Empresas Recuperadas por sus trabajadores.

Compartir:

Kelly C. Pereyra*

“Y todo por qué? Por defender un derecho nada más, el derecho a trabajar[1]: 

 

Esta primera presentación se propone plantear algunas reflexiones que puedan contribuir al debate actual acerca del tema de empresas recuperadas por sus trabajadores. El carácter nuevo de las experiencias y muchas veces la debilidad de las mismas no resta importancia al tema que representa en cuanto a la posibilidad de recuperación y reconstrucción de una cultura del trabajo que articule las prácticas solidarias hacia dentro de la empresa con las prácticas solidarias hacia otras organizaciones y sectores sociales.

Las experiencias de las empresas recuperadas o en vías de recuperación por sus trabajadores se inscribe en el marco de los cambios que se han producido en el mundo del trabajo a nivel mundial y en la Argentina en los cambios estructurales producidos por la aplicación de las políticas neoliberales y neoconservadoras de las últimas décadas con su consecuente desindustrialización. Dichas políticas favorecieron la inversión financiera en detrimento de la inversión productiva agudizando las condiciones de desigualdad social que se expresa en el aumento progresivo de amplios sectores sociales en situación de pobreza, exclusión y marginación. La política cambiaria implementada durante el gobierno menemista,  “un peso un dólar” produjo masivas importaciones que terminaron por destruir el aparato productivo de capital nacional. Esta situación ubicó en el año 2002 alrededor del 51,4 % de la población argentina por debajo de la línea de pobreza .  Cientos de fábricas se vieron en situación de quiebra cerrando sus puertas al tiempo que eran desmanteladas por sus propios dueños.

Estos cambios en la redistribución de la riqueza tanto a nivel global como local fueron redefiniendo las luchas y a los propios sujetos sociales. Ante el cierre de fuentes de trabajo surge por parte de algunos sectores de trabajadores la decisión de resistir “Todos los trabajadores hemos sido estafados hasta que dijimos “basta, hasta aquí llego mi amor, esto lo vamos a mantener, esta fuente de trabajo no se va a cerrar”; y eso fue lo que hicimos…” . Esta decisión inicial y la autogestión de sus fuentes de trabajo recuperadas es vista como la única forma de evitar la exclusión. Por otra parte esta situación se complejiza por un escenario de crisis económica, de vaciamiento de algunas empresas, y la falta de políticas públicas que contemplen la realidad del sector.

Esta serie de acciones y estrategias hacia la recuperación de su fuente de trabajo que se inician como simple recuperación de una fuente de trabajo al ir desarrollando la solidaridad van inscribiendo nuevas formas de subjetividad  “(…) nosotros tomamos la empresa a partir de un acto reflejo porque perdíamos el trabajo, no era porque queríamos cambiar el mundo ni el país. O sea, fue un acto reflejo porque nos quedábamos sin trabajo y una cosa fue llevando a la otra, al final nos vimos formando una cooperativa, con mucha ayuda que ello incluyó, porque al principio uno tiene muchas dudas… ¿estaremos haciendo bien? ¿no estaremos haciendo una macana?… yo me lo preguntaba…” y dice más adelante “Lo que es difícil de contar no es la lucha. Es difícil contar la gente que pelea por uno… o sea la gente que te apoya. No es tanto la lucha, sino lo que vos recibís de gente que nunca en tu vida viste y está ahí… por eso me puse un poco blando…” 
La situación legal de la mayoría de las empresas con respecto a la expropiación, puede ser total o solamente  afectar las maquinarias, equipos, marcas y patentes, por un determinado lapso de tiempo (en general dos años), bajo la figura de comodato. Muchos de estos comodatos deben ser reconsiderados este año al expirar el plazo estipulado.

Esta  nueva forma de lucha de los trabajadores como estrategia para mantener la fuente de trabajo, va desde la toma de las empresas, a la decisión de reiniciar la producción y la construcción de proyectos comunes con otras organizaciones, centros culturales e incluso la construcción de proyectos educativos: “a través del tiempo hemos podido ver como sectores de la comunidad, organizaciones, asambleas, nos han ido apoyando” .

