Relaciones económicas y políticas entre China y América Latina y el Caribe.

Compartir:

Alfredo Caporaletti* 

Las relaciones entre América Latina y China pueden ser un importante impulso al desarrollo industrial de la región. En particular los acuerdos entre Argentina y China sobre la recuperación ferroviaria pueden ser un macro proceso del desarrollo industrial.

Se advierte, hoy, que una de las contradicciones principales de China con el resto del mundo es la creciente expectativa hacia ella y su capacidad de participar en los asuntos internacionales. Siendo el país emergente más grande del mundo inspira el avance de otros, y su acción conjunta contribuirá a impulsar una democratización de las relaciones internacionales, en los campos de la justicia, razonabilidad y tolerancia en la diversidad.

China propuso el establecimiento de un foro de cooperación con América Latina como un mecanismo y una plataforma de cooperación integral. La cooperación integral, que todavía está retrasada, impulsará el desarrollo más completo y equilibrado de los lazos bilaterales, ayudando a la construcción de nuevos tratamientos hacia los países medianos y pequeños, así como aquellos con pocos recursos naturales. La iniciativa ha recibido una reacción positiva en América Latina.

El embajador de la República Popular China en Cuba, Zhang Tuo, destacó la importancia de los nexos establecidos entre su país y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El diplomático consideró que esos vínculos permitirán avanzar hacia la “multipolaridad” económica del planeta. Señaló que el Foro Celac-China, establecido durante la II Cumbre de la Celac el pasado 28 y 29 de enero en La Habana, provee una plataforma para concretar las relaciones de cooperación entre la nación asiática y el bloque latinoamericano y caribeño. Se plantea la Primera Reunión del Foro para cuando el Presidente Xi Jinping arribe a Fortaleza a mediados del 2014 invitado a la reunión del BRICS en Brasil.

El comercio entre China y la región ascendió a 250.000 millones de dólares en 2013. América Latina y el Caribe, con una superficie 22.222.000 km2 y poblada por cerca de 600 millones de habitantes, va logrando un desarrollo nacional junto a los primeros pasos en su integración. Estos procesos ponen a las categorías espacio y tiempo, tensas y exigentes en apurar el ritmo.

Durante el año 2013 las relaciones de China con países en vías de desarrollo o emergentes de nuestra región, abordaron: a. Cooperación multilateral de Bancos, b. Relaciones Sur-Sur (México y Caribe), c. Relación con Cuba Socialista, d. Argentina, Brasil y otras, con la intención de mejorar infraestructuras maltrechas y e. Bolivia con su satélite de comunicaciones u uso de recursos naturales. Muestra la amplitud de formas de relaciones Sur-Sur y como la R. P. China va siendo el polo ineludible para consolidarlas, poniendo más en vigencia el carácter estratégico de los acuerdos y ajustando, paralelamente, el sentido de igualdad y reciprocidades. Las inversiones en energía, comunicaciones e infraestructuras de transportes varios, aparecen como las más notables.

El Presidente Evo Morales ha dicho –reiteradamente- que su gobierno continuará trabajando con China, que incursiona en varios sectores como hidrocarburos, telecomunicaciones, satélite, energía y transferencia tecnológica para encarar la industrialización. Papelbol –papel boliviano- fue creada en septiembre de 2007; un año después, la empresa brasileña D’Andrea se adjudicó el montaje de la factoría, pero incumplió el contrato. Tras varios percances, el Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) adjudicó en octubre de 2012 el acabado y puesta en marcha de la fábrica a la compañía china Shenzhen Vicstar Machinery. A principios del 2014 la empresa nacional puso en el mercado dos millones de cuadernos.

La Compañía de Vehículos Ferroviarios de Changchun firmó contratos con la brasileña Metro Barra en 2012 para la fabricación de 60 trenes EMU con un total de 240 vagones para el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Brasil. Los trenes de la empresa suponen el 82 por ciento de la cuota de nuevos trenes de Río de Janeiro, mercado tradicionalmente dominado por Francia y España. Se trata de los primeros trenes eléctricos de fabricación china que entran en el mercado sudamericano.

En el caso argentino aparecen rasgos que lo caracterizan como novedoso. Al intercambio habitual de mercancías se agrega una combinación de compras de material ferroviario y contratación de servicios, e inversiones y asociaciones de empresas chinas con el Estado Argentino. Al suministro de coches y vagones junto a material de vía pesado, en su actualización se amplía a rehabilitar y construir talleres para la fabricación del material en nuestro país; junto a la preparación técnica y gestión de personal. Varios proyectos están en marcha y otros en gestión. Trenes a Rosario, Córdoba, Mar del Plata, suburbanos, entre otros, y especialmente el Belgrano Cargas que abaratará significativamente los fletes del interior a Buenos Aires de alimentos y productos agrarios y otros. Lo mismo que los traslados de pasajeros.

Quisiéramos recordar el año 1948. Gobierno del Gral. Juan Domingo Perón. Nacionalización de los ferrocarriles en Argentina. De origen inglés, venían de la falta de combustibles y reposición de piezas por la II guerra mundial, pero con cambios políticos en el país y participación decisiva de los gremios ferroviarios y de la opinión pública. Miles de jóvenes de las escuelas técnicas y estudiantes de ingeniería se incorporan a los talleres y centros técnicos de proyectos. Empezando por cambiar la pulgada por el sistema métrico decimal y la nacionalización de los proyectos, se va a la creación de una industria nacional respectiva. Talleres Ferroviarios, Pymes y el ingreso a las normas IRAM con especificaciones ferroviarias, son las consecuencias. Luego vendrían los vagones, locomotoras y rieles, que completaron la independencia nacional en esa área estratégica del transporte terrestre. El dominio del neoliberalismo llevó a la ruina a los ferrocarriles y al país todo.

Ahora toca la reconstrucción. La alianza estratégica con la RP. China, como vimos, puede ser un camino a la recuperación y modernización de los Ferrocarriles Argentinos.

La nacionalización de Aerolíneas e Y.P.F, el uso de energía nuclear para fines pacíficos y la fabricación de satélites, entre otras, van creando un sentido nacional de emancipación. Grandes obras ferroviarias servirán para afianzar esta línea de desarrollo industrial y tenderá a resolver el peligro de la primarización de nuestra economía.

*Alfredo Caporaletti, miembro del Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos, cofundador de Tesis 11.

Deja una respuesta