El paro de Agosto y la perversión como herramienta anti K.

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(Política Nacional )

Ignacio Paz*

“… la hipocresía política se entroniza cuando los dirigentes sindicales que debieran defender los intereses de los trabajadores y de los sectores populares, promueven paros en los que se plantean “reorganizar” el país en crisis, escondiendo la verdadera naturaleza de las propuestas neoliberales y neoconservadoras que objetivamente favorecen”.

En la lucha histórica por sus reivindicaciones, los trabajadores tienen en el paro,  y las manifestaciones, no sólo un derecho constitucional sino las herramientas más efectivas para lograr mejoras en su nivel de vida. Al mismo tiempo la protección de estos derechos y el liderazgo en la convocatoria se constituye en obligación de todo líder sindical que represente estos legítimos intereses.

Pero hemos asistido en Agosto a un nuevo paro sindical, que lejos de las consideraciones recién apuntadas,  irónica sino lastimosamente, ha tenido  como características singulares que:

  • Sus convocantes: son los personajes más corruptos de la dirigencia sindical argentina
  • Sus planteos  políticos  son funcionales a los grupos más poderosos de la vida económica del país y los medios de comunicación dominantes.
  • Su propósito manifiesto fue  reclamar por la suba del piso del impuesto a las ganancias  que afecta a un sector muy minoritario de los trabajadores y corresponde a aquellos con mayores ingresos. Sin mencionarse, por ejemplo, la necesidad de una reforma impositiva integral que afecte los intereses de los grupos financieros más concentrados y aumente la progresividad del régimen  fiscal argentino.
  • Su objetivo fue una acción política contra el gobierno nacional. Gobierno que, más allá de las demandas sociales legítimas en cuanto a profundizar las medidas populares y de redistribución de la riqueza, ha defendido, auspiciado y sancionado las reformas  positivas más importantes habidas en la legislación laboral y previsional en los últimos 60 años de historia argentina.
  • Paro que en nada ha denunciado el accionar de grandes grupos contra la estabilidad laboral, el aumento de precios o la especulación en la cadena de abastecimientos de alimentos para la población
  • Paro que contó con la colaboración de grupos sindicales y políticos de ultraizquierda que, mancomunados con la “burocracia sindical” convocante, denunciada  por ellos históricamente, se convirtieron en su fuerza de choque.

El Proyecto K: ¿A favor o contra los trabajadores?

Si hacemos un rápido resumen de nuestra historia reciente desde 2003 hasta llegar al momento en que se produce este paro, vemos cambios fuertemente progresistas en las condiciones  políticas, sociales y económicas de la vida nacional.

Cambios que, sin haber resuelto las contradicciones estructurales básicas de Argentina, han generado modificaciones positivas muy importantes en el nivel de vida de la gran mayoría de los trabajadores, jubilados y pequeñas y medianas empresas.

Obviamente y dada la concentración estructural de la propiedad en  grupos dominantes de carácter financiero, industrial y de intermediación, éstos han obtenido ganancias exorbitantes producto de los cambios positivos operados en la economía del país. Tales como:

  • Más que duplicación del Producto Bruto Interno, debido a muy altas tasas de crecimiento económico.
  • Acorde con este proceso, creación de más de cuatro millones de nuevos puestos de trabajo.
  • Funcionamiento continuado, inédito en nuestra historia, de convenciones colectivas  para la fijación de aumentos de salarios anuales. Producto de lo cual, la participación de los asalariados en la Renta Nacional, llegó a alcanzar los niveles de máxima registrados en la historia (alrededor del 50%).
  • Extensión inédita del régimen de jubilaciones y pensiones al incorporar más de dos millones de personas, hasta alcanzar en la actualidad casi al 100% de los hombres y mujeres en edad jubilatoria.
  • Sanción del régimen de Asignaciones familiares por hijo, como asistencia estatal a los sectores más vulnerables de la sociedad.
  • Modificación de haberes en jubilaciones y pensiones en forma semestral.

¿Y en el mundo?