La relevancia de este tema radica en dos aspectos. El primero porque es un proceso en crecimiento: “las cifras totales, por lo tanto, varían de acuerdo a los criterios tomados  y al momento de hacer el recuento. Cuando este relevamiento comenzó, se hablaba de entre cincuenta y sesenta empresas recuperadas. Como este mismo informe  detalla, ese número se ha duplicado, llegando al momento actual (abril del 2003), a 128 empresas en todo el país (…)”.  En la actualidad  existen alrededor de 135 a 140 empresas recuperadas o en vías de recuperación sin incluir otras organizaciones de carácter autogestivos vinculadas a estas experiencias. La precisión de esta información será ratificada o rectificada a partir del Segundo Relevamiento que se está realizando en el marco del Programa Facultad Abierta y el UBACyT de Urgencia Social, Programa interdisciplinario de transferencia tecnoógico hacia empresas recuperadas por sus trabajadores. Estos datos toman mayor relevancia desde el punto de vista del trabajo pues se han recuperado alrededor de 10.000 puestos de trabajo y si consideramos su crecimiento como sector, su potencial se ve reforzado al existir  alrededor de 1200 empresas en situación de quiebra.

El segundo aspecto tiene que ver con la potencialidad de los aprendizajes que se van produciendo en la experiencia autogestionaria; por  la posibilidad que emerge cuando los trabajadores inician un camino de autonomía; por la democratización en las relaciones sociales de producción; y por lo que significa asumir la responsabilidad de decidir qué y para qué se va a producir.  Al comienzo del proceso de autogestión de la empresa la mayoría de los trabajadores tienen poca información acerca de lo que esa nueva forma de gestión significa. Este pasaje de la gestión de una empresa convencional a momento de la autogestión se produce con una disminución de la producción debido a diversos factores de acuerdo a cada caso: pérdida de la cartera de clientes, falta de materia prima, falta de crédito, entre muchos otros.  

Es en el marco de estos procesos que se abre un espacio para  por lado discutir acerca de las relaciones sociales y por otro relacionarlo con las formas de construcción y valoración de saberes y experiencias en las empresas. Con respecto a las relaciones sociales si bien existe una permanente tensión entre la empresa recuperada y el mercado, al interior de la empresa al no basarse en la explotación de los trabajadores, el valor de las personas y sus necesidades poseen un valor esencialmente diferente. Por otra parte sus acciones no solo están orientadas a la satisfacción de necesidades sino al desarrollo de actividades culturales y sociales, estableciendo vínculos y redes.

Con respecto a los saberes y experiencias de los trabajadores vemos que pone en tela de juicio el  papel de la capacitación. Por tanto desde este trabajo se propone una perspectiva integradora e interdisciplinaria que rescate saberes y experiencias de los trabajadores y favorezca la reflexión crítica de la experiencia que se está llevando adelante. De este modo, en el contexto sociopolítico, científico y educativo actual, el papel de la Universidad pública es de vital  importancia en cuanto al estudio del papel de la educación,  entendida como todos los espacios de la vida,  como el entramado de las graves y profundas problemáticas sociales heredadas del arrasamiento neoliberal y en la búsqueda de articulación de una  mirada integradora e interdisciplinaria que enriquezca la reflexión sobre dicho campo. Sin duda los principios éticos no se construyen en abstracto, y cada decisión que se toma no es neutral en un mundo donde cada vez hay mayor conocimiento en la producción y donde le cabe a la Universidad la posibilidad de reducir la brecha tecnológica e involucrarse con el desarrollo del territorio en el que está inserta. Por tanto es necesario generar al interior de la universidad pública un espacio que permita dar respuesta a estas necesidades a través del estudio, reflexión y discusión sobre el rol de la educación en este contexto y su papel clave en la producción de conocimientos básicos y aplicados en función a un nuevo modelo social.

[1] Expresión de un trabajador  al narrar el inicio de la toma de la empresa.

[2] INDEC, año 2002.

[3] Testimonio de un trabajador de una Clínica recuperada.

[4]  Expresiones de un trabajador de una empresa recuperada gráfica de la Ciudad de Buenos Aires

[5] Expresiones de otro trabajador también de una empresa recuperada gráfica de la Ciudad de Buenos Aires.

[6] Programa Facultad Abierta, SEUBE, Facultad de Filosofía y Letras – UBA, Informe del primer relevamiento de empresas recuperadas por los trabajadores.
*Lic. Kelly C. Pereyra
Docente e Investigadora
Facultad de Filosofía y Letras
Miembro del UBACyT de Urgencia Social, Programa interdisciplinario de tranferencia tecnológica hacia empresas recuperadas por sus trabajadores.

Deja una respuesta