Todos debemos ser estudiantes.

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Adrián Berardi* (15/09/10).

¿Que es la educación pública? Hoy es una pregunta que rueda por las mentes de los más amplios sectores políticos y sociales, sin llegar a comprender la utilidad, la función o la importancia.

¿Que es la educación pública? Hoy es una pregunta que rueda por las mentes de los más amplios sectores políticos y sociales, sin llegar a comprender la utilidad, la función o la importancia.

La presidenta en estos días dijo que la educación universitaria debería estar al servicio de las empresas para lograr avanzar en el crecimiento del país. Mauricio Macri manifiesta que la educación porteña está en perfecto estado y que la crisis actual es un boicot del kirchnerismo; mientras los índices de formación terciaria o universitaria en el país son bajos, las condiciones edilicias de las instituciones son decadentes, los espacios de trabajo para los profesionales escasos y como si fuera poco dicen -peyorativamente– que las tomas en las instituciones educativas se relacionan a intereses políticos.

¿Ahora, me pregunto, cuando Sarmiento dicta una ley orgánica de educación pública, allá por la década del 80  del siglo XIX, no estaba acaso pensando políticamente?

La educación es una cuestión política en tanto involucra sujetos que concederán la educación como un derecho que hay que defender, como el trabajo, la salud o la identidad. Las tomas en las entidades educativas son la resistencia de una generación que sabe que le están robando un derecho, un derecho que tuvieron sus padres y que deben tener sus hijos; ellos saben que la educación no se puede privatizar, la educación es el último eslabón por el cual va el “progreso capitalista”, y los estudiantes lo saben, como lo saben los docentes y los profesionales que resistieron los abusos de los regimenes dictatoriales y neoliberales, la educación es de los argentinos y para los argentinos, para que no nos “engrupan”, para que podamos pensar y elegir libremente, no para que los grandes capitales extranjeros se beneficien con el conocimiento nacional, a bajo costo.

¿Entonces qué se discute en las tomas de las facultades y los secundarios? Se discute lo que se puede perder y por lo que hay que luchar. Cuando las universidades aceptan dinero de las grandes mineras o de Monsanto, aceptan la política extractiva y contaminante que expulsa campesinos y comunidades originarias; cuando pibes de 16 años duermen en el piso de un edificio que se cae a pedazos para sostener el techo de la inoperancia de la gente como Macri, está sosteniendo la idea de una educación para todos; y para todos es una educación pública, ni privada ni gerenciala… pública.

Entonces la educación es política, en tanto crea sujetos pensantes que proponen ideas, crean, defienden y luchan por un país de todos y para todos, decir no a promesas de ex empresarios disfrazados de funcionarios o decir no a la alumbrera, es decir no a un país que vive regalando sus recursos naturales y humanos, es decir sí a que todos deben y pueden saber leer y escribir, que todos tienen la posibilidad de aprender y enseñar, y al fin y al cabo que la educación debe ser pública les guste o no a los grandes pensadores del capitalismo.

*Estudiante de Sociología de la UBA, Miembro del consejo de redacción de Tesis 11

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