En el mismo tiempo que Moyano y cia propician un paro a favor del 10% de los trabajadores con mejores ingresos y contra un gobierno nacional y popular inédito en las últimas 6 décadas, en Europa se registran niveles de desocupación históricos.

El Corriere della Sera de Italia (equivalente a La Nación) dice el 02 de septiembre 2014 “…que debiera tomarse nota de las medidas económicas de Alemania para bajar la desocupación, ya que mientras España y Grecia alcanzan el 25% de paro, Italia el 13%, Alemania tiene sólo el 5%” ( Argentina está en este orden).

Pero la desocupación juvenil (entre 18 y 25 años) llega en Italia al 42% y en España a más del 50%

Continúa el diario italiano diciendo que habría que imitar la ¨reforma Hartz¨ llevada a cabo en Alemania entre 2003 y 2005. ( Hartz era miembro del Consejo de Administración de VW y su proyecto fue convertido en ley). Dicho proyecto  aprobado consistió básicamente en:

  • Reducción del Gasto Público ( léase recortes a los programas sociales del Estado de Bienestar dominante en Alemania)
  • Reorganización de los servicios de empleo (unificando categorías hacia abajo)
  • Flexibilización laboral. Normas modificando condiciones existentes de estabilidad, indemnizaciones y horarios de trabajo.
  • Subsidios a los grupos más concentrados capaces de exportar industria y tecnología.

Es decir ¨receta neoliberal clásica¨.

Coincidentemente en ese mismo período Néstor Kirchner encabezaba las reformas económicas y laborales más progresistas en la legislación argentina de los últimos 60 años, a través de políticas exactamente inversas a las propuestas por el neoliberalismo dominante en Europa.

Es decir un proyecto de crecimiento con inclusión social y con defensa de los derechos humanos por el que históricamente han luchado los verdaderos dirigentes sindicales argentinos.

Pero la perversión en la política alcanza niveles históricos, cuando, además de hacer un paro para pocos, contra un gobierno popular y a favor de los intereses de la oligarquía financiero-industrial, dichos jerarcas sindicales proclaman que “…retiraron el apoyo que brindaban a este gobierno, para profundizar el proyecto..¨ ¡!! (28.08.14 Plaini, programa Minuto Uno Canal 24)

La inflación, flagelo contra el salario.

Cuando en 2003 el país se encontraba devastado por la crisis terminal de 2001 y 2002, el nivel de capacidad ociosa en la industria superaba el 70%.

El bloque dominante, propietario y controlador de las principales cadenas de producción y abastecimiento de materias, productos y alimentos, encaró con satisfacción la demanda creciente de productos, promovida por los aumentos salariales y la política de subsidios del gobierno.

En esta primera etapa, que cubrió el período 2003 / 2007, el principal objetivo de estos grupos fue recuperar capacidad industrial y fortalecer sus ganancias a través de la optimización de sus recursos.

Los aumentos salariales no afectaban su rentabilidad, no sólo porque  los niveles existentes de capacidad industrial sin utilizar en la industria ocasionaban un deterioro en los resultados mucho mayor, sino porque dichos aumentos salariales, al convertirse en demanda efectiva, generaba más mercado con lo cual se completaba el “círculo virtuoso” de la economía.

Pero…¿y después ?

  • completada dicha capacidad industrial hacia 2007/8.
  • frente a un gobierno que mantenía una política fuerte respecto de la recuperación del salario real, estimulando las convenciones colectivas, para mantener la demanda efectiva y el crecimiento del Producto Bruto Interno.
  • y ante la disyuntiva de aumentar inversiones para hacer frente a la creciente demanda o aumentar los precios manteniendo o modificando ligeramente los volúmenes de producción.

Estos grupos concentrados, formadores de precios por su posición dominante, optaron por responder al aumento de demanda con aumento de precios.

Estos aumentos de precios dieron lugar entonces a la demanda de nuevos aumentos salariales, lo que fue “considerado por dichos grupos como aumentos de costos”, respondiendo entonces con nuevos aumentos de precios. Y así sucesivamente.

