Mauricio Macri, nueve meses de gobierno

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Revista Tesis 11 (nº 119)

Edición especial: Balance del gobierno de Cambiemos

(situación política)

Roberto Papadopulos*

La caracterización del momento actual y del gobierno. A quienes benefician las medidas del gobierno. Las luchas y la construcción de una alternativa que permita una nueva “oleada” para profundizar el proyecto.

En pocos días el gobierno de Mauricio Macri cumplirá diez meses. La situación económica, política y social, creada como consecuencia de las medidas tomadas, promueve la necesidad de un balance de la gestión.  El resultado de las mismas y la controversia ya está en marcha. No alcanza el esfuerzo y la estrategia del gobierno de pretender desviar la atención con la acción y el apoyo de los grupos mediáticos concentrados de tender un manto de sospecha contra todos y todo lo realizado por el gobierno anterior; como corrupto, antidemocrático y populista.

Las verdaderas causas, las raíces del agravamiento y deterioro de la situación económica y social, comienzan a salir a la luz, y a mostrar que no es “que están aprendiendo”,  “que las medidas tomadas eran las únicas para evitar una crisis mayor” y que el gobierno recibió “una pesada herencia”. Estos argumentos, que en un principio pareció ser aceptados por una parte de los propios sectores populares, ya, no pueden ser sostenidos por los propios funcionarios del gobierno actual. La situación es fruto de las políticas neoliberales que se está aplicando a favor de los ricos y contra los pobres.

Mintieron y engañaron al pueblo con sus promesas. Bueno es recordar, a modo de comprobación, que en muchos discursos, el Presidente Macri, negó terminantemente que fuera a devaluar, a imponer un fuerte aumento de tarifas y despidos. Prometió pobreza cero.  Y repitieron tanto sus mentiras que parte del pueblo creyó que eran verdades.

Hoy, los poderosos intereses económicos y políticos que enfrentamos en Argentina y el resto de los países de América latina y el mundo, no solo utilizan  las fuerzas armadas y policiales cuando creen necesario. Cuentan con el incalculable poder de fuego de los grandes grupos mediáticos concentrados. Fueron los medios que blindaron a quienes se proponían como “artífices del cambio, de la eficacia, de la honestidad y de las propuestas para corregir y avanzar hacia el bienestar y la pobreza cero”.

Como hecho histórico y para reflexionar, es bueno señalar  que  los sectores económicos y políticos que llegaron al gobierno, lo hicieron, por primera vez en la historia de nuestros país, ganando las elecciones. Siempre lo alcanzaron mediante el “fraude patriótico” o por vía de los “golpes de estado”. Cierto es, también, que los errores que cometimos jugaron un papel, pero en particular la debilidad organizativa e ideológica de las fuerzas democráticas y populares no alcanzaron a consolidar un “sujeto social” que sostuviera los enormes pasos adelante dados, y empujaran, para profundizar, el camino emprendido a partir del 2003, en los gobierno de Néstor y Cristina de Kirchner.

Cuál es el centro del debate

Cada día queda más claro que este gobierno representa efectivamente los intereses de los grupos concentrados de poder económico, del capital financiero especulativo en  particular, los grupos concentrados del campo –léase la Sociedad Rural- y de las multinacionales. Esta afirmación no solo se expresa en el dato que 25 de los ministros y funcionarios principales fueron CEO de las grandes corporaciones económicas, como lo muestran algunos ejemplos de los miembros del supuesto mejor gabinete de los último 50 años, (Alfonso Pray Gay Ministro de Hacienda, CEO de JP Morgan, Juan J. Aranguren Ministro de Energía, CEO y ex accionista de  Shell, Susana Malcorra Canciller, trabajó en IBM y Telecón, Francisco Cabrera Ministro de Producción, trabajo en HSBC.) (Ver Página12 3 de enero de 2016), sino al analizar a que sectores benefician a cuales perjudican. Ahí veremos el verdadero sentido del “Cambio”.

Las medidas que impulsan quienes gobiernan ponen más a las claras que en el centro del debate está la confrontación de dos modelos de país. Está en la historia. Estuvo todos estos años, durante el proceso electoral y sigue planteado. Un debate que incluirá no solo la lucha por sostener lo conquistado, sino la posibilidad y la necesidad de profundizar un modelo superador en la construcción de una sociedad, más justa, más equitativa y más democrática. Una sociedad nueva que supere este capitalismo salvaje.

