El cinismo de los poderosos y su impunidad:

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Guadalupe Passadore Tommasi*

Primer capítulo: una familia se enriquece con el último golpe militar y genera lazos corporativos con el aparato estatal.

Segundo capítulo: empresas mediáticas se benefician y se transforman en hegemonía gracias a este mismo gobierno genocida que tortura, mata, viola, roba bebes y desaparece personas, además de ejercer un plan sistemático de represión y temor al conjunto de la sociedad, a cambio de darles tapas favorables en los diarios y ocultar información.

Tercer capítulo: gracias a los errores de sus contrincantes, pero sobre todo gracias al apoyo que tuvo de los medios hegemónicos de comunicación, beneficiados y funcionales a la dictadura, hijo de aquella familia empresaria llega a la presidencia, con frases oportunas como “terminar con el curro de los derechos humanos”

Cuarto capítulo: el mismo día que este presidente asume (o día siguiente), uno de los diarios hegemónicos saca una nota proponiendo terminar con los juicios de lesa humanidad y el “revanchismo” de los organismos derechos humanos para con los genocidas.

Quinto capítulo: a modo de decreto y con arreglo de un par de traidores, a la semana, el flamante nuevo presidente designa dos jueces a la corte suprema.

Sexto capítulo: un año y medio después, jueces nuevos proponen el 2×1 para los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, significa achicar las penas para los genocidas que torturaron, mataron, violaron, robaron bebes y desaparecieron personas, y poner a los delitos de lesa humanidad a la misma altura que un delito común, relativizando así el genocidio sucedido hace 40 años.

Séptimo capítulo: debido al fuerte rechazo de la opinión pública, y la unión de diversos sectores políticos, dirigentes del actual gobierno, que designó a esos jueces, se hacen los sorprendidos con el fallo.

Octavo capítulo: el mismo diario, que habló de terminar con los juicios y el revanchismo, lanza una nota no solo argumentando el carácter legal del fallo de la corte, sino también halagando al gobierno con el cínico discurso de que vivimos en un Estado de derecho con poderes independientes (que mal nos hace el liberalismo) y que nada tiene que ver el gobierno con este fallo de la corte.

Demasiadas complicidades, causalidades y semejanzas.

Por eso fue fundamental la masiva e histórica convocatoria que tuvo el acto de los organismos de derechos humanos el día de ayer, fue fundamental esa fuerza para lograr frenar el fallo de la corte y sobre todo exponer a estos nuevos jueces.

Lo necesario es capitalizar esa fuerza para que estos señores jueces no representen más al máximo tribunal de justicia de la nación, para que el gobierno nacional, y sobre todo el presidente Mauricio Macri, pague el costo político que significó haberlos designado. Y por último, para que los juicios de lesa humanidad continúen siendo preponderantes en la agenda judicial, y que de una vez por todas, no sólo los militares, sino también los actores civiles del genocidio sean enjuiciados como corresponde.

Solo la organización política y popular nos puede sacar de esta encrucijada corporativa.

Porque un pueblo que no tiene memoria está condenado a repetir su historia.
Nunca Más ¿entendieron? NUNCA MÁS!

* Estudiante de la Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.

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