Sobre los sucesos en Barracas, Formosa y Villa Soldati.

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Francisco Berdichevsky Linares* 

NR: El autor nos envía esta nota de opinión sobre estos graves hechos.

Es fundamental señalar el carácter objetivamente desestabilizante de estos asesinatos en el seno del pueblo- como presunta “Prueba de ingobernabilidad” del Gobierno Nacional según la manipulación mediática- ; y esclarecer no sólo quiénes fueron los autores materiales, sino quiénes están detrás de ellos. Es necesaria la iniciativa de las organizaciones populares para que la balanza se incline del lado justo.

Es fundamental señalar el carácter objetivamente desestabilizante de estos asesinatos en el seno del pueblo- como presunta “Prueba de ingobernabilidad” del Gobierno Nacional según la manipulación mediática- ; y esclarecer no sólo quiénes fueron los autores materiales, sino quiénes están detrás de ellos. Es necesaria la iniciativa de las organizaciones populares para que la balanza se incline del lado justo.

Es indispensable reflexionar sobre lo que objetivamente tiene un significado desestabilizante y antigubernamental: la serie sucesiva y rápida de asesinatos en el seno del movimiento popular. En el caso de Barracas, Formosa y Villa Soldati, se trata de hechos específicos pero que muestran un rasgo común: quiérase o no, van en contra hasta el antagonismo de uno de los aspectos esenciales del programa del gobierno previo y del actual: no reprimir con armas de fuego las luchas populares, tengan virtudes o defectos ellas mismas en sus planteos y metodologías.

Falta aclarar muchos aspectos, en particular lo concerniente a  los asesinatos de Villa Soldati. Pero es urgente también esclarecer los trasfondos y movilizar las posiciones populares coincidentes en contra de estos asesinatos, que llevan a las “Confrontaciones intrapueblo y a la xenofobia”, alimentada por los macromedios- prejuicio muy arraigado incluso entre sectores populares- contra trabajadores de países hermanos, sobre todo bolivianos, todo ello destacado por la técnica psicológica de la “Exaltación mediática selectiva” en seudoinformativos, entrevistas de movileros y demás. Pero es indispensable buscar las responsabilidades de fondo por encima y por debajo de los autores materiales
civiles o policiales: barras bravas mercenarias y grupos armados de choque al servicio del poder neogolpista hiperconcentrado;  pervivencias corporativas  policiales forjadas en la represión y en el gatillo fácil; sectores seudoradicalizados de crónica actitud objetivamente desestabilizante, que equivocadamente ven como enemigo principal al gobierno nacional; ciertos sectores populares arrastrados a la violencia por el clima creado, etc. 
Pero sin duda cabalgan unos y otros sobre necesidades populares no satisfechas, como en el caso de la lucha contra la tercerización laboral en condiciones injustas, de la vivienda digna en Soldati y de la tierra en el caso de Formosa, que pertenece a los pueblos originarios cuyo derecho se desconoce, llegando al asesinato de aborígenes. Es muy probable que si Macri hubiera concretado el plan de viviendas populares en el Parque Indoamericano, podrían haberse evitado estas confrontaciones sangrientas.
En todos estos casos y en muchos otros, subyace enmascarado por la “Imagen Cero” mediática, el papel de los que encarnan el poder hiperconcentrado
de la regresión oscurantista  y neogolpista, que hoy apelan nuevamente a la violencia, en las ciudades, en el país y en escala internacional, sobre todo latinoamericana, para recuperar posiciones de poder: ¿Acaso no existe ninguna vinculación entre el intento de golpe de Estado contra el Presidente Correa en Ecuador, a cargo de un sector policial- y el de otras fuerzas conocido después- y su calificación de “Rebelión policial” o de  “Conflicto gremial” de esa fuerza y no como intento de golpe de Estado, en “Clarín”, “La Nación”, “Perfil”, T/N, Radio 10 y demás? ¿Acaso no existiría  un hilo  conductor de violencia entre estos hechos y los asesinatos de Barracas, Soldati, Formosa y tantos otros?. Denunciar estas ligazones es fundamental para preservar y reforzar la vigencia democrática estable en nuestros países. 

Por supuesto, ello no implica negar la necesidad de hallar a los culpables inmediatos y proceder al juicio que corresponda, que debe incluir a sus mandantes.

Sobre el tema de Formosa el gobierno a su vez vacila o calla hasta ahora por las contradicciones que le genera. Resulta entonces necesaria la presencia activa y la iniciativa de las organizaciones populares para que la balanza se incline del lado justo sin repliegues. La denuncia del carácter no sólo abominable sino neogolpista de estos crímenes contra el pueblo, y la lucha contra los responsables en todas las escalas del poder, es fundamental para defender lo logrado y profundizar los cambios. 

Mientras escribo, han sucedido graves enfrentamientos con muertos y heridos en Soldati, convertido en tierra de nadie, con ausencia total del Estado Nacional y del Local.
Considero un grave error de parte del Gobierno Nacional la demora en enviar fuerzas confiables de seguridad. Lo está haciendo por suerte en estos momentos, junto con la creación del Ministerio de la Seguridad, a cargo de alguien tan eficaz como Nilda Garré en este tema. Pero esas medidas ocurren luego de que las confrontaciones llegaran al nivel de heridos y muertos. Como tantas veces ha dicho Cristina, la vida es el bien más preciado y el Estado debe hacerse cargo de defenderla, cualquiera sea el riesgo de pagar precios políticos por ello.

En efecto, la defensa de la vida de quienes integran el pueblo y de los seres humanos en general, es bandera concreta consecuente del gobierno previo y del actual. Lo mismo sucede con respecto a enfrentar a los sectores desestabilizadores y neogolpistas, provocadores de violencia intrapueblo y de violencia en general, cada vez que alguna situación sirve de pretexto para multiplicar por vía mediática la acción psicológica según la cual hechos como éste indicarían la “Inseguridad por falta de Gobernabilidad”.

El respaldo auténtico y responsable a la justa política del Gobierno Nacional en este y otros aspectos, nos convoca a una crítica superadora cuando la situación así lo  requiere, como expresión concreta de dicho respaldo.

Mientras escribo, están sucediendo hechos que pueden corroborar, enriquecer o modificar parcialmente este envío.   

*Francisco Berdichevsky Linares, médico psiquiatra, investigador, escritor, docente de postgrado, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11 y de la Comisión de Medios de Carta Abierta.

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