Pasar a la Ofensiva. Movilización y Unidad de Acción

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Isaac Grober (*)

Si la sola denuncia por encubrimiento a los iraníes por el atentado a la AMIA y el consecuente llamado a indagatoria contra la Presidenta de la Nación y el Canciller de la República, entre otros, conmocionó a la sociedad argentina, la muerte del Fiscal Federal  Alberto Nisman, la colmaron de estupor.

Repercusión que se potenció cuando se hicieron públicas las aseveraciones con las que se pretendió respaldarlas, de falsedad probada,  unido a la inexistencia de pruebas y más aún, con afirmaciones opuestas a  hechos que la porfiada realidad olímpicamente las contradice

ESCANDALO, INTERROGANTES Y ACTORES

Sin pretender ingresar en los vericuetos policiales, hay no obstante interrogantes lógicos que obligan a una reflexión y a una respuesta.

  • Qué indujo al Dr. Nisman a interrumpir súbitamente sus vacaciones en Europa que había emprendido para agasajar a su hija con motivo de su 15 cumpleaños? ¿qué y quién lo convocó a regresar de urgencia?
  • Dos días después de llegar al país, sí, dos días después,  presentó –en el mes de ferias – un escrito de casi 300 fojas con fundamentos endebles  y de nulo valor jurídico, tal como reconocieron funcionarios judiciales y juristas de nota. Más aún, ninguno de los hechos por los que pretendió imputar a los que acuso, tiene carácter doloso. No son delitos, pero sí tienen efecto político. Entonces, el escrito,  con tales deficiencias jurídicas y presentado a las apuradas, ¿es de su autoría o lo escribió otro y  lo usaron a él para que en su calidad de fiscal a cargo de la causa AMIA, lo presentara y generara un clima propicio para las peores aventuras? Como mínimo generar un escándalo jurídico y político.
  • ¿Cuál era la urgencia de tramitar una denuncia con tantas falencias, sabiendo como lo sabe cualquier abogado, que sin pruebas que lo sustenten, jamás habilitarían el juzgado en el mes de ferias, como de hecho ocurrió?
  • ¿Qué peso tuvo en toda esta trama el obrar de sectores del Servicio de Inteligencia, desplazados por orden de la Presidenta en noviembre pasado y que al decir del Dr. Canicoba Corral, juez a cargo del caso AMIA, eran quienes conducían en los hechos la investigación, relegando al Dr. Nisman  al mero papel de vocero de ellos? Nos referimos concretamente a Antonio Stiuso, alias “Jaime”,  Director  de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, ex SIDE, funcionario con responsabilidades en esa estructura ya desde  tiempos de la dictadura genocida y quien, entre otras cosas, era el hombre de contacto con las embajadas de EE.UU. e Israel, con la CIA y  el MOSAD.
  • Y hablando de embajadas, la de EE:UU., de la que el Dr. Nisman recibía instrucciones, como lo revelaron los cables rescatados por Wikileaks y nunca desmentidos ¿se abstuvo de participar en esta oportunidad?

Convengamos que no se trata de cualquier denuncia ni de una muerte como cualquier otra y para peor, una a continuación de la otra, lo que priva a la ciudadanía escuchar las explicaciones a las que el Dr. Nisman  estaría obligado a dar dada la gravedad política de lo denunciado, los funcionarios a los cuales involucró y la argumentación insustentable sobre la que construyó su discurso.

.Además, éste como cualquier otro escándalo político no brota del vacío. Hay un contexto que si no se explicita e incorpora en el análisis, estos  hechos graves y desgraciados no terminarán de tener explicación. En tales condiciones quedarán, se esclarezcan o no,  como un simple acontecimiento conspirativo y atentatorio a la institucionalidad, pero inútil para impulsar transformaciones  que afiancen la democracia, e impidan su repetición.

PROVOCACIONES, PROVOCADORES Y PROPOSITOS

El Kirchnerismo en función de gobierno y sus autoridades, vienen soportando, por lo menos desde los días de la Resolución 125, mediados de 2008, toda clase de demonizaciones, calumnias, mentiras, golpes de mercado, corridas cambiarias y financieras y hasta una insubordinación policial en varias provincias,  campañas todas dirigidas a generar miedo, desconfianza y zozobra en aras de descalificar la gestión, debilitar al gobierno y a las instituciones de la democracia.