Este conflicto, conocido como “puja distributiva de la renta nacional” se convirtió en generador de aumentos de precios en la economía en forma sostenida y permanente (conocida con el famoso nombre de inflación).

La otra pata del esquema está dada por el mercado de divisas y la cotización del dólar

La disponibilidad en divisas del gobierno se vio fuertemente afectada por:

  • Mayor demanda,  generadora de fuertes importaciones de energía.
  • Aumento de las importaciones de insumos y productos para la industria y el consumo, como consecuencia de la reactivación del mercado interno y basada en las dificultades para el autoabastecimiento fruto de nuestra estructura industrial dependiente y deformada históricamente, en beneficio del bloque de poder dominante.
  • La crisis mundial afectando a la mayoría de los países centrales y por derivación a Brasil, nuestro principal socio comercial, determinó una reducción de la demanda de nuestros productos, que impactó negativamente en nuestras exportaciones..
  • Todo lo cual  afectó negativamente el balance del comercio exterior argentino, y redujo  las reservas en divisas  del banco Central.
  • La caída de las reservas  significó  una reducción del “poder de fuego”  del Estado para enfrentar la especulación cambiaria. Especulación que ha provocado una brecha importante entre el tipo de cambio oficial y el ilegal, y que contribuye a generar expectativas devaluatorias. Algo así como profecías autocumplidas.

Inflación y dólar, flancos débiles del proyecto hoy, se retroalimentan recíprocamente.

La búsqueda de limitar el proceso inflacionario, conteniendo el aumento en el precio del dólar oficial, genera un subsidio para las importaciones y provoca flujos especulativos “legales”, a través de la bolsa o de anticipos de importaciones.

Convalidar la “brecha” entre dólar oficial e ilegal, decretando una macro devaluación oficial, provocaría un efecto inflacionario como respuesta  que afectaría a la población por el impacto sobre los precios.

Aparecen “los buitres”.

Consciente de esta situación, el gobierno decide intentar la financiación de proyectos nacionales y el reforzamiento de las reservas, vía provisión de dólares a través del mercado financiero internacional, con el que la existencia de ciertos litigios, postergaba la reanudación de vínculos. Para ello, se resuelven conflictos con el CIADI, Club de París, y Repsol.

Aparecen entonces los nubarrones de buitres a raíz de la decisión de la Corte Suprema de EEUU de no aceptar rever el fallo Griesa favorable a los Fondos Buitres, que obliga al país al pago total más intereses, de la deuda no reestructurada en 2005 y 2010 (7% del total). Conflicto en trámite que obstaculiza el pago a los bonistas que aceptaron el canje de deuda con importantes quitas y plazos (93% del total) y al mismo tiempo dificulta la liberación de créditos para empresas extranjeras con deseos de invertir en Argentina y asistencia crediticia directa al gobierno Argentino.

La hipocresía y el cinismo se han convertido en herramienta política de la oposición.

  • Los comunicadores dominantes, parte integrante del bloque del poder económico, exaltan la necesidad de contener la inflación (que ellos provocan) y que atribuyen a errores de la política oficial,
  • Boicotean la aprobación de la ley de abastecimiento propuesta por el gobierno como herramienta antiinflacionaria para controlar los desbordes de precios y proteger al consumidor.
  • Demandan “ más libertades cambiarias” frente a las restricciones que ellos provocan con presiones  especulativas contra el peso, aumentando la cotización del dólar marginal (blue)
  • Proclaman la necesidad de “arreglar con los fondos buitres”,  siendo éstos los que se han convertido recientemente en el principal factor de perturbación para la continuidad de la política oficial de acercamiento a los mercados financieros internacionales para proveer divisas para proyectos de desarrollo nacional.
  • Dificultan el cambio de sede para pagar a los bonistas que aceptaron el canje, aduciendo que es responsabilidad del gobierno y bloqueando la necesidad de presentar el tema al mundo como una cuestión del Estado Argentino en su conjunto enfrentando a los grupos financieros más agresivos del capitalismo mundial.

¿Por qué esta obsesiva política contra un gobierno que generó reactivación que les produjo enormes ganancias? La respuesta es ideológica y política.

Aún cuando su posición dominante hizo que durante este proceso hayan tenido resultados económicos espectaculares, su instinto de clase les hace privilegiar su mirada política de confrontación estratégica con el proyecto K.

Pese a sus enormes ganancias en procesos de expansión económica, no  permiten que prosperen proyectos políticos de distribución de la renta con mayor justicia social.

Este tipo de proyectos con representaciones diversas, pero con una política común en América del Sur, en distintos países, aún sin producir cambios profundos en la estructura económica, implica proyectos de país con mayor justicia en la distribución de la riqueza producida, con independencia política y con inclusión social.

Ese tipo de país se encuentra en las antípodas del país con privilegios y desigualdades que  proyectos neoliberales han diseñado para ellos.

Una política económico-social que reivindique los derechos de los trabajadores y los convierta en interlocutores en pie de igualdad con los propietarios de los medios productivos, es considerada no adecuada a sus intereses de largo plazo.

Pero la hipocresía política se entroniza cuando los dirigentes sindicales que debieran defender los intereses de los trabajadores y de los sectores populares, promueven paros en los que se plantean “reorganizar” el país en crisis, escondiendo la verdadera naturaleza de las propuestas neoliberales y neoconservadoras que objetivamente favorecen. Sus métodos de “reorganización”, terminaran confluyendo con programas de reducción del gasto social en el presupuesto y de enfriamiento de la demanda para contener la inflación.

La contradicción principal hoy.

La contradicción principal de la política argentina hoy, es la antinomia entre  las fuerzas que propenden a:

  • cambiar este proyecto político, económico y social por una nueva versión de neoliberalismo, que haría retrotraer a los sectores populares a épocas pasadas (que es en última instancia adonde apuntan los organizadores del paro laboral de Agosto), pero que daría seguridad política e ideológica al bloque de poder dominante en Argentina, o.
  • Las fuerzas nacionales y populares que llaman a sostener este proyecto de país vigente desde 2003, profundizándolo en los aspectos económicos y sociales en los que aún resta mucho por hacer.

Las  elecciones del año próximo decidirán un rumbo para el país.

Las acciones en curso (paro sindical opositor, fondos buitres, ley de abastecimiento, presión sobre el dólar) son parte de los movimientos destinados a sustituir este proyecto nacional.

Deberemos esforzarnos para evitar una vuelta al pasado.

*Ignacio Paz, economista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

Una respuesta a “El paro de Agosto y la perversión como herramienta anti K.”

  1. Excelente Ignacio.Tu pregunta en la reunión de ayer: ¿leiste mi artículo? me hizo sentir la necesidad cumplir con un deber reiteradamente postergado, quizás por mis dificultades para leer en la PC. Me resulta mas grato leer la letra impresa en papel. Cosas de viejo? Puede ser. Por eso gracias por el estímulo de tu pregunta. “El paro de Agosto y la perversión…” es muy bueno. Por lo QUE dice : una exacta sintesis de nuestra historia reciente, denunciando a “dirigentes” sindicales y políticos que estimulan males (la famosa inflación,el dolar ilegal, etc) para luego denunciarlos y ofrecerse como dueños de la solución. Hipócritas y Cínicos. Por COMO lo dice: Un manejo medido del texto, con economía de palabras, denso, compacto, ordenado, con un lenguaje claro y didáctico (aunque no sea ésa tu pretensión). Por CUANDO lo dice: En que momento! Cuando estos hipócritas y cínicos se relamen ante la posibilidad de una derrota para el país, que ellos leen como derrota del gobierno: elecciones en Brasil, fondos bruites, presión sobre el dólar, déficit en la balanza comercial, etc. etc. Y si el que, el como y el cuando son favorables, lo demás es yapa. Gracias de nuevo por tu estímulo. Seguí escribiendo. Te abrazo Oscar

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