Resulta alarmante que la Argentina, con las recetas del gobierno de Macri la pobreza alcanzó al 35,5% y la indigencia 8% y hoy, pandemia de por medio, el 40,6% y 8,2% la indigencia. A pesar de todas, aunque insuficientes, medidas del gobierno nacional. En la Ciudad de Buenos Aires, la más rica, hay alrededor de 300.000 personas que asisten a 4000 comedores en busca de comida.

Brasil que se había posicionado  como la octava potencia mundial, hoy, con el  gobierno de Bolsonaro, el 50% de sus habitantes, se van a dormir con una sola comida al día.

Países con enormes riquezas naturales, desarrollo industrial y científico, dondecrecen las riquezas y las ganancias de los grandes grupos económicos y se empobrecen los pueblos.

Para los que agitan el peligro que seamos Cuba o Venezuela, bueno es decir que Cuba, con más de medio siglo de bloqueo, ha logrado un país sin analfabetos y un sistema educativo base de un desarrollo científico que ya produjo seis vacunas contra el Covid. Una medicina que atiende a su pueblo, y anda por el mundo brindando solidaridad. En Cuba nadie padece hambre ni duerme en las calles. Por su parte el gobierno de Venezuela, también padeciendo un bloqueo y provocaciones armadas del imperio, entregó en 10 años 3.500.000 viviendas. Si, es preocupante la coincidencia de la derecha Argentina con las políticas de bloqueo, intervención y derrota de los gobiernos promovida por el imperio norteamericano.

Pero los pueblos no se rinden. Caen y se vuelven a levantar una y mil veces. Por eso hoy las luchas populares en América latina siguen creciendo. Lo demuestran las grandes movilizaciones en Chile con la posibilidad cierta de un triunfo popular en las próximas elecciones. Las crecientes y multitudinarias marchas en Brasil en repudio al gobierno de Bolsonaro. La derrota del golpe de estado en Bolivia y el triunfo de un gobierno popular. El triunfo de Pedro Castillo en Perú, que con unidad y movilización derrotó a la derecha corrupta y aliada a EEUU. Gobiernos que junto al de López Obrador de México, Alberto Fernández y Cristina Kirchner de Argentina, Venezuela, Cuba y Nicaragua, se hacen escuchar, reclamando en la reciente VI Cumbre de la CELAC contra los bloqueos, las imposiciones del FMI que mediante el mecanismo de endeudar a los gobiernos en beneficios de los grupos del poder económico pretende arrodillar a los pueblos y someterlos a una vida indigna. La reivindicación de la CELAC como punto de encuentro y coordinación sin ninguna imposición. El reclamo contra el rol que desempeña la OEA y el nefasto papel de Luis Almagro al frente. Tema que será fundamental  en la próxima reunión de la OEA a realizarse en noviembre próximo.

Las luchas populares y los triunfos electorales abren la perspectiva de una nueva ola de gobiernos democráticos y populares en la región. Un momento de aguda disputa entre las fuerzas populares y los grupos concentrados del poder económico, una parte de los poderes judiciales y los medios hegemónicos de comunicación. Dos modelos, que se contraponen.  

También es cierto que la poderosa derecha no se rinde y que lucha por impedir, no sólo queno le toquen sus intereses, sino que se despierte en los pueblos, la conciencia que otro mundo es posible. Por eso fomentan el odio, se derechizan más aún. Reniegan de la democracia, la voluntad popular y la política, aunque quieran hacerse de los Estados para ponerlos a su servicio. Algunos sectores se expresan con el discurso fascista, con el cual intentan encantar a los sectores juveniles, que atraviesan serias dificultades e incertidumbres. Para esto compran medios de comunicación. Para consolidar el sentido común neoliberal, individualista. Para desgastar y, si pueden, voltear a los gobiernos populares.

Su estrategia en la Argentina es aprovechar las dificultades, consecuencia de sus recetas y la pandemia para golpear al gobierno. Ya plantean el “peligro de fraude”. Que van a pedir la presidencia de la Cámara de Diputados y Senadores. Proyectan hacerse del Poder Ejecutivo, y presentan “Proyectos” para avasallar los derechos laborales.

En Brasil, Bolsonaro, llama a armarse. Desafía públicamente al Supremo Tribunal Federal. En Chile tratan de obstaculizar el funcionamiento de la Asamblea Constituyente. En Colombia los grupos paramilitares asesinaron durante 2021 a 133 dirigentes sociales y políticos.

Los gobiernos populares, y los movimientos populares, tenemos una gran responsabilidad de mejorar la organización, coordinación y movilización popular. Acrecentar la batalla cultural. Reforzar la unidad del Frente de Todos y avanzar en la construcción de un poder democrático y popular para  enfrentar a la derecha,  condición para profundizar los cambios. Darle contenido a nuestro proyecto atendiendo las urgencias de la coyuntura. Y también recuperar el control de las exportaciones, el manejo de nuestros ríos y puertos. El cumplimiento que el Servicio de las Telecomunicaciones, sea de interés público y democratizar el aparato judicial. Con él hay que entusiasmar al pueblo. Convocarlo por otro sueño. Bueno es recordar una valoración de Néstor Kirchner: “los gobiernos que ceden frente a los  poderosos terminan de rodillas y ponen de rodillas a sus pueblos”.

Deja una respuesta