En pocas palabras, desestabilizarlo y de ser posible voltearlo. Como mínimo, que llegue deteriorado a las próximas elecciones.  De allí el eslogan que resume su ambición “fin del ciclo”

Apuntando al logro de este sueño se ha conformado un entramado mafioso que aunque tiene contradicciones internas, en lo central,  en lo que aquí importa, sus integrantes apuntan al mismo objetivo. De su composición sobresalen por ser los más visibles, dada su función, las corporaciones mediáticas, en particular, pero no en forma exclusiva, el grupo Clarín y La Nación, obstinados en maniatar y disciplinar la mente y la cultura de las masas, alimentar la confusión y abonar el caldo de cultivo que sirva para generar condiciones para ejecutar el llamado golpe “blando”, al modo como destituyeron al Presidente Lugo, en Paraguay. Corren para ello con la ventaja del prejuicio instalado que no distingue entre gobierno y poder, ya que para una significativa porción de la ciudadanía son la misma cosa, el gobierno y el poder. Desde su visión política, son sinónimos.

Son también  parte de esta mafia el capital concentrado, de origen nacional y extranjero, los fondos buitre y los gobiernos que los toleran y respaldan; ciertos integrantes del poder judicial (además de los jueces de la servilleta) que operan como corporación y están entreverados y abrazados al poder económico; ciertos burócratas sindicales, algunos que se autocalifican  de izquierdistas y también como ahora se nota, aunque siempre se supo, parte de los servicios de inteligencia.

Como ejemplos basta citar la industria del amparo judicial (a los que son asiduos adherentes el Grupo Clarín y La Nación) y las causas que mueren por prescripción (esto no es impunidad?).

Un párrafo aparte merecen los principales  partidos políticos de la oposición y muchos de sus dirigentes ocupados y preocupados por conseguir una silla y si es posibles el trono, sin sujeción a ningún principio, sin elaborar ni exhibir, ni debatir  propuestas conforme a un ideal o proyecto superior,  Por obvia especulación política y electoral muestran que les basta llevar al discurso y amplificar la línea que le bajan las corporaciones  mediáticas-

Si bien éstos son los ingredientes del contexto, más aún en un año electoral, esto no alcanza a explicar tanta virulencia. No explica por qué ese entramado mafioso impulsa y se regodea con la denuncia del Dr. Nisman y con su muerte y por qué por todos los medios busca enlodar al gobierno y atribuirle responsabilidad y hasta el colmo de insinuar su benevolencia hacia el terrorismo internacional (ejemplo: la mentirosa noticia del permiso negado por la Presidenta al Canciller para asistir  en Paris a la marcha en repudio a la masacre de los periodistas de Charlie Hebdo )

Llegamos pues al punto que exige poner en evidencia la base sobre la que se asienta  éste y los demás conflictos en los cuales es parte el entramado mafioso del que hablábamos  ¿Qué es lo que se disputa? ¿Cuál es su esencia? ¿En qué se basa?

EL NUDO DE LA DISPUTA

Lo que está en disputa es el poder que emerge de intereses contrapuestos, en gran parte antagónicos, que aplicados en su más pura expresión y hasta sus últimas consecuencias, son de convivencia incompatible: uno debe desalojar al otro porque cada uno de ellos está identificado con un distinto proyecto de país y de sociedad, más que diferencias entre una u otra medida.

Lo central de la política y del proyecto de quienes comandan la alianza antikirchnerista, es la de articular un país en el que las decisiones sobre el destino del excedente económico queden libradas – al decir de ellos –  al mercado,  sin interferencias del Estado o si debe ser con su  participación, que ésta sea en el más bajo nivel posible.

Convengamos, como el curso de los hechos hasta el año 2003 lo demostró, un “mercado”  con tan elevada concentración de riqueza (monopolizado) y con tan alta proporción en manos del capital extranjero, en particular en los nudos estratégicos, terminará delegando  en ese capital concentrado y en su favor, la distribución social del ingreso nacional, la inversión el consumo, lo que se importa y exporta, el nivel del endeudamiento externo y así de seguido.

Por derivación lógica y necesaria, toda otra serie de derechos personales, civiles, sociales, laborales, de género etc- quedarán subordinados a la viga y estructura de lo central. Quedará conformado un país con menor autonomía, con más desigualdad y una estructura de  clases con mayor expansión de sectores vulnerables.

Por eso es que dado su concepción de rol del Estado, no debe extrañar la oposición y hasta el bramido contra toda medida antimonopólica, como cuando se nacionalizaron las AFJP, la expropiación de YPF antes en manos de Repsol, la recuperación de Aerolíneas Argentinas, la aprobación y luego aplicación de la ley de medios audiovisuales, la reforma a la Carta Orgánica del Banco Central y sus decisiones en materia de magnitud, destino e intereses del crédito. Qué decir de la sanción de la reforma a la vieja ley de Abastecimiento o las de defensa de los consumidores.

Ahora están tan apegados al derecho que no se inmutan al sostener que debe pagarse a los fondos buitre según la disparatada decisión de la justicia norteamericana.

