Gleisi Hoffmann: las políticas neoliberales llevan al colapso a Brasil

Compartir:

Gleisi Hoffmann es senadora y presidenta nacional del PT  –  Traducción: Isaac Grober

En este artículo, la presidenta Nacional del PT critica la política entreguista practicada por Petrobras dirigida por Pedro Parente desde el golpe de 2016

Las reivindicaciones de los camioneros que protestan desde hace una semana en las rutas son justas. Se trata de una profesión sufrida, que los obliga a largas jornadas, lejos de la familia, corriendo riesgos de accidentes y de asaltos. Es errado decir que el país se tornó rehén de las protestas. Somos rehenes, todos nosotros, de un gobierno irresponsable e insensible a las demandas sociales.

La raíz de la insatisfacción con el precio de los combustibles está en la política entreguista practicada por Petrobras desde el golpe del impeachment, dos años atrás. La empresa fue entregada al señor Pedro Parente , legítimo representante del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, para hacer lo que los tucanos no consiguieron en su tiempo: destruirla y entregar nuestro patrimonio a los intereses privados, nacionales y extranjeros.

La política de alineamiento de los precios de los combustibles a las variaciones de los precios internacionales del petróleo es parte de ese proyecto. Es una estrategia perversa, que beneficia a los accionistas privados en detrimento de la economía popular. Sus consecuencias están siendo percibidas ahora en las estaciones de servicio, per llegaron primero a los lugares más pobres, donde falta dinero para pagar el gas de uso domiciliario

Pedro Parente redujo en un 30% la producción de derivados en nuestras refinerías, abriendo nuestro inmenso mercado a la importación de combustibles. Además de transferir grandes beneficios a las empresas extranjeras, tornó al Brasil extremadamente vulnerable a la especulación con los precios internacionales que caracteriza al sector petrolífero

No es ninguna solución la reducción temporaria del precio del diésel, tardíamente ofrecida a los camioneros, ni la reducción de impuestos federales sobre los combustibles si Petrobras continua trabajando contra Brasil. Las soluciones propuestas por el gobierno no tocan la raíz del problema y transfieren al Tesoro el costo de la negociación. No tenemos duda de que el costo fiscal del acuerdo llevará a nuevas reducciones en el presupuesto de salud, educación y las políticas públicas que benefician al pueblo.

Ante una crisis que era esperada, el gobierno golpista optó por defender los intereses de los grandes grupos que se benefician con la importación de combustibles, demostrando una vez más a quien sirvió el golpe del impeachment. . Y más grave aún, sin capacidad ni legitimidad para dialogar, convocó a las Fuerzas Armadas para frenar el movimiento.

El país entero está sometido, desde el fin de semana, a una situación de excepción, de la cual se aprovechan los pescadores de aguas turbias para estimular aventuras autoritarias, pidiendo intervención militar.

Ninguna solución para Brasil está fuera de la democracia, de la realización de elecciones libres y directas, de un gobierno que esté legitimado por el voto popular. Un gobierno que oriente su mirada hacia el pueblo y el desarrollo de Brasil

En los gobiernos del PT había previsibilidad y una política justa y soberana de precios de los combustibles. Además había principalmente diálogo democrático y la legitimidad obtenida en las urnas para dirigir el país. Por eso insistimos en lanzar la candidatura del ex presidente Lula y defender el derecho del pueblo de votar libremente. Es en la democracia y no en el uso de la fuerza que podemos reconstruir a Petrobras y al Brasil.

Deja una respuesta