A un mes de las PASO:¿en qué momento estamos?

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Por Rodolfo Casals*

Son cuatro semanas en que se van a producir definiciones importantes y a la vez avanzar en cuestiones que hoy no tienen respuestas nítidas.
En Juntos x el cambio lo más importante es la definición de la fórmula presidencial que está verdaderamente en disputa y donde los temas políticos y las propuestas de gobierno están casi totalmente subsumidos en la lucha de facciones.
Es muy difícil encontrar diferencias en temas centrales, y abundan las coincidencias en la concepción de eliminar al adversario y borrarlo de la escena, de resolver los problemas sociales con la represión policial y aun militar, y replegar al Estado como representante de los intereses de las grandes mayorías en beneficio de los grupos concentrados y los intereses extranjeros ávidos de nuestros recursos naturales.
No se encuentran en sus propuestas nada que aliente una esperanza de mejoría de la situación de las mayorías populares, y por el contrario, la amenaza como forma de presentar las propuestas habla por sí sola.
El “fenómeno “Milei opera en varios sentidos, como un destacamento extremo de la derecha de nuestros tiempos, como algo que divide a la derecha, como un condicionante para los demás componentes de ese campo y también como un depositario de sectores descontentos y rebeldes, parte de los cuales podrían incluso ser sumados a nuestras propuestas si sabemos abordarlos en el territorio.
En la recientemente bautizada Union por la Patria, el clima político es diametralmente distinto: Se respira un cierto aire de reagrupamiento con futuro y una promesa de potencia ganadora.
Todo lo contrario a lo augurado por la derecha que apostaba a la disolución de la unidad y la perdida automática del gobierno, lo que no solo abría paso a un manejo del Estado por la derecha; sino también a una fractura del peronismo, y la aparición de un socio “moderado” para darle estabilidad a la futura ronda de saqueo y liquidar el fenómeno maldito del Kirchnerismo.
¿Quiere decir esto que los riesgos se esfumaron y pisamos sobre terreno firme?. ¡Por supuesto que no!
Seguimos corriendo de atrás en las encuestas para las PASO y con una proyección difícil para las generales y un eventual ballotage.
Recién comienza el proceso de liberación y movilización de fuerzas para construir una propuesta electoral creíble, solida programáticamente y robusta por la participación militante.
Y decimos liberación de fuerzas porque aún resulta difícil para importantes sectores del electorado y aun de la militancia, soportar las carencias de la situación económica y social y además entender cómo se desembocó en la candidatura de Sergio Massa.
Tal vez la mejor manera de interpretarlo es insistir ante nosotros mismos en que U.P. es una coalición; que una coalición está compuesta por diversas partes, y que una parte se impuso y dio este resultado para la fórmula presidencial, así como otros distintos en algunas provincias y listas de legisladores e intendentes.
Este razonamiento que parece una verdad de Perogrullo, tiene utilidad si se mira para atrás y sobre todo si ayuda a lanzarse con más fuerza, confianza y dinamismo a esta trascendente batalla política y electoral.
No cabe duda que el contexto internacional de ofensiva de la derecha jugó un papel en debilitar las posiciones más audaces del campo Nacional.
Que la falta de decisión del gobierno en llevar adelante la satisfacción de las expectativas que le dieron origen y fuerza para derrotar el continuismo Macrista, golpeó al campo popular y lo puso a la defensiva en toda la línea (desde el notorio debilitamiento del Presidente de la Nación, hasta el último militante al que le cuesta explicar y defender la situación creada.)
Y creo que no es un problema menor que el nivel de organización, movilización y contundencia del sector Kirchnerista de la coalición no haya alcanzado para enfrentar la persecución y la proscripción de Cristina. Que no haya tenido la fuerza y la decisión para convertir el brutal escenario del atentado e intento de magnicidio hacia la líder popular en un Nunca Más a la violencia y la muerte como arma de acción política.
El esfuerzo de un sector minoritario del Kirchnerismo que tuvo su comienzo en modestas movilizaciones contra la persecución, los jueces venales de Comodoro Pi y la corte, y que culminaron en la enorme movilización del 25 de Mayo en la Plaza, sirvió para fortalecer la imagen y la fuerza política de Cristina. Sin embargo no alcanzo para lograr constituir una propuesta electoral que expresara más claramente la potencialidad del conjunto de la coalición.
La negociaciones que desembocaron en el resultado actual, no podían expresar otra cosa que esta trayectoria, podían dar mejores o peores resultados, mostrar más claramente quien es quien en nuestro amplio campo, pero no modificar en lo esencial lo actuado y lo construido.
La presencia de otra fórmula presidencial, bastante silenciada y ocultada (cuando no atacada), me refiero a la que encabeza Juan Grabois, es un dato de que la propuesta popular ante la derecha salvaje y agresiva está en pleno proceso de construcción.
Por eso hablar de que Massa- Rossi es una síntesis es, en mi modesta opinión, un error. Y no solamente porque además esté Grabois- Abal Medina, sino porque los procesos electorales no son así, la síntesis surge cuando se desarrollan, avanzan en definiciones y participa el conjunto social.
¿O es que no eran de “síntesis” las listas legislativas del 2021? ¿ y que paso? Perdimos algo así como cuatro millones de votos y fuimos derrotados. La unidad alcanzada, sin dialogo verdadero y convocatoria mostro sus límites.

La lista posiblemente ganadora en las PASO, es un cierre, no una síntesis. ¿Un cierre de qué? De un compromiso de unidad más general del cual nadie se saldría. De que no íbamos a tener una interna sangrienta que nos condenara de antemano.
De un acuerdo entre los que tenían la capacidad de asegurar de que esto fuera así y ahora todos nosotros pudiéramos construir una gran herramienta electoral. Y (hay que decirlo aunque nos duela) también tenían la capacidad de destruir la unidad sostenida en cuatro años de amargas diferencias y con ella la esperanza de millones.
Los candidatos (Massa, Grabois, Axel Kiccilof, Wado y muchos y muchas más) están en la cancha, ahora tenemos que entrar todos y todas. Y si de Kirchnerismo hablamos, tienen que entrar las multiples expresiones políticas , sociales, sindicales, de mujeres, juveniles, que fueron construidas estos años y que pueblan el territorio. Tengan o no candidatos! (¿ o es que tanto nos ha inficionado el liberalismo que ya no solo aceptamos la democracia como una delegación en los gobernantes sino también en los candidatos?)No basta con los que votamos a Grabois que es una propuesta importante y positiva.
Solo así habrá programa, sino será en el mejor de los casos una formalidad escrita en papel mojado.
Las banderas del rol del estado, de la industrialización del país, de un piso de justicia social básico que se llama ingresos populares, la soberanía alimentaria y de nuestros ríos, la reforma de un poder judicial que avergüenza e indigna y otras más, no son novedades trasnochadas o cosas surgidas de un centro de estudios. Son las que construimos en todos estos años, son las que nos vienen de los doce años Kirchneristas y de toda nuestra historia.
Por eso decimos que hay que liberar fuerzas, promover el debate y la definición popular por Unidad por la Patria pero acompañado de banderas.
Hoy los militantes no tenemos que sacar un bastón de la mochila, sino una bandera que diga que no queremos ir a donde ya estuvimos con Macri o a algo aun peor. Una bandera que además lleve escrito los temas que expresen la voluntad popular.

*Militante de C.N.P. 25 de Mayo

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