Pensemos en el zafarrancho que armarán el día que se pretenda reformar con sentido progresista el régimen tributario o el de entidades financiera o se intente una intervención más activa del Estado en el comercio exterior o se quiera modificar el régimen aplicable al capital extranjero, todas políticas cuya puesta en marcha reclama a gritos el mejor funcionamiento del país.

Pero el motivo real de la descalificación de la gestión kirchnerista no está basada en los índices de rentabilidad que, reconocido por ellos,  son altos, a veces superiores a los de las mejores épocas del pasado. Su preocupación es que la política y el proyecto de la contraparte, hoy todavía un niño, se desarrolle y consolide las bases de un país distinto

Esta disputa es lo que enmarca la virulencia de las provocaciones, de las denuncias y de los ataques al gobierno, incluida la denuncia y el efecto generado por la muerte del Dr. Nisman..

CONCLUSIONES

Lo ocurrido y el momento en que se produce es, dadas las circunstancias,  muy grave, con riesgos para la supervivencia de la paz social, de la democracia y de las perspectivas de lucha de gran parte del pueblo por profundizarla.

En primer lugar, es necesario que el tema, la trama de lo sucedido se esclarezca acabadamente. Sin embargo no es suficiente con que el curso del camino a la verdad quede sólo en manos de la Justicia, habida cuenta del nivel de corrupción con que está penetrada.

Quienes de verdad aspiran a cambios progresistas, a la profundización del proyecto sociopolítico que ya lleva más de una década, no pueden permanecer a la expectativa, a la defensiva.

La gravedad del momento requiere pasar a la ofensiva. Es necesario la unidad de acción y de movilización de las organizaciones sociales, de los gremios, de las centrales de trabajadores, de los pequeños y medianos empresarios y productores del campo, de los nucleamientos de artistas, intelectuales y profesionales, de las agrupaciones políticas que a pesar de sus diferencias, coincidan en lo central: la defensa de la institucionalidad.

Hay que rescatar las lecciones de las experiencias nacionales y mundiales: los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, con mayor participación, generador de mayor conciencia.

(*) Contador Público y Magister en Economía

Miembro del consejo Editorial de TESIS 11

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2 respuestas a “Pasar a la Ofensiva. Movilización y Unidad de Acción”

  1. Manuel Vagofrias dice:

    Sabido es que es desarrollo de los pueblos va depender mucho de su capacidad de organizacion. Ese es el paradigma. Pero hacerles entender esto a las bases requiere de una fuerza constante y permanente. En argtentina como en nuestra america Latina necesitamos gobiernos que adopten posiciones independientes frente a los poderes hegemónicos y ocultos y a ello responde la organanizacion popular. De lo contrario siempre asistermos a gobiernos títeres y pusillámines que no plueden resolver los problemas nacionales. Ahora que el neoliberalismo muestras su desencarnada realidad, retomamos a nuestra vieja discusión de que el mercado no es la mano de Dios, como nos hicieron creer. Requerimos que el Estado, representante del pueblo organizado asuma el control y regulacion del mercado en interés de la propia Nación.Pieso que en esa perspectiva, se expropio la Petrolera , y asi debe suceder con todos los medios y recursos estratégicos.

  2. En la enumeración de los componentes del entramado mafioso he omitido al más activo y por sobre todo al más poderoso partícipe de la banda: la fuerza imperial de los EE.UU. En este caso hay dos grandes motivaciones adicionales para su accionar contrario al proyecto Kirchnerista en marcha: uno es el de tratar de infringir un golpe al proceso integrador y autonomista sudamericano, expresado en el accionar del MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC; haber sido el artífice del NO AL ALCA, junto a Hugo Morales y Lula, más el tenor de la participación argentina en el G20, en el G77+China, por el acercamiento a los BRICS y en las Naciones Unidas, por liderar la construccion de un marco internacional para la reestructuración de las deudas soberanas. Este accionar de nuestro gobierno vino contribuyendo a debilitar los lazos de sujeción económica y fundamentalmente política de la región a los intereses del imperio y a acentuar su aislamiento, como lo han confesado al momento de anunciar la normalización de las relaciones con Cuba. Por eso no es obra de la casualidad los intentos golpistas denunciados en estos días por Nicolás Maduro, en Venezuela y las amenazas de juicio político contra Dilma Rousseff en Brasil. El mismo disparo a varias puntas pero con el mismo objetivo.
    La otra motivación desestabilizadora es la oposición de EE.UU. al establecimiento de acuerdos de alcance autonomista y estratégico con China, que desde el año pasado se ha convertido en la primera economía mundial por la magnitud de su producto global. Este rumbo EE.UU., como es propio de un imperio, no lo tolera

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