Un modelo representado por  sectores populares que accedieron al gobierno después de la profunda crisis del 2000/1. Fue durante los gobiernos de Néstor y Cristina de Kirchner que se avanzó en cambiar el patrón de acumulación. Aunque es cierto que algunas medidas fueron insuficientes o se quedaron a mitad de camino. El mismo se basó en un rol cada vez mayor del “Estado” como gestor y motor de medidas de desarrollo y crecimiento. De fomento del mercado interno, mejora de la redistribución de la renta nacional. Impulso a la pequeña y mediana industria. De inclusión social, de ensanchamiento y mejora de la educación, el deporte, la ciencia, las artes, el cine y el teatro. De mayor participación de los sectores populares en el debate y la acción política. De reconocimiento de más derechos generales e individuales. De ensanchamiento y profundización de la democracia

De mayor coordinación de la acción con los gobiernos de los países de la América latina y el Caribe que luchan por los mismos objetivos para sus pueblos. Desarrollo del Mercosur, UNASUR y la CELAC. Política Exterior de Paz, respeto a las decisiones democráticas de los pueblos e independiente del imperialismo norteamericano.

El otro, un modelo sustentado en la acción de los grupos concentrados del poder económico, en particular financiero, y sectores exportadores de materia prima. Cuyo modelo de acumulación está basado, en particular, en la actividad financiera y la rentabilidad que estos capitales pueden repatriar a sus casas matrices o llevarlos a los paraísos fiscales. Con un Estado hoy manejado directamente por esos grupos monopólicos, que solo se ocupan de crear las condiciones de máxima “seguridad jurídica” para garantizar sus negociados. Un modelo que remite al impuesto durante las dictaduras del 66 y 73. Que garantiza una redistribución de la renta nacional (70/30) a favor de los grupos monopólicos, bajos salarios, ejército de desocupados. Disciplinamiento de los trabajadores y desmantelamiento de sus organizaciones sindicales y populares.

Las principales medidas de “Cambiemos”

El análisis de las medidas del gobierno de Macri, demuestran que todas favorecen directamente a los grupos económicos que hoy detentan el gobierno. Son los portadores de las

concepciones del neoliberalismo. Con algunas de ellas han producido una gran transferencia de recursos de los trabajadores, de pequeños industriales, comerciantes de la ciudad y el campo en beneficio de los grupos concentrados del poder económico –especulativos en particular- como lo muestran  las enormes ganancias de muchos bancos extranjeros.

-Realizaron una devaluación de casi un 55%. Un dólar de $ 9.75 pasó a $ 15. Devaluación que anunciada por sus equipos de asesores antes de haber ganado las elecciones se tradujo en una traslación a los precios, en especial a los productos de primera necesidad.

-La eliminación de las retenciones al trigo, maíz, carne y productos regionales. Para el caso de la soja un 5% y escalonada para el próximo año. Se calcula alrededor de 4.000 millones de dólares que el gobierno entregó a los sectores del campo.  Así mismo, se eliminaron los derechos de exportación a las mineras. Estas medidas desfinanciaron al Estado y se pretende recuperar mediante los aumento de tarifas, quita de subsidios, rebaja de las partidas del presupuestos para educación, sanidad, mejoras en la seguridad social e incentivo del mercado interno y del desarrollo industrial.

-Se pagó a los “fondos buitres”, en una de las peores negociaciones, que sumado a los préstamos solicitados por las Provincias, hizo que la deuda externa pasara del 25 al 31% de PBI.

-Aumento considerable de las tarifas de Agua del 220%, luz  y gas con pago mensual. Incrementos que, producto de las luchas y el reclamo a la justicia por la falta de audiencia pública, se  proponen ahora “moderarlas” con incrementos entre el 200 y 300% para 2016 y disponer nuevos incrementos hasta el 2019. También de teléfono, celulares y transporte de Subte.

-Anulación del llamado “cepo cambiario”, hecho que ya permitió una fuga de capitales de alrededor de 8000 millones de dólares.

-Apertura de las importaciones de productos alimenticios y de producción nacional.

Los efectos de estas medidas dejan en claro que las consecuencias de las mismas castigaron a los sectores de menos recursos; trabajadores formales e informales, monotributistas y pequeñas y medianas empresas, con una cifra de cierre muy importante. Según la ART, entre diciembre y junio, la cantidad de empleadores que pagan aportes se redujo en 2700.

-Desde Diciembre de 2015 se produjeron 127 mil despidos en el sector privado y 67 mil en la administración pública. Despidos que siguen creciendo, tanto en el Estado como en el sector privado.

