Barrios de Pie.

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Dossier: Movimientos Sociales (1 de 3)

Respuesta de Isaac Rudnik* a un cuestionario de Tesis 11.

Es un movimiento piquetero con desarrollo en 15
provincias argentinas que se formó en enero del
2002. En un principio actuaba dentro de la CTA, en
una corriente denominada «CTA Barrios». Luego,
como «Movimiento Barrios de Pie», continuó en la
Central hasta mediados del 2002.

¿Cómo incidieron en su movimiento los eventos de
diciembre del 2001, las consecuencias de la crisis del
modelo de los 90 y la salida de la convertibilidad?

Las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre
del 2001 fueron el final de una etapa en la que el
modelo neoliberal, instrumentado sin interrupción
desde la dictadura en adelante, apareció como la opción
excluyente ante el conjunto de la sociedad. El
descrédito de sus propuestas económica se convirtió
en deslegitimación del modelo político que le había
servido de instrumento, y sus administradores fueron
el blanco preferido del repudio de los sectores
populares, produciendo las históricas manifestaciones
de aquellos días. Un grupo importante de agrupaciones
barriales de todo el país veníamos actuando
en esos días dentro de la CTA, organizados en
una corriente llamada «CTA-Barrios», participamos
activamente de las marchas y movilizaciones de
aquellos momentos, particularmente en los hechos
que ocurrieron en Capital Federal. La dinámica de los
acontecimientos nos llevó a que a principios de enero
de 2002, conformáramos el Movimiento Barrios
de Pie. En un principio mantuvimos la pertenencia a
la CTA hasta que, en mitad de año, decidimos salirnos
de ella por diferencias políticas. Nuestro Movimiento
se plantó –junto a otros Movimientos
Piqueteros- en una clara política de oposición al gobierno
de Duhalde generando movilizaciones de carácter
nacional, como la jornada del 26 de junio, que fueron marcando a lo largo del año 2002 la conformación
de un nuevo espacio de movimientos sociales
combativos, inclaudicables en la resistencia a la
continuidad de las políticas neoliberales. En este espacio
y desde esa política crecimos mostrando la extensión
y la profundización de la resistencia y la búsqueda
de nuevas alternativas entre los sectores populares.
Búsqueda que además se llevaba a la práctica
a través de una construcción que no sólo contempla
el desarrollo de herramientas para la resistencia,
sino que promueve la resolución colectiva de los problemas
de nuestra gente por parte de la propia gente.
Así es que en el seno de los comedores populares
nacieron y crecieron los grupos de alfabetización y
educación popular, los talleres de género y de violencia
familiar, los microemprendimientos, las salitas de
salud, los medios de comunicación alternativos y
tantas otras iniciativas que significan darle rienda
suelta a la participación y el protagonismo popular.
Esta búsqueda se plasmó también en grandes hechos
generados en unidad con los sectores medios golpeados
por años de políticas que llevaron la concentración
de la riqueza a niveles inéditos. La caída del
régimen de convertibilidad instaurado por Menem y
Cavallo, y continuado por De la Rúa, la declaración
de la cesación de pagos de la deuda externa, fueron
la manifestación del colapso final de las recetas con
las que el FMI sostuvo el modelo neoliberal argentino.

¿Qué caracterización hacen del gobierno de Kirchner
y cómo influye ello en los objetivos estratégicos y en
las tácticas de su movimiento?

Duhalde fracasa en su intento de estabilizar el
modelo incrementando la represión y la reacción popular
a los asesinatos del Puente Avellaneda lo obligan
a adelantar las elecciones y renunciar a su aspiración
de sucederse a sí mismo. En el marco del desprestigio
de los candidatos y las propuestas
neoliberales que no encuentran alternativa propia,
Kirchner gana unas elecciones que terminan
definiéndose con el insólito retiro de Menem. Asume
entonces un gobierno débil, con poca credibilidad
para las clases dominantes, e igual o menor expectativa
entre los sectores populares. Pero desde el mismo
instante que es consagrado como presidente
electo –aún antes de asumir- Kirchner plantea la necesidad
de construir otro modelo de país bajo el
principio de refundar la patria. Y desde el primer
momento en que se sentó en el sillón presidencial
fue generando una serie de hechos que marcaron
una clara decisión de liquidar los enclaves principales
que habían servido de instrumento al modelo dominante.
Así fue sin vacilaciones contra la Corte Suprema
menemista, contra la cúpula de las FFAA y la
Policía, se paró firme ante la prepotencia de las empresas
privatizadas que exigían el inmediato aumento
de tarifas, replanteó en otros términos la relación
con los organismos del poder financiero, le dio otro
perfil a las relaciones internacionales, posibilitando
las visitas, con actos de masas incluidos, de Fidel y
Hugo Chávez, llegando al histórico hecho de la entrega
de la ESMA a los organismos el 24 de marzo
pasado. Poco a poco se nos fueron despejando las
dudas respecto al gobierno del presidente Kirchner.
Hoy creemos firmemente que se abre una oportunidad
histórica en nuestra patria de construir un proyecto
de país alternativo al modelo neoliberal. Por
supuesto que es mucho más lo que queda por hacer
que lo concretado hasta ahora. Es en el terreno económico
donde las deficiencias y los límites son más
claros, pero es allí donde aparecen con más nitidez
las debilidades políticas del campo popular para confrontar
con los que se benefician sobre la vigencia y
la profundización de la miseria de millones de argentinos.
Desmontar la estructura construida a través de
tres décadas de neoliberalismo, en un marco internacional
en el que el imperialismo aún sostiene firme
su ofensiva sobre los pueblos, requiere de una acumulación
política cuyos primeros pasos recién empezamos
a dar en serio a partir del 19 y 20 de diciembre
del 2001. Entonces en gran parte depende de los
avances que en este sentido demos desde las organizaciones
sociales y políticas populares el rumbo definitivo
que tome este proceso sobre el que estamos
caminando.

¿Es posible el logro de objetivos importantes desde
el interés popular en nuestro país con la actual relación
de fuerzas? ¿Qué posición tienen sobre la posible
construcción de una alternativa desde el campo
popular y cuáles serían las vías y métodos para ello?

Como consecuencia de lo anterior es que entendemos
que las condiciones para parar alternativas
populares hoy son muy favorables. Siempre que entendamos
el carácter del gobierno del presidente
Kirchner y la necesidad insoslayable de construirlas
desde ese espacio. Nos queda un duro camino por
delante en el que la derecha ya se ha lanzado a pelear
por la continuidad del modelo. No por casualidad
algunos de sus voceros más calificados –como
Grondona o Morales Solá- le han declarado la guerra
a Kirchner, mientras al interior del PJ se reordenan
alianzas hasta hace poco impensables, entre el
menemismo y el duhaldismo, y «medios serios» como
Clarín y La Nación se tornan cada vez más críticos.
Los próximos tiempos nos encontrarán en la calle
apoyando las medidas del gobierno que van en
la dirección correcta y disputando desde la movilización
popular aquellas orientaciones que se manifiestan
como afirmaciones de las políticas neoliberales.
Desde allí y con el protagonismo de la participación
de nuestra gente vamos a construir, junto a otros
sectores, nuevas alternativas políticas populares.

 

*ISAAC RUDNIK, referente del MOVIMIENTO BARRIOS DE PIE.

 

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