Un soñador y luchador realista. Roberto C. Grana.

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ERNESTO SALGADO *

Hace unos días un compañero de la redacción de Tesis 11, me pidió que escribiera unas palabras de recordación sobre Roberto Grana y fue un mazazo. ¿Se murió Roberto?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?,
también podría haber preguntado por qué. Qué importaba. Era una mala noticia. Se murió, ya no estaba. Sin pensarlo demasiado, me comprometí a hacerlo; la noticia me había pegado mal.

No quiero, ni puedo, hacer un balance de su vida. No me corresponde. Roberto fue parte de una búsqueda común, aunque los años, sin saberlo, fueron haciendo difusos los detalles. Ahora, puesto a pensar para escribir un recordatorio, lo primero que surge es que hacía casi 20 años que sólo tenía noticias parciales de él. Me acordé que estaba enfermo, alguien me lo había comentado. Sin embargo, Roberto estaba presente, lo recordábamos en las nuevas búsquedas.

Con Roberto, compartimos un momento en nuestras vidas, corto pero intenso, que generó una corriente de afecto, aunque no alcanzó a ser amistad. Fuimos camaradas, compartimos la militancia en un mismo partido político, peleamos juntos en la vida partidaria.
A pesar de que Roberto era un gran tipo, la vida nos llevó por diferentes caminos. Seguro esto pasa a menudo. Cualquier diáspora, como fue la militancia comunista de esa época, crea núcleos pequeños.
Vaya uno a saber por qué, pero ahora no es lo que importa.
Los años ’80 fueron para el Partido Comunista una década muy particular. Las diferencias en su seno dieron lugar a una intensa puja política e ideológica que tuvo un momento especial con la realización del 16º Congreso, en el año 1986. Ese fue el momento en que trabajamos juntos con Roberto.

Era uno de esos tipos que estaba mal con las posiciones que la dirigencia de la época tomaba. Roberto fue militante comunista en el oeste del Gran Buenos Aires, por méritos propios fue enviado a la provincia del Neuquén. Allí fue, por unos años, secretario del comité provincial y cumplió un importante papel.
Asimismo, fue miembro del Comité Central de esa fuerza política. Era un tipo consecuente, realista.
No tengo claro, ahora, por qué volvió de la Patagonia. Sí tengo la certeza que no pasó a ocupar
un lugar destacado en la dirección nacional partidaria. Tenía pensamiento propio y eso no era bien visto
por la jerarquía. Su posición respecto a las elecciones de 1983 y la opinión sobre al peronismo, lo fue
apartando.

Simultáneamente, un grupo de militantes del sur bonaerense venía reclamando cambios y tratando
de incidir en el proceso interno. No éramos los únicos, había más, nos fuimos juntando. La diferencia,
quizás, era que el sur del Riachuelo se estaba convirtiendo en refugio de militantes sueltos que
querían sumarse a la batalla. Roberto fue uno de ellos. Se acercó y trabajó con nosotros. Fue uno de los
que más ideas puso a la hora de darle forma a una posición política y trasladarla al papel. Lo recuerdo,
cansado, escribiendo en el piso del comedor de mi casa, corrigiendo hasta los detalles del informe que
debíamos presentar en la Conferencia Regional. Sabía, como todos, que de ese material, y del desarrollo
del encuentro, dependía en gran parte –no sólo el éxito de la reunión- sino nuestro aporte al 16º Congreso
del Partido Comunista. Cómo terminó ese esfuerzo, para todos nosotros, es harina de otro costal.

Los pasos posteriores de Roberto estuvieron vinculados a la creación intelectual. Fue miembro de
la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP). Era graduado en las disciplinas de Biología,
Geografía y Ciencias de la Educación y obtuvo una especialización de postgrado en Educación con
orientación en Ciencias Sociales y Ecología. Era doctor en Psicología con especialidad en lo social y tesis
sobre la concepción científica y valorativa de la Ecología General. Realizó estudios de postgrado sobre
Ecología, Dialéctica de la Naturaleza, Economía Política y Filosofía, en el Instituto de Ciencias de Moscú.
Ha sido profesor titular universitario de grado y postgrado en las asignaturas vinculadas con la Investigación
y la Ecología.

En el último tiempo, se incorporó a la Asociación Civil-Cultural «Tesis 11», como integrante de su Consejo Editorial, participando, asimismo, en el Consejo de Redacción de la revista de asuntos nacionales y temas internacionales «Tesis 11».
Los últimos trabajos que nos dejó son: «Ecología general y humana ». «¿Ecodesarrollo o capitalismo e imperio?» y «Educación, ecología y salud». Nunca escribió desde el fundamentalismo, siempre lo hizo relacionado con el socio-ecologismo, la relación entre la defensa de la naturaleza y la realidad social. Fueron parte de sus aportes en un tema central de nuestros días. Una forma de luchar contra los países centrales y el imperio. Una forma de seguir siendo un tipo consecuente.

*Ernesto Salgado: Analista político, integra actualmente el Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente.

3 respuestas a “Un soñador y luchador realista. Roberto C. Grana.”

  1. Gracias por tus palabras,no sabes lo bien que hacen,en la epoca que compartierón juntos yo era un pibe,tu nombre se me vino rapido a la memoria,despues recorde cuando lo acompañe al viejo a un entierro de un compañero que no me puedo acordar,en la zona sur y que vos estabas presente,si tenia un gran acercamiento al peronismo,fue critico de la posicion que tubo el p.c en la dictadura,y en el sur participo de la gran huelga del Chocon,dedicaba mas de 12 horas diarias a la causa,ha dejado varias veces a su familia en viajes de formacion,en lo ecologico en pleno neoliberalismo,que la exclusion alteraba al ecosistema,murio por un cancer de pancrea lo liquido en tres meses,fue a votar y dio algunas clases en ese momento,mi mamá murio dos años despues,creo que por amor,eran dos romanticos.abrazo y mil gracias.

  2. Estimado Pablo
    Yo he sido muy amigo de Roberto casi hasta el final de su vida.Por tu mensaje me enteré que habia fallecido Sonia, a quien me unia una importante amistad y a quien no podía localizar por teléfono. Con Roberto hicimos un libro juntos y nos unian ideales, puntos de vista coincidentes y una amistad cultivada durante mucho tiempo.
    Te mando un gran abrazo.
    Amado Heller

  3. Estimado Amado
    Mis hermanos y yo te recordamos, no solo por habernos cruzados en algunas oportunidades,sino también y principalmente por que conocemos tu historia á travez del relato de nuestros padres.
    una alegría recibir tu mensaje
    Un gran abrazo!
    Pablo Grana

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