-La inflación alcanzó en lo que va del año, según el Estudio Bein el 44,6% en el último año. En estas cifras no están considerados los aumentos de tarifas.

-Caída del salario del 12% aproximadamente. Se produjo una baja del consumo y se sumaron 1.3 millones de pobres nuevos.

-Se dictó el “Protocolo de Seguridad” y se resolvió la creación de un escuadrón “anti-motin”. Se detiene a los militantes sociales, como el caso de Milagro Salas y se reprime las luchas de  los sectores populares en defensa de sus derechos.

-Se desmontó organismos vinculados con la lucha de los derechos humanos. Se menospreció el genocidio cometido por la peor dictadura cívico-militar del continente y se intentó demonizar y denostar a la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, a las Abuelas y demás organismos.

-Política exterior de realineamiento con EE.UU. Se firmó el vergonzoso comunicado con la Cancillería del Reino Unido sobre las Islas Malvinas, que propone acuerdos económicos de explotación de las riquezas de las Islas sin hablar de soberanía. Y se produjo, después de 10 años, el retorno del FMI, para supervisar  y dictar recetas para la política económica de nuestro país.

-Subordinación a las políticas de EE.UU y del Fondo Monetario Internacional.

Un nuevo momento político en el país

Pero estas medidas ya tienen  el rechazo de los más vastos sectores populares. Rechazo que cada vez se extiende y profundiza más a lo largo y ancho del país. Las luchas de Estatales, Docentes, Petroleros, Bancarios. Los pequeños y medianos horticultores y fruticultores. Las masivas acciones contra el tarifazo. El multitudinario acto en conmemoración del 24 de marzo. El paro y concentración del 29 de abril, la formación de la Corriente Federal de los Trabajadores y los 25 Puntos programáticos y la masiva y multisectorial concentración con la que culminó la Marcha Federal, convocada por ambas CTA, gremios de las CGT, organizaciones Populares y de Derechos Humanos. En el discurso de cierre de la misma Hugo Yasky, secretario de la CTA, señaló que hay un “nuevo momento político”. Un momento donde, cada vez más, los trabajadores ocupan el centro de la escena política y se asocian con las organizaciones populares, sectores medios, estudiantes, mujeres y organizaciones defensoras de  los Derechos Humanos. Proceso donde va creciendo la renovación y consolidación de nuevas direcciones sindicales y sociales y la tendencia a la mayor coordinación. Está en marcha la reconstrucción del campo Popular, la acumulación necesaria que cree las condiciones de una nueva “oleada”, no sólo para enfrentar el proyecto neoliberal, sino para avanzar en un proceso transformador, avanzado, democrático y popular, que será necesario coordinar, más en el plano de la América latina.

La derecha también tiene su plan

Pero también aparece claro, que los grupos del poder concentrado, tienen su estrategia y sus objetivos; dividir el campo popular, Bajar salarios y despedir. Disciplinar y debilitar las organizaciones de los trabajadores, populares, de los estudiantes, campesinos pobres y medios, de los estudiantes y las mujeres. Construir una “oposición” que sea una “alternancia”, que no cambie nada. Que bloquee la vuelta al gobierno de los sectores populares que quieren cambios más de fondo.

Tienen una parte del Poder Judicial que encubre y convalida acciones fuera de la ley, con la actitud de ciertos dirigentes políticos y sindicales que siguen dialogando, dilatando y distrayendo la necesidad de lanzar, no solo un paro general, sino un plan de lucha qué incluya un paro general con movilización. Movilización con propuestas para contraponer al plan neoliberal y de restauración conservadora.

El camino de las luchas, de la unidad, para derrotar los planes neoliberales y profundizar la aplicación de un proyecto transformador, está en marcha. Es el único para empoderar a los sectores populares y salvar a la patria.

*Roberto Papadopulos, periodista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11

Una respuesta a “Mauricio Macri, nueve meses de gobierno”

  1. Jorge Schnitzer dice:

    Estimados Compañeeros; Me congratulo de haber le´do la nota del Cro, Roberto, muy buena en todas sus líneas, lo felicito y aspiro a que continuemos la lucha, ya que no se puede aflojar, hay que
    fomentar por todoslos caminos posibles la reorganización popular, ya no digo del partido que si bién es importante, estimo que se vive el momento de organizar un gran frente con participación amplia de todos los sectores populares sin descriminación sólo con afán irrenunciable dle triunfo final,-
    Un Gran abrazo y Hasta la Victoria Siempre!!!!!!!!

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