Declaración del Partido de los Trabajadores de Brasil

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luadasilvaReunida en Brasilia el día 29 de octubre de  2015, los miembros del Directorio Nacional del PT aprobaron la siguiente  DECLARACIÓN POLITICA SOBRE LA COYUNTURA

El país permanece, un año después de la reelección de la presidenta Dilma Rousseff, bajo una intensa ofensiva conservadora. Las fuerzas más reaccionarias, dentro y fuera de las instituciones, todavía  sin cohesión o alternativa que las unifique, se empeñan para sabotear e intentar derrotar al gobierno, si es posible llevarlo a su derrumbe a través de expedientes golpistas. Este contraataque del conservadorismo, aunque este enraizado en las condiciones internas de la disputa entre clases y proyectos, refleja también el cambio de escenario de  América Latina.

La corrientes progresistas, que desde el cambio del siglo acumularon importantes victorias electorales en los principales pises del continente, se encuentran actualmente bajo el fuego cerrado de las elites locales y su tradicional alianza con los centros imperialistas.

El fondo de la profundización de los conflictos políticos y sociales está en el prolongamiento de la crisis mundial del capitalismo. Las distintas burguesías locales buscan de todas las formas, reducir costos de producción, mantener y/o aumentar sus márgenes de ganancias. Se trata con esta lógica de imponer salarios menores a los trabajadores, cortar los gastos sociales de los Estados, aliviar cargas tributarias a las corporaciones, ampliar espacios de capital  a través de nuevas privatizaciones, eliminar o mitigar derechos públicos y disputar mercados, entre otras medidas

Esta misma dinámica lleva al recrudecimiento de la presión de las grandes potencias sobre países que se apartan de su órbita hegemónica o transitan por experiencias que constituyan obstáculos a las políticas de recuperación capitalista marcadas tanto por el aumento de la explotación directa e indirecta del  trabajo como por la limitación de la soberanía nacional.

Incluso,  sin que los gobiernos dirigidos por el PT hayan tenido condiciones para reformas de carácter estructural que alterasen el sistema de producción y apropiación de la riqueza, numerosas fracciones de las clases dominantes brasileñas se han embarcado en una empresa que busca  recuperar el control del Poder Ejecutivo para que quede en manos de sus principales agentes políticos, liderados por el PSDB y los monopolios que dominan los medios de comunicación.

La escalada de la derecha representa el deseo de retomar la riendas del Estado, para implementar, sin mediación o concesión, un programa que realinie al país a los fundamentos neoliberales, anulando conquistas sociales que marcaron el proceso brasilero desde 2003. El gobierno liderado por la compañera Dilma es la pantalla que precisa ser removida para la consumación de la política sustentada por los sectores más retrógrados

Además de imponer sus intereses programáticos, las fuerzas conservadoras desean destruir a la izquierda y a los movimientos  sociales, restringiendo el campo popular como alternativa de poder. No es de extrañar que su ofensiva incorpora maniobras de criminalización, operando sectores del aparato policial y judicial con el objetivo de desestabilizar el gobierno, deslegitimar al PT y desgastar a líderes históricas como el ex presidente Lula.

.Denunciamos la campaña de persecución política hacia la izquierda, el PT y líderes populares. Esta campaña tiene como objetivo eliminar de la escena política brasileña y latinoamericana las voces que defienden la igualdad, la libertad y la superación del neoliberalismo. Es por eso que ahora Lula es víctima de persecución de la derecha.

La legítima aunque ajustada victoria progresista en la elecciones presidenciales de  2014,  asociada a la ampliación de la influencia de los partidos de centro y derecha en el parlamento, animó al conservadorísmo a confiar en que podría confiar sus fichas a una ruta de sabotaje y golpismo..

La caída de popularidad del gobierno acabó por dificultar el mantenimiento de la base  parlamentaria después de la asunción del nuevo período, creando un clima más  favorable para la atracción de segmentos centristas para la oposición de derecha.

La situación en el Congreso se agravó también por la preponderancia, dentro de la bancada del PMBD en la Cámara de Diputados, de su ala más reaccionaria, capitaneada por el diputado Eduardo Cunha. Después de conquistar la presidencia de la Cámara, el parlamentario pactó rápidamente con el bloque PSDB-DEM-PPS y asumió la dirección de una agenda de contrarreformas, además de coquetear con el impeachment  presidencial.

El Directorio Nacional del Partido de los Trabajadores, en estas circunstancias, considera que el principal objetivo  táctico  es derrotar la escalada golpista, aislar a la oposición de derecha y recuperar las condiciones plenas de gobernabilidad.

Este movimiento tiene más chances de éxito si es acompañado por cambios en la política económica que el PT viene sugiriendo desde la realización del 5º Congreso, en Salvador.

Tales cambios pueden reagrupar a las fuerzas populares y democráticas alrededor  de un programa de desarrollo sustentado por la expansión del mercado interno, por la ampliación de las inversiones estatales, por la defensa del empleo y el mejoramiento continuo del ingreso de los trabajadores.

La recuperación fiscal del Estado deber ser encaminada, como lo ha reafirmado el PT, con medidas que aumente la tributación sobre los ingresos, la riqueza y la propiedad de los estratos más pudientes, al mismo tiempo que el gobierno reduzca sus gastos financieros, vía rebaja paulatina de las tasas de interés.

El recorte en los gastos sociales y de la inversión pública, posición defendida por los portavoces del capital financiero, son incapaces de enfrentar el problema central de las caja pública y expresan intereses de sectores rentistas en preservar márgenes de rentabilidad a costa de enormes transferencias de recursos fiscales para los fondos de capital privados.

La oposición de derecha, con importantes adhesiones del centro conservador, busca presionar al gobierno por todos los lados para enterrar el estado de bienestar social, previsto en la Constitución de 1988 y cuya construcción efectiva ha sido la principal conquista de los gobiernos dirigidos por el PT.  Es por ello parte  de la ofensiva conservadora la intensificación de la lucha de clases bajo la forma de conflicto distributivo, como el objetivo de reducir drásticamente los gastos sociales y preservar las ganancias financiera siguiendo  la lógica de que esas garantías de rentabilidad serían la palanca primordial para la atracción de inversiones, eventualmente complementada con privatizaciones y desregulaciones, en contraposición de los estímulos prioritarios para el mercado interno y el fortalecimiento del papel dirigente del Estado.

El Partido de los ´trabajadores refuta abiertamente estas concepciones  y movilizará todas las energías, al lado de sus aliados dentro y fuera de las instituciones, para impedir cualquier retroceso a los tiempos neoliberales y a  la agenda maldita que antecedió al gobierno del presidente Lula.

El Directorio Nacional, en este sentido, considera extremadamente positiva la propuesta de la reintroducción de la CPMF, entre otras iniciativas gubernamentales que buscan reformar progresivamente el sistema de tributación y preservar los programas sociales establecidos desde 2003. Del mismo modo, apoya el programa de proyectos presentado por nuestra bancada, que acerca soluciones para el crecimiento de la recaudación.

Para retomar la mejor tradición del debate económico y colaborar para enfrentar  el dominio del pensamiento conservador, la dirección partidaria también saluda el documento “Por un Brasil justo y democrático”, elaborado por iniciativa de la Fundación Perseku Abramo  y de las entidades Brasil Debate, Forum 21, Centro Internacional Celso Furtado, Plataforma Política Social, Le Monde Diplomatique y Red Desenvolvimentista. Las varias contribuciones allí presentadas pueden servir de referencia para la formulación de una nueva agenda de desarrollo económico sustentable, que debe presidir el  conjunto de las políticas macroeconómicas del país.  En este sentido, consideramos fundamental  la reanudación del funcionamiento pleno del Consejo de Desarrollo  Económico y  Social de la Presidencia de la República.,  que ya mostro un importante espacio de diálogo social y de formulación de políticas para el crecimiento económico del país. En ese ambiente, es fundamental la creación de espacios de diálogos sectoriales, para que trabajadores, empresarios y el gobierno busquen el fortalecimiento de las cadenas productivas dirigidas al crecimiento del empleo, incentivando la innovación yagregando valor a la producción con aumento de la calidad y la productividad.

La afirmación de este rumbo programático y la derrota del golpismo no pueden apuntar simplemente a sostener la actual política de alianzas y los actuales métodos de gobernabilidad.  Es fundamental construir una gobernabilidad más amplia, enraizada en la sociedad.  Contribuir para eso también en la intensificación de las conferencias temáticas gubernamentales (Juventud, Mujeres, LGBT, Igualdad Racial, entre otras), ya que legitima  aspiraciones de participación popular de los movimientos sociales y populares.

Por eso el PT debe dar todo el apoyo a la consolidación de una alianza orgánica de los movimientos sociales, partidos progresistas y defensores de la democracia, actualmente encarnada en el Frente Brasil Popular (FBP), que pueda ser la fuerza propulsora para la renovación del bloque histórico en el cual se inserte el petismo y demás corrientes de izquierda.

Todos los militantes del PT  deben participar plenamente, en sus ciudades y estados, lugares de trabajo, estudio o  residencia, para construir la FBP como espacio organizativo y de movilización contra el golpismo, por cambios en la política económica y por un programa de reformas estructurales que permita un nuevo ciclo de avances para el pueblo brasilero

El Directorio Nacional llama igualmente a toda la militancia petista y a todos los demócratas a defender el legado y el papel histórico del ex presidente Lula, transformado en  destino de alta prioridad en el que se multiplican núcleos de la Policía Federal, el Ministerio Público y el Poder Judicial vinculados a supuestas operaciones de anticorrupción.

Filtraciones  selectivas, encierros abusivos, investigaciones plenas de atropellos y denuncias basadas en delaciones arrancadas con fórceps y sin elementos probatorios, desprecio por el debido proceso legal, por el derecho de defensa de los acusados y a  prerrogativas para el ejercicio profesional de sus  defensores, entre otros hechos, revela la apropiación de  destacamentos represivos y judiciales por parte de grupos subordinados al antipetismo, que actúan con el propósito de extinguir al Partido de los Trabajadores y difamar al mayor líder popular de la historia brasilera.

El Partido de los Trabajadores, por respeto a las instituciones republicanas, en defensa de la Constitución y con el propósito de combatir efectivamente la corrupción, rechaza todos los procedimientos que atentan contra el debido proceso legal, que ofendan garantías democráticas y representen prácticas de excepción. El PT califica a   estas  actuaciones  como abominables y dirigidas a la política del sabotaje, siempre en abierta colusión con los grupos monopolistas de la comunicación. Ataques  al ex presidente Lula hacen parte  de la escalada contra las conquistas de nuestro pueblo y deben ser rechazados con el máximo vigor. El combate a estas incursiones de odio, intolerancia y mentira, en las calles  y en las instituciones, es el componente esencial de la resistencia al golpismo y al retroceso.

Brasilia, 29 de octubre de 2015. Directorio Nacional del Partido de los Trabajadores.

Aclaraciones:

DEM: partido conservador

PSDB: partido social-demócrata Brasileño

PMDB: Partido del movimiento democrático brasileño

CPMF: Contribución provisora al movimiento financiero

Traducción Isaac